lunes, enero 30, 2006 

La Chica con la maleta

Una semana que empieza y un mes que acaba. Se me ha pasado rapidísimo, eso que ha estado lleno de acontecimientos. Día de cobro, unos euros más para ahorrar y poder independizarme dentro de unos meses. De nuevo mi madre y yo solos; de mi hermano y su novia casi no sabemos nada eso que viven a cinco minutos de nosotros.

Tras varias semanas sin vernos he quedado a las seis con Sergio y Tóni en La Bottega. Han sido dos horas de puesta al día. También fuimos al OCM y estuvimos buscando marcos para fotos en tiendas y nos encontramos con Richard que estuvo en Madrid este fin de semana.

Después me marché al Cgai para ver “La Ragazza con la Valigia” de Valerio Zurlini. Una chica inocente, cantante de un grupo, abandona todo para seguir a un chico tan apuesto como rico pero éste la abandona. Intenta localizarlo porque le mintió en el nombre pero no en su dirección. Consigue llegar a la lujosa villa pero no lo encuentra, en su lugar está el hermano pequeño un adolescente de dieciséis años que cae prendado a sus pies. Hasta aquí la historia pero la película sería distinta si el director no pusiera todo su empeño técnico para el lucimiento de los dos protagonistas: Jacques Perrin y Claudia Cardinale. Resulta difícil no sentir ternura por ese adolescente atormentado y enamorado de una chica increíblemente sexy, de esas que hacen girar la cabeza tanto a hombres como a mujeres. Había visto a la Cardinale más veces pero no me parecía tan bella como decían. Sin embargo, en este papel se luce con esa mirada pícara que todo lo sabe y esa forma de moverse que hace temblar la tierra que pisa.

Al salir me topé con Patricia, “la ragazza de la bicicletta”. Hablamos un rato sobre la película y sobre como acabamos la noche del pasado sábado. Volver a vernos es fácil, coincidiremos en el cine. La certeza es absoluta porque ya he visto la programación del mes que viene y creo que pasaré muchas tardes por allí.

domingo, enero 29, 2006 

Cenicero bucal

Me he desvelado pasadas las dos, tengo la boca seca y asquerosa me siento como una chimenea pero la resaca es menor de lo que esperaba. Necesito una ducha larga con exfoliación incluida y un poco de hidratante facial para afrontar el resto de la tarde. Me basta con ponerme unos vaqueros y una camiseta y comer algo ligero como una tortilla de patata a medias con mi madre para volver a ser persona de nuevo. Además mi madre ha comprado El País, recuperando una tradición de las tardes de los domingos de resaca que se perdió desde que salió La Opinión.
Le dejé disfrutarlo mientras recogía los restos del naufragio de ayer hasta que mi amiga Marta me llamó para subir a su casa a las cinco para recuperar otra vieja tradición, la de quedar para ver los capítulos que grabó de “Urgencias”. Sesión de vísceras y sofá que se quedó pequeño cuando aparecieron Lucía y Marian para acompañarnos aunque realmente se pasaron durmiendo todo el tiempo. Con mi hombro como almohada de Luci ya me veía allí hasta las tantas, menos mal que Marta me ayudó y pude salir de allí sobre las ocho. De camino a casa llamé a Bea para contarle que anoche había estado con Arturo y prometió quedar esta semana para tomar algo y llevarme de rebajas.
La fría noche se presenta larga porque la ceremonia de los Goya dura más de cuatro horas pero creo que no aguantaré ni grabaré ya que he visto pocas películas españolas este año. Si durara menos la vería entera, aunque casi estoy más pendiente de lo que dicen y de cómo van vestidos que de cuantos premios se llevan las favoritas.

 

Fiesta de Cris

Pasaban de las doce y seguía con un resfriado que no se me quitaba ni con un chai bien caliente. Una reposición de La Hora Chanante consiguió aliviarme y animarme un poco y me dispuse a vestirme para ir al Velvet. Podía elegir entre comodidad o elegancia pero finalmente me decidí por el habitual término medio: jeans negros con camisa negra y violeta con chorreras (estilo arreglado pero informal).
Acabé llegando al Velvet cerca de las dos, había poca gente pero bastantes conocidos. Primero conversación con Ana (elegante como siempre) sobre “Batalla en el cielo”, que se repetiría con Iago. A continuación me acerco a la cabina para saludar a Cristina, la anfitriona. Me aborda Patricia que se me presenta sin saber que ya nos presentamos otras veces. Hice como si fuera la primera vez. También coincidí con Arturo, amigo de Bea, y Jose, antiguos compañeros de piso de Cris con los que pasé buena parte de la noche. Me hizo gracia que viniese de estreno porque había ido esta tarde de compras con Bea cuando yo estoy esperando por nuestra amiga para que me ayude a renovar el vestuario desde el verano, mañana le echaré la bronca. Otro conocido en común con Cris era Rodri, compañero en EGB (que pequeño es el mundo) que le regaló unas figuras que fueron la sensación de la noche.
Los primeros hits consiguieron hacernos bailar a Cris, Patricia y otra chica que después supe que se llamaba Marta y también pinchaba. Iván apareció cuando Iago y Ana ya se habían ido. Como es habitual empezó a divulgar mi vida virtual y a ofrecerme colaborar con la web de Noroeste (puede que esta vez me atreva). Pero su faceta de Dj sigue sin convencerme, cambió a un registro más electrónico que acabó por obligarnos a hacer una escapada al Patachim, me acompañaban Patricia, Jose y Arturo. Tras unas cervezas, diversas peticiones y más confidencias, regresamos al Velvet. La música volvió a hacernos bailar de nuevo, ya había mucha más gente pero no eran todos amigos de Cris. Una vez que cerró fuimos a coger taxis a Puerta Real rumbo al Playa, en un viaje corto pero inolvidable con Cris, Patricia, Marta y un taxista al que le besó pero no consiguió convertirlo en príncipe.
En el Playa conseguimos entrar gratis, pensé que no iba a poder colar a cuatro pero la noche me sonreía. Estaba abarrotado, probamos en la Nordic pero no conectamos con la música de un Dj que no me sonaba de nada. Fuimos a la otra parte, pero ya éramos minoría: Iván, Cris, Marta, Cristóbal y yo. La música estaba mejor, sonaron Pulp, Suede y Bowie. Se hizo la luz pero aún pusieron varias de los Beatles, acabando con el “Hey Jude”.
Pasamos por la Tahona para comer algo caliente, tuve que escoger beicon con queso (de lomo no quedaba) aunque siempre será mejor que un trozo de empanada con setas. Nuestros destinos nos separaron de los chicos que no iban a nuestra zona, Cris, Marta y yo cogimos un taxi hasta el barrio en lo que se suponía que era el final de la noche. Todavía quedaba la anécdota final que hace que los encuentros con Cris queden guardados en mi disco duro, Cris perdió sus llaves y no podían entrar en casa. Sus compañeros de piso no contestaban, el método de la horquilla no suele funcionar si te tiemblan las manos del frío. Sólo quedaba esperar echando unas risas, las justas para conseguir despertar al del primero y hacerle señas para que les abra.
Punto y final, para mí (a ellas les quedaba una larga espera en el descansillo) de otra madrugada interesante en la que perdí la cuenta de los pitillos que fumé que fueron más que las seis o siete cervezas que me tomé. Veremos como transcurre mi descanso dominical.

sábado, enero 28, 2006 

Amén

Llegamos pasadas las tres, con tiempo suficiente para dejar todo en su sitio y abrigarse para ir a las cinco al Forum para ver “Amén” de Costa-Gavras. Fascinante historia de curas y nazis, donde unos son solo curas, otros son solo alemanes pero unos cuantos son nazis o incluso, valga la redundancia, curas y nazis al mismo tiempo.
Dejando clara mi postura ideológica y mi simpatía por ese género de cine sociopolítico del que este director es un fiel representante paso a centrarme en los hechos que narra.
Se centra en la historia de un científico alemán, miembro del ejército que descubre que su trabajo está sirviendo para exterminar a seres inocentes. Como no tiene a quién acudir solo le queda su iglesia y ahí comienzan sus problemas.
El único que le escucha es un cura, con mucha influencia en la corte pontificia, pero que se da cuenta que no pueden hacer nada. Cuando éste descubre que la iglesia católica está más preocupada por sus fieles, por sus bienes y por luchar contra el comunismo que por lo que les pueda acontecer a miembros de otras religiones o culturas decide que no le queda otra opción que protestar de la única forma que sabe, siguiendo los designios de su religión, estando con los que sufren.
Siempre tuve curiosidad por saber si en los regímenes fascistas la gente era consciente de lo que se le venía encima o no sabían lo que se escondía debajo de la alfombra. En el caso del pueblo alemán y su ejército me costaba comprender que aceptaran fielmente las ideas nazis, me parecía insultante que toda esa gente no se diera cuenta o mirara hacia otro lado, se suponía que a un cierto nivel de educación dichas tesis ideológicas serían catalogadas como absurdas por todos los científicos. No me había parado a pensar que al ser un país en guerra muchos científicos trabajaban por la victoria sin saber nada sobre un exterminio de personas.
Nunca me han caído simpáticos los pueblos que se creen los elegidos, que se aíslan y crean comunidades cerradas y que sobre todo no tienen memoria histórica y cometen los mismos errores que cometieron con ellos; pero eso no significa que, llegado el caso, pueda apoyar cualquier tipo de genocidio sean cuales sean sus razones si es que existen.Sigo siendo ciudadano del mundo que da a conocer sus singularidades al resto y se enriquece con las de los demás.
Mi ateismo y mi posición ideológica no me han impedido emocionarme durante la proyección, sobre todo viendo como unos miraban hacia otro lado o apoyaban a los fascistas por su obsesión contra el comunismo como sucedió aquí unos años antes.
Por muchas veces que pidan perdón, si es que lo hacen alguna vez, no evitarán que recordemos que no solo no fueron neutrales si no que se aliaron con aquellos que pregonaban ideas que son contrarias a lo que dice su doctrina. Menos mal que ambos son cada vez menos numerosos pero siempre es mejor tener un ojo abierto por si acaso.

 

Ir y volver

Hoy es un día de despedidas. Mi padre se ha ido de vacaciones dos semanas a Canarias y Lucía, mi hermana regresa a Londres desde Santiago.
Mi padre ya tenía con quién ir pero a mi hermana la llevamos mi madre y yo en coche. Teníamos cierto temor a la nieve y pasamos por casa de mi tía para que nos dejara su coche y las cadenas por si acaso. Al final no hicieron falta pero la temperatura rondó los cero grados durante parte del trayecto y había una fina capa de nieve en los campos.
De vuelta me traje un buen resfriado que me impedirá disfrutar como yo quería de la última despedida del día, la de Cris en el Velvet al filo de la medianoche.

viernes, enero 27, 2006 

Antes del Atardecer

La segunda sesión con apenas media hora de descanso, aprovechada para un rápido capuchino, incluía una presentación previa y un coloquio posterior con el crítico Carlos Losilla. Uno de los móviles de Marta sonó y a punto estuvo de no venir a la siguiente película, que fuera gratuita inclinó la balanza aunque no se quedó al coloquio final.
Aunque me había comprado en mi última visita a Barcelona el pack de las dos películas de Richard Linklater y había visto en su día en el cine “Antes del Amanecer” y me había encantado, no estaba preparado hasta ahora, para dar ese salto en el tiempo y ver “Antes del Atardecer”.
Por aquella época todos soñábamos con hacer el ínter raíl y conocer a alguien especial, esa historia nos permitió seguir soñando. Además nuestra edad era un par de años menor que la edad de los personajes por lo que nos gustaba aún más dicha posibilidad.
Quise tener fresca en la memoria la primera parte y la he visto esta semana. Ya estaba preparado para asumir ese paso del tiempo.
La película transcurre en tiempo real y tanto Jesse como Celine conservan esa conexión que les hizo acercarse hace nueve años. La cita fallida deja paso a los reproches y al análisis de cómo influyó en sus vidas posteriores, pero seguimos contentos de verlos juntos de nuevo en otra ciudad y con otra edad. Estamos paseando a su lado sin que nos vean. Podrían saltar las lágrimas en cualquier momento pero nos mantenemos firmes y seguimos su evolución. No dudan en mezclar realidad y ficción, por momentos no vemos a los personajes caminar si no a los actores. El final se acerca, presentimos lo que pasará pero no de qué forma, nos lo muestra tan bello, tan propicio al debate posterior que nos deja una sonrisa en los labios.
Se encienden las luces y se marchan menos de los que pensábamos, esta vez no será un debate a cinco, somos casi una veintena. El final es lo que suscita más comentarios y pasamos otro rato muy agradable.
Al salir podría llegar a tiempo al concierto de Clovis pero mi cuerpo me pide otra cosa: volver a casa, hacerme un té y descargarme, de una vez, el disco de Julie Delpy y alguno más de Nina Simone.

 

Moulin Rouge

Por una vez conseguí convencer a alguien de las bondades de una doble sesión de cine.Fue a Marta, a la que últimamente veo bastante. Vamos recuperando esa complicidad perdida, sin necesidad de convertirnos en un paño de lágrimas mutuo.
La primera película era “Moulin Rouge” de John Huston. Era una de las pocas películas que recuerdo haber visto en la tele, iniciando la adolescencia y por recomendación de mi madre. Marta también la había visto, pero más veces que yo. Recordaba ciertos detalles sobre la vida de Toulouse-Lautrec vistos en la película pero seguramente la otra vez no había apreciado esa fina ironía y burla sobre si mismo. Los efectos utilizados para conseguir no verle los pies al genial Jose Ferrer ahora resultan ridículos pero vistos con cierta perspectiva los considero bastante logrados.
Me sentí reflejado en algunas fases y quién sabe, puede que su primera visión marcara subconscientemente mi timidez y ciertas fases de aislamiento por las que paso, aunque luchando contra esa soledad y baja autoestima cambiando la pintura por el cine y el coñac por la cerveza (salvando las distancias, por supuesto).

jueves, enero 26, 2006 

Batalla en el cielo

El frío se acerca pero eso no me impidió acercarme al Forum para ver la polémica película “Batalla en el cielo” del mejicano Carlos Reygadas. Tenía cierto morbo poder verla rodeado de viejecitas que no paran de molestar y se meten en el cine sin saber la película que van a ver. Sabía que tenía escenas explícitas de sexo pero no me esperaba que lo fueran tanto ni tan pronto. La historia de desesperación vital en una megalópolis como la capital mejicana parece interesante, las bellas imágenes y un estilo de rodar muy personal te van convenciendo pero hay algo que falla, no sabes lo que es pero es una sensación extraña que te llena de dudas.
Con el paso de los minutos se hacía difícil inclinar la balanza hacia uno de los dos lados: o era una película arriesgada llena de frescura o era una vulgar broma para contentar a los sectores más alternativos de la crítica y del público a base de mezclar silencios, primeros planos, violencia y sexo.
Habrá que leer alguna entrevista con el director para sacarme de dudas (o crearme más).Por una cosa o por otra es recomendable verla, aunque solo sea para poder discutir sobre ella que parece la más clara intención del director.

miércoles, enero 25, 2006 

Manuale D’Amore

Escribir sobre el amor siempre resulta difícil. Me provoca sentimientos encontrados por el recuerdo de amores que fueron y otros que no pudieron ser. Hacer una película romántica es bastante más fácil, basta con poner a dos personas algo solitarias en un tiempo y lugar para que las ideas fluyan por si solas. Podría haberme acogido al tópico “chico conoce chica” pero prefiero hablar de personas sin distinción de género o tendencia sexual.
Esta especie de preámbulo me sirve para hablar sobre la película “Manuale D’Amore” del director italiano Giovanni Veronesi que he ido a ver esta tarde a los Yelmo de Los Rosales, en versión doblada, con Marta y con Toña.
Hemos pasado un rato divertido. Es una comedia coral, llena de tópicos, dividida en cuatro partes que muestran las fases del amor: el enamoramiento, la crisis, la traición y el abandono. Los personajes se dirigen al público y expresan en off sus intenciones aunque después hagan lo contrario. El cásting era casi desconocido para todos, salvo Carlo Verdone y alguna de las bellas mujeres me sonaba como Jasmine Trinca (de “La mejor juventud”). No podía faltar el típico despliegue cárnico femenino de las películas italianas pero, esta vez, sin desnudos. También sonaron unas canciones de Battiato.
Las historias no tienen nada de extraordinario, le pueden ocurrir a cualquiera.Nadie sabe cuando puede surgir el amor, puedes conocer a esa persona en cualquier sitio por simple que parezca: un tropezón en la calle, una cola, una entrevista, una clase, un cine o un museo, una tienda o incluso un velatorio. No hay porque salir de noche para encontrarse con alguien interesante. Soy un ferviente admirador del azar aunque muchas veces espere a cuando ya sea demasiado tarde.
Resumiendo que se deja ver sobre todo con una pareja al lado para saber lo ridículos que sois o el futuro que os espera (como se nota que tengo vocación de soltero).

martes, enero 24, 2006 

Mi futura cuñada

Ya ha llegado. La primera novia oficial de mi hermano aterrizó esta tarde desde Alemania, es por tanto, alemana y mi hermano le llama Ramona pero dudo que sea su verdadero nombre. Se conocieron cuando vivían en Canarias pero no sé cuanto llevan juntos, en parte por la ausencia de diálogo con mi hermano y también por esa extraña falta de comunicación familiar sobre las parejas de cada uno.
La he visto apenas un minuto, lo justo para juzgarla físicamente: delgada, guapa, de una estatura media para ser chica, con melena larga y rubia (parece que natural), una piel morena (por efecto canario) y un estilo que se podría definir entre “chica Roxy” (como las que patrocina la marca de surf) y una Paris Hilton de clase media. Quizás me he pasado un poco para esta primera impresión pero podría decir que sería la chica que me imaginaba como novia de mi hermano. Afortunadamente no es mi tipo, ni en las chicas tenemos gustos en común.
Aparte de eso he dedicado el resto de la tarde a comprar cosas. Primero pasé por esos grandes almacenes de triángulo verde como símbolo para recoger unos packs de DVDs que había encargado: el de Truffaut, el de Fassbinder y el de Jean Vigo. Curioseando me encontré con más películas apetecibles a precios ridículos y aún les tenían que aplicar el 35% si te llevabas al menos tres. Llamé a Marta porque no quería gastarme más y le cogí “El Secreto de la Isla de las Focas” de John Sayles y “Morir Todavía” de Kenneth Branagh, dos de sus favoritas; para completar el trío y tener el descuento me llevé la mítica “Barbarella” (las tres juntas por sólo 18 euros).
Después fui a la otra tienda, “Equilibrio” de productos ecológicos para abastecerme de pan, cereales y fruta. Desde que como en el trabajo un solo plato (que traigo desde casa en un tuper) no tomo ensaladas y necesito tomar más fruta para cubrir mis necesidades de vitaminas que aportan las frutas y verduras.
Dejé todas las bolsas en casa, esperé a que vinieran mi hermano y su novia y quedé con Marta para tomar algo en El Hispano. Pasé por su casa que me tenía que devolver un libro y unos Cds luego volví a la mía para ver el episodio piloto de “House” que lo han puesto ahora en Cuatro.
Me ha gustado, no es por deformación profesional indirecta, es diferente, me habían hablado muy bien de ella, ahora están en anuncios pero me largo a ver el siguiente capítulo.

Ah y para terminar una excelente noticia familiar: mi hermana Lucía ha aprobado la asignatura que le quedaba para acabar Políticas. Es la primera doble licenciada de la familia (Derecho y Políticas), con 28 años y un mes. Con su personalidad les espera un futuro impresionante.

¡¡Que tiemblen los dirigentes del mundo que llega mi hermana!!!

lunes, enero 23, 2006 

Il Posto

Comienzo esta nueva etapa haciendo una breve reseña de la película italiana que he visto esta tarde en el Cgai. Se titulaba “Il Posto” (El empleo) de Ermanno Olmi.
Nos relata la oportunidad que le surge a un chico de familia humilde de ser seleccionado para un puesto de trabajo casi vitalicio en una gran empresa de Milán. Es curioso ver las entrevistas de trabajo y pruebas que les hacen, tan alejadas de las últimas técnicas. Entre los aspirantes se encuentra una chica con la que coincide a la hora de comer y pasan juntos el resto del día pero no saben si se volverán a ver. Ambos son contratados y el chico la busca pero no la encuentra, están en departamentos diferentes y con horarios distintos.
Un día se encuentran fugazmente y deciden quedar para verse en la fiesta de fin de año de la empresa. Llega el día, la fiesta comienza aburrida hasta que beben y todo el mundo baila. Curiosamente dicho momento álgido con la gente haciendo la conga y cantando el “funiculí funiculá” se interrumpió por un corte en la proyección que nos sorprendió a todos porque se acopló perfectamente al momento. Retomamos la fiesta pero ella no aparece (la mamma no le dejó) y el trabajo no es lo que pensaba.

 

Primer año y nueva cara

Hoy cumplimos un año, mi blog y yo.
No me esperaba llegar hasta aquí pero ya ves, hubo sus altibajos con ganas de dejarlo pero al final vuestros ánimos y la necesidad de seguir escribiendo me han empujado hasta aquí.
Como véis he hecho algunos cambios, he puesto enlaces y traducido algunas cosas, parece difícil pero una vez que le pillas el truco (gracias a la ayuda del Blogger) vas cambiando pequeños detalles. Aún estoy de pruebas, iré poniendo más enlaces poco a poco.
La estructura será la misma, mucho cine y poca vida o al revés según sean las circunstancias. Tengo pensado poner en cursiva los títulos de los posts sobre películas para evitar una lectura engorrosa a los no interesados en el cine (si es que existen).

Para finalizar esta nueva bienvenida, permitirme daros las gracias una vez más y aunque quede algo ridículo voy a desearme un feliz cumpleblog.

domingo, enero 22, 2006 

Guardar plantilla

Después de la ensalada de posts de una semana que he publicado esta noche solo me queda comunicaros que mañana cambiaré la plantilla del blog como regalo de primer aniversario. También incorporaré links de favoritos entre los que estaréis muchos de vosotros, queridos lectores. Si queréis conservar la visión del formato original guardar la página porque desde mañana la oscuridad será historia.
Para los que estáis lejos, el Depor ha vuelto a perder puntos en casa empatando 2-2 con el Mallorca en un día realmente para olvidar.
A veces es mejor callar y mirar hacia otro lado en lugar de discutir y gritar, lo poco que dura la armonía familiar cuando queremos.

sábado, enero 21, 2006 

Adiós cena ligera

Salgo del cine con la intención de cenar un sándwich en el Hut e irme a casa a postar un poco hasta la hora bruja del concierto. Como en el nuevo “Sham-Rock” cabe mucha más gente la hamburguesería está abarrotada, como alternativa decido pillar algo en el “Bombilla” pero de camino me cruzo con Carol y Manuel que me hacen cambiar de planes.
Vamos al Centro de Ocio del Puerto, entre la curiosidad y el pesar acepto cenar en el “Fosters Hollywood” la antítesis de los sitios donde querría comer. Coincido con mi prima Patricia (en realidad es la hija quinceañera de mi primo, pero parezco más joven si digo que es mi prima) que me presenta a su novio, hablamos de todo porque nos vemos poco, me dice que quiere ser periodista y no puedo evitar recordar viejos sueños. La carta es inmensa y desprende grasas y colesterol en cada letra y fotografía. De perdidos al río, pienso y me lanzo a tomar un “Entrecot Newyorker”. Alucino con las posibilidades de elección del acompañamiento de la carne, elijo al azar mezclando dulce con salado y picante. Reconozco que estaba bueno aunque la ración parecía lo doble en la foto de la carta. Estoy casi lleno pero me animo a pedir una tarta de postre.
Acabamos reventados y casi arruinados (me pareció caro para ser fastfood). Decido proponer un chai para acabar con nuestros maltrechos estómagos y sorprendentemente aceptan. Vamos al Art-thé, que no conocen, les gusta pero dicen que hace demasiado calor. Tienen razón. Después decido enseñarles el Baobar donde coincidimos con la plana mayor de los Nouvelle Cuisine con los que compartimos mesa. Finalmente nos marchamos a casa rondando las dos cargando con un exceso de peso fruto de una cena demasiado copiosa.

 

Los Caníbales

Pocas veces uno demuestra su incultura como en esta ocasión. Culmino un fin de semana saturado de cine acudiendo al Cgai para ver “I Canibali” de Liliana Cavali.
En una hipotética Italia actual donde se hablan italiano e inglés, vemos imágenes de cuerpos inertes tirados en las calles y poco a poco se va descubriendo porque nadie hace nada. Las calles desiertas plagadas de cadáveres con la policía y el ejército vigilando cualquier movimiento. Los carteles y avisos nos informan que aquél que toque un cuerpo será disparado, acusado de rebelde y disidente del orden establecido.
Una chica de buena familia al ver a su hermano muerto tirado en la calle decide actuar, pide ayuda a la familia para recogerlo pero se niegan a contravenir las normas.
Entonces su vida se cruza con la de un joven de aspecto mesiánico que habla un idioma desconocido y tiene un comportamiento extraño. Logran entenderse y ayudarse. Unen sus fuerzas para recoger los cadáveres y son perseguidos por el ejército hasta que son detenidos y torturados. Liberan al chico que busca desesperadamente a la chica pero cuando se encuentran ya es demasiado tarde para ellos aunque la semilla de su revolución ha germinado y otros continuarán su lucha.
Hasta aquí el sorprendente argumento, digno de convertirse en una película de culto. Sin embargo todo lo anterior se viene abajo cuando descubro a través de internet que es una adaptación de la tragedia griega “Antígona” de Sófocles. Eso no quita que haya sido una buena adaptación a los tiempos que corren con gran simbolismo político y la música tan prodigiosa de Ennio Morricone. Mi ignorancia será recompensada con el castigo de leer la obra original.

 

Hermanos

No se trata de aprovechar que volvemos a estar juntos por unos días para hablar de mis hermanos, que podría ser, hay bastante material para unos cuantos posts. En lugar de eso voy a hablar de “Brødre”de Susanne Bier, película danesa positivamente valorada por crítica y público, que he visto esta tarde en el Forum.
Dos hermanos completamente opuestos se reúnen de nuevo con su familia (hasta ahora me recuerda a alguien muy cercano). Uno, el más joven y oveja negra acaba de salir de la cárcel; mientras su hermano mayor, considerado hijo, esposo y padre perfecto apura sus últimas horas antes de partir con el ejército hacia Afganistán. Las discusiones entre los hermanos no tardan en enturbiar la apacible cena familiar. Al día siguiente el mayor se va y nada más llegar su helicóptero es abatido.
La familia destrozada se recompone con la ayuda del hermano menor que intenta sobreponerse a las odiosas comparaciones. Transcurren funeral y entierro mientras a cientos de kilómetros un superviviente es hecho prisionero. A partir de este punto las dos historias se cruzan hasta que lo liberan y vuelve a casa. Él tiene motivos para no ser el mismo pero no sabe que su familia también ha cambiado.
Unos últimos detalles que añadir sobre la película: me impresionó esa belleza tan sencilla del personaje interpretado por Connie Nielsen y los títulos de crédito me reservaban una sorpresa un tema “When I’m Coming Home” interpretado por un mito de juventud Andrew Strong aquel vocalista de “The Commitments”.

Al salir me encuentro con esa pareja de ciclistas-periodistas llamados Iago y Ana, me preguntan qué fui a ver y ella me comenta que también vio las dos pero no le acabaron de convencer, le gustó mucho la de la semana pasada “Paradise Now” y me informa que ganó el Globo de Oro. Seguimos hablando un buen rato, quedamos en vernos esta noche en el concierto de “Donna Regina” en el Playa o si no la semana que viene en la fiesta de Cris.

 

Speak Low

Me despedí de Rubén, suerte que vivía allí al lado si le llego a decir que voy al Playa se apunta y todo. Cogí un taxi pasadas las doce y media con la esperanza de llegar antes de que empezara el concierto que estaba programado para las doce. Decisión acertada ya que no empezaron hasta la una. Puede que fuera porque había un concierto de los Niños Mutantes en el Mardigras que comenzaba a las diez y media y habían decidido entre los organizadores no pisarse los horarios para poder ir a los dos (reconozco que a veces sigo siendo un iluso).
El grupo llamado Speak Low es el típico formato “reunión de amigos de otros grupos para formar un grupo paralelo donde toquemos lo que queramos”. La voz cantante (y los teclados) corren a cargo de Julián Maeso de los Sunday Drivers, le siguen Antonio Pax de La Vacazul en la batería, y los otros miembros son un guitarra, dos de viento (trompeta y saxo) y el de los bongos y demás tambores. Entre la gente del público pude reconocer al triunvirato del star-system local formado por Xoel de Deluxe, el cantante de Steelwod y Felix Arias. Otra gente conocida era el bajista de Nouvelle Cuisine y Carmela.
La música iba contagiando al público, al que animaron a subir a bailar al centro del escenario. Aunque a muchos les cause sorpresa, no subí. Primero hubo un chico que subió tímidamente y sería recompensado al final del concierto al ser invitado al back-stage. También subió una especie de sección erasmus muy desmadrada que la montó tirándose contra el público restante desde lo alto ante la mirada atónita del grupo. Del repertorio: sonaron las Supremes, terminaron el concierto con una gran versión del “What´s going on” de Marvin Gaye dejando para los bises otra versión muy lograda del “Thriller” de Michael Jackson (puede que fuera al revés, no me acuerdo bien). No tenía ganas de buscar compañía y me fui para casa.

viernes, enero 20, 2006 

Temporada de Patos

Salir del cine y dudar entre irse a casa y matar el tiempo hasta el concierto (actualizando el blog, por ejemplo) o meterse una nueva película rozando lo enfermizo. Como era de suponer, busqué un sitio donde comprar algo de cena y cogí el bus hacia el Forum para ver “Temporada de Patos” del director mejicano Fernando Eimbcke.
Ganadora de algunos premios en festivales europeos y de habla hispana, había leído alguna crítica y recordaba su poster en una página entera de publicidad de un número del “Dirigido por”, razones suficientes para arriesgarse. Rodada en blanco y negro con un planteamiento inicial bastante simple que cuenta como una madre muy protectora deja a su hijo quinceañero junto con un amigo, solos en casa durante una tarde del fin de semana. El plan de los chicos es casi universal: videojuegos violentos, grandes dosis de refrescos de cola y algunos aperitivos para matar el hambre hasta la hora de pedir las pizzas. Solo podía molestarles esa idílica tarde alguna vecina que viniera a pedir sal o azúcar, la llegada del pizzero y quizás algún fastidioso corte de luz. Todo calculado para que nada falle pero están en temporada de patos donde todo puede ocurrir y ocurre. Una vecina algo mayor que ellos les pide permiso para usar el horno para acabar un pastel; el pizzero es demasiado mayor para serlo y tiene un aire soñador e infantil. Todo ello se mezcla y aparecen los sueños de juventud, los problemas familiares, los primeros amores y los primeros contactos (accidentales) con las drogas. Es el último finde que pasan juntos y lo recordarán toda la vida.
Me gustó pero no me acabó de convencer del todo, bien podría ser por ver tres películas en algo más de seis horas o bien pudo ser la compañía improvisada y algo pesada de Rubén, eterno estudiante, antiguo compañero de colegio de mi hermano y amigo de algunos amigos míos.

 

Marcha Nupcial

Tras una hora de descanso que aproveché para leer algún periódico y beber algo, volví al Cgai para la segunda sesión. Se trataba de “Marcia Nuziale” de Marco Ferreri, que contaba con la colaboración del gran guionista Rafael Azcona. Era una reflexión sobre la vida conyugal a través de cuatro episodios o etapas diferentes ("Prime nozze", "Il dovere coniugale", "Igiene coniugale", "La famiglia felice") con Ugo Tognazzi como genial protagonista masculino de las cuatro partes.
El primero (titulado “La primera noche”) cuenta una historia, esperpéntica y surrealista, de ansiedad y preocupación dos familias ricas por el acordado matrimonio entre sus dos canes de raza y la posterior consumación del mismo. Causó los primeros estragos entre las mandíbulas de los presentes.
El segundo episodio (titulado “El deber conyugal”) cuenta las tribulaciones de un marido y padre de familia por conseguir cumplir con el deber conyugal intentando superar las excusas de su esposa. Nueva dosis de humor atemporal.
El tercer capítulo (titulado “Higiene conyugal”) juega con esa moda del diván, donde se planifican los encuentros sexuales en hora y día. Las parejas se reúnen y conversan para liberarse de sus miedos y afrontar el entusiasmo perdido. Con decir que quién modera dichas reuniones de tres parejas es un sacerdote y su mujer, la situación ya es bastante graciosa por si sola como para dar más detalles.
La última parte (titulada “La familia feliz”), es una visión futurista sobre cómo serían las relaciones en nuestra época: la pareja deja de ser una persona para convertirse en un ser de plástico elegido por catálogo y con amplia sofisticación tecnológica. También tiene su gracia aunque desgraciadamente dicha situación se puede volver muy real como sucede ahora en Japón con el furor de las muñecas hinchables de alta calidad.

 

Paseo por el amor y la muerte

Hoy me he superado a mi mismo. Me he montado para la tarde-noche del viernes mi propio mini-festival de cine y música. Consta de cuatro bloques bien diferenciados aunque sea en tres escenarios independientes. Primero tocaba una película en el Cgai. Era de John Huston y se titulaba “A Walk Love And Death”, basada en la novela de Hans Koningsberger. Por una vez ni había leído nada ni sabía de qué trataba, era completamente desconocida. Ni que decir tiene que me impresionó.
Se sitúa en plena Guerra de los Cien Años, un joven estudiante abandona París para conocer el mar atravesando zonas de combate. Esa larga caminata que le sirve de peregrinación y enriquecimiento vital está plagada de conflictos que intenta resolver utilizando sus conocimientos. En una de sus paradas pide alojamiento en el feudo de un noble donde se enamora de la hija de éste (una irreconocible Angelica Huston). Sigue su camino y tras diversas circunstancias, ella le acompaña y extienden su amor aunque a la chica le cueste superar los conflictos de clase al tener que relacionarse con campesinos.
Para ser de la época medieval es muy diferente a las habituales de torneos y cruzadas, los personajes reflexionan sobre el sistema feudal al que se someten, incluso llegando a ceder su poder a los campesinos como hace uno que interpreta el propio director. Otra cosa que me llamó la atención fue el marcado acento inglés de los intérpretes. Me gustó pero no deja de ser una obra menor y casi desconocida de su filmografía.

jueves, enero 19, 2006 

Afonía y devoluciones

El cansancio de la jornada laboral me hizo desechar ir al gimnasio, otra semana que solo iré una vez. En su lugar fui con mi madre a devolver el combo DVD- Vídeo que le habíamos regalado para, a continuación, comprar otro en otro establecimiento por el mismo precio y similares características pero además con Home Cinema.
Al llegar a casa en vez de instalarlo me acompañó a Massimo Dutti a devolver una camisa azul marino que me había regalado mi hermano (de todos los colores tuvo que elegir el que más odio, a veces parece que lo hace aposta). Tuve suerte porque encontré unas botas marrones que me gustaban y necesitaba, encima me sobraron diez euros. Por cierto, Álvaro ya puedes estar tranquilo ya no me compraré unas botas como las tuyas. Fuimos al Massimo Dutti woman, donde mi madre buscaba cosas para mi hermana que está sin ropa porque los de Ryanair le perdieron la maleta, le abonarán las facturas de lo que se compre. Allí me encontré con una elegante Marian que había quedado con Marta. Mientras esperaba a mi madre que estaba en la cola de la caja, salí para llamar a Marta. Un poco más tarde llegaron Marta y Susana. Me convencieron para tomar algo en el Contertulia, le di la bolsa a mi madre que se fue para casa. No pude reprimir la gula y me pedí un trozo de tarta de chocolate. Faltaba una hora y media para el partido y me lo estaba pasando bien pero una inoportuna llamada de mi madre diciéndome que se le olvidó el carnet del Depor precipitó mi marcha. Pasé por casa, busqué los carnets, me hice un bocata y salí hacia una cafetería, punto de encuentro con mi hermana y mi madre.
El encuentro del Depor frente al Valencia (octavos de la copa partido de ida) fue muy polémico, el pasado todavía duele y el juego sucio más aún. Menos mal que al final ganamos por 1-0 de penalti de los que no se pitan y con diez jugadores. Me exalté tanto que al descanso ya estaba afónico y al volver a casa tardé más de una hora en acostarme porque me sería imposible dormir, aproveché el tiempo para instalar el Home Cinema y probarlo al dejar grabando Días de Cine.

miércoles, enero 18, 2006 

Accattone

Nueva cita en el Cgai para ver la primera película de Pasolini. Es una pena no haberla podido ver antes que la segunda proyectada la semana pasada, “Mamma Roma”. Ambas beben de las mismas fuentes realizando una crónica social de las clases más bajas, pero ésta se presenta de forma más clara como fábula neorrealista dejando apartado cierto simbolismo presente en la otra. Comparten prácticamente el mismo reparto pero sin la Magnani. Los rasgos de su cine, sobre la temática común ya están presentes: el fervor religioso y el lumpen.
Es la historia de aquellos que ni quieren ni pueden trabajar, auténticos vividores dentro de la miseria que asumen sus circunstancias vitales y prefieren que trabajen otras por ellos (novias, hermanas o madres les da igual). Pese a la dureza de sus vidas, las situaciones, cierta actitud chulesca y esos gestos con las manos tan italianos provocan momentos en los que no puedes reprimir la risa. Es duro reírse de situaciones así pero si atrapas la ironía del drama puedes esbozar alguna sonrisa.
Otra vez se llenó, dicha circunstancia obligó a cierta muchacha a ponerse delante de mí y volver a distraerme como antaño. Esta vez no solo la escuchaba si no que también la veía cuando normalmente sucede al revés, si es que ella también se dedica a observarme que no lo creo.

Por lo demás, mi hermana ha llegado hoy de Londres para hacer su examen final el 23 y yo me he pasado las primeras horas de la tarde instalando el equipo multifunción que le regalamos a mi padre.

martes, enero 17, 2006 

After Liverpool

El ciclo de Michael Haneke ya había comenzado centrándose en la primera parte de su filmografía: las producciones para televisión. Aunque apenas existen reseñas sobre ellas, basta con conocer al director y echar un vistazo al argumento para darle un margen de confianza. No me decidí hasta el último momento, el hecho de que fuera su primer trabajo, rodado el año en que nací con esa estética que tanto me gusta, fue lo que me empujó definitivamente a ir hasta el Cgai, que sorprendentemente se llenó (entre los asistentes conocidos las hermanas Cuba).
Esta producción titulada After Liverpool o Und Was Kommt Danach? (traducida por “¿Y que viene después?”) cuenta las intimidades de la vida de una pareja desde que se conocen una noche. La acción transcurre únicamente en el piso donde viven, no hay ningún personaje secundario. Estructura la película alternando secuencias a modo de sketches con fragmentos musicales que incluyen frases y textos acuñados por grupos como Beatles o Stones, pensadores, escritores como Rimbaud o cineastas como Godard que sirven para potenciar o transmitir el significado de la secuencia.
No soy el más indicado para comentar el significado de las situaciones vividas por la pareja, pero comentaré algunas cuestiones. Por ejemplo, no entiendo esa necesidad de hacer preguntas incómodas que no tienen respuesta válida como “¿me quieres?” o “¿soy mejor o peor que?”.Además hay muchas parejas que no son capaces de soportar el proceso por el que pasas a conocer los defectos y las virtudes de alguien idealizado que saltan a la vista cuando la convivencia se hace diaria y pierdes todo tipo de intimidad. Después surgirán las discusiones por cosas ridículas que irán minando la relación hasta hacerla insoportable. Aunque muchas veces esas peleas consiguen el efecto contrario, fortalecer la relación gracias a la reconciliación posterior.
Como comentario final un consejo sacado de la película: un hecho trivial como que sólo quede una manzana y la queráis los dos puede desencadenar un enfrentamiento que acabe con vuestra relación convirtiéndose en vuestra fruta prohibida para siempre.

lunes, enero 16, 2006 

Ocho y medio

Se hace duro empezar una semana así, tras un finde casi perfecto la vuelta al trabajo supone darte de bruces con la realidad. Sobre todo si te encuentras con que la tortilla ha dado la vuelta tan rápido que no has tenido tiempo de sujetar la sartén. En efecto, los días tranquilos en el curro acabaron para dejar paso a una mañana infernal donde la mercancía no paraba de entrar y salir; encima teníamos menos gente disponible porque la gripe sigue causando estragos. Menos mal que sobre la una se calmó la cosa. No está mal para empezar estas cinco horas duras que se repetirán con mucha frecuencia por lo menos hasta el verano.
Como compensación a esa jornada agotadora me “machaqué” en el gimnasio (mierda solo voy dos días a la semana y ya empiezo a usar la jerga culturista). Dejé la bolsa en casa y cené un bocata. Me había dado tiempo a todo, pude salir tranquilo al Cgai para ver “8 y ½” de Fellini.
Deseché leerme algún dossier sobre la película o el autor, apenas ligeras pinceladas sobre su obra para dejar lugar al placer del descubrimiento y la sorpresa. Es difícil sorprenderme porque a estas alturas he visto bastante cine aunque me falten muchos de los clásicos pero cuando topas con un genio o un maestro como éste te das cuenta de lo mucho que te queda por ver. Cada plano estaba perfectamente estructurado, cada nota musical creada por su inseparable Nino Rotta consigue reforzar cada secuencia, encajar perfectamente las ideas surrealistas con el argumento; conseguir hacer una película coral donde cada uno de los intérpretes sabe que su presencia es igual de importante sea cual sea su papel, por no hablar de su capacidad para plasmar la idea del “cine dentro del cine” y rodearse de un equipo capaz de trabajar delante y detrás de las cámaras todo ello se consigue a base de imaginación, talento y muchas horas de trabajo.
El mito de Fellini y las mujeres se muestra en esta película con todo su esplendor, tiene la habilidad para reconocer ese detalle que las hace diferentes de las otras: una mirada, una sonrisa, una voz, un estilo, una actitud o simplemente alguna parte de su cuerpo que hace que su presencia resulte inolvidable.

domingo, enero 15, 2006 

Exposición de Frida

Con una deliciosa resaca, porque noches como la de ayer bien valen una penitencia, me levanté pasada la una y llamé a Marta para saber cómo quedábamos. Teníamos pensado salir pasadas las tres hacia Santiago para ver la exposición de Frida Khalo en la sede de la Fundación Caixa Galicia.
Después de una larga ducha fresca seguida de una ligera ensalada del Gasthof, Marta vino a recogerme. Algo más tarde de la hora prevista salimos hacia Santiago, tras sendas paradas para recoger a Luci y a Marian. El resto no venían por diferentes motivos que no vienen al caso. Me tocó el papel de copiloto, lo mejor hubiera sido sentarme detrás con Luci para competir a ronquidos, se podría decir que cumplí míseramente mi papel de Luis Moya.
Llegamos a un Santiago lluvioso y tardamos un rato en encontrar la calle, gracias a que había cola pudimos estar seguros de que era allí. La espera fue aprovechada para la charla distendida y varias llamadas para saber como iba el Depor que jugaba en casa contra el Alavés (perdimos 0-2). Pasó el tiempo y nos tocó entrar. Bueno en realidad pasamos de la calle al hall, aún tuvimos que esperar otro rato para subir a ver la exposición.
Es un placer poder disfrutar de algo en compañía de personas que saben tanto del tema.Marta es simple admiradora de Frida pero Luci va más allá porque estuvo en Méjico y conoce detalles mucho más cercanos, alejados de lo que los demás creemos saber sobre la artista mejicana. Sin embargo tengo que reconocer que siempre había estado más interesado en la trayectoria vital de Frida que en su propia obra aunque se encuentren íntimamente relacionadas. Como le pasa a Tóni, me quedo con Diego Rivera, cuya exposición en Pontevedra dejamos pasar en el último momento. Nos soplaron que habrá dentro de poco una exposición en Coruña sobre Diego Rivera, esta vez no se nos escapará.
Después de la exposición vagamos por las calles en busca de un buen sitio donde tomar algo caliente y comprendí lo bella que era la ciudad y lo injusto de mis antiguos ataques por pura rivalidad regional. Acabamos casi al lado de la sede de la exposición en un local de varios ambientes llamado Airas Nunes donde nos pusimos las botas a base de beber chocolate y comer tortitas con diferentes acompañamientos. Para bajar todo eso nada mejor que unas buenas dosis de risas y algunas botellas de agua.
El viaje de vuelta fue algo empalagoso con tres chicas cantando canciones de Noa y yo intentando no caer rendidos ante las voces y manos de tales sirenas. Pasadas las diez llegamos a casa, fue una jornada tan agotadora como bella.

sábado, enero 14, 2006 

Sorpresas y despedida

Hay noches que preparas a conciencia y salen fatal, en cambio hay otras en las que tu aspecto roza el peor de los posibles y brillas con luz propia. Simplemente fue una continua sucesión de aciertos, en tiempo y lugar, a la hora de elegir los locales donde parar. Esta sabia elección nos llevó a coincidir con la mayoría de la gente que uno pondría en una lista de “personas a las que me gustaría ver por la noche”.
Mientras esperaba por Álvaro entré en “La Bombilla” a coger una croqueta que me sirvió de aperitivo de la cena posterior en “El Serrano”, donde dimos cuenta de sendas raciones de calamares y tortilla. Nos atendió Alfonso, amigo de la familia de toda la vida por su pasado como camarero en “La Cazuela”, que sigue teniendo un repertorio de chistes y anécdotas francamente divertido.
Convencí a mi acompañante nocturno para tomarnos las primeras en el Soho, con la excusa de ser un sitio cercano y llevar varios meses sin ir. Seguía siendo un muy buen local, abarrotado a pesar de quedar lejos de muchas rutas, con gente muy variopinta desde pijos hasta lo más cool de la city. Eché en falta algunos habituales, escaseaban las largas patillas, pero comenzamos a divisar gente conocida: Cris y Patricia al fondo; y otros rostros menos conocidos (pero muy vistos) como Carmela y su nuevo novio tan superpijo o Fernando un ex de una antigua amiga orensana.
Algo me decía que esa noche estaría inspirado. La primera prueba tuvo lugar en la cola del baño. Éramos dos, chico y chica, esperando. Normalmente miraría al suelo, al móvil o al techo (por ese orden) pero, esta vez, era distinto. Me acerqué a ella y le dije: “si sale un tío entro yo y si sale una tía entras tú, sea cual sea la puerta”. Aceptó y se abrió la de los chicos, era una chica. Sonreímos y cuando ella iba a entrar se abrió la otra puerta, era también otra chica, volvimos a sonreír y decidimos que lo mejor era ir cada uno al suyo y así lo hicimos.
Regresé a sentarme con Álvaro y mientras tomábamos nuestra segunda ronda se fueron Cris y Patricia. Me levanté a hablar con Cris que me contó que, al final, deja Coruña y se vuelve a Madrid pero celebrará una fiesta de despedida en dos semanas. Quedamos en vernos más tarde en el Patachím, después de que ellas emprendieran un viaje digno de ser grabado: las dos en una bici, de madrugada hasta Labañou, recorrido de casi un kilómetro.
Un rato más tarde apareció Pejota, todo un personaje siempre dispuesto a echar unas risas con quien sea. Había quedado con Javidoc que llegaría después y se uniría a nosotros. Nos quedamos otra media hora larga con ellos apurando nuestras rondas, pero ya llevábamos casi dos horas allí y nos piramos esperando verlos más tarde por el Pata.
Nada más llegar nosotros al Pata, empezaron los encuentros sorpresa. Primero, casi en la puerta ya estaban Cris y Patricia que habían conseguido ir a ¿casa?, cambiarse de ropa y llegar al Pata antes que nosotros, toda una hazaña femenina. Tras un rápido saludo, nos adentramos en nuestro local preferido cuando una voz gritó mi nombre. Se trataba de Carol, de la que no sabía nada desde hace dos meses, estaba con Roi y Héctor (el novio de Anita).Por cierto, ella me contó que Anita se ha ido a casa de su hermano a chapar las opos cerca de Madrid, creo que dijo Alcorcón (o era Alcobendas, no sé). Seguí hablando con Carol y llegó Xurxo con Ana, segunda sorpresa consecutiva, ya no contaba con verlo antes de su regreso a Madrid. Para completar el encuentro a Juanjo se le ocurre pinchar una canción de la maqueta de Junkfood, el grupo de Manuel (amigo y ex novio de Carol). Era todo tan perfecto que daba miedo.
Después todo se convirtió en caótico y fantástico a la vez, apareció Guille y su lady, a Carol y a Xurxo comencé a perderles la pista, llegaron Pj y Doc, y de repente me encontré bailando rodeado de chicas interesantes: unas me sonreían (en el grupo donde estaba ¿Begoña?) y otras simplemente me pisaban (como Iria, la amiga de David S. y Pepi).Juanjo empezó a ponerse espléndido y consiguió que hiciera algo que no pensaba volver a hacer tan pronto: tarimear (verbo acuñado por el ilustre Iván L. Gimeno). La culpa la tuvieron tres canciones seguidas:“Ahora feliz, feliz” de El Niño Gusano, “33” de La Costa Brava y una de Family que como me las sé todas de memoria no me acuerdo, ¿alguien se acuerda cuál era? para deleite todos los presentes, en especial Cris y Patricia, observadas en mis espasmódicos movimientos arrítmicos desde lo alto. Pero el repertorio no quedó ahí, sonaron otros hits del Pata que hacía tiempo que no escuchaba como “Quiero verte danzar” de Franco Battiato con Patricia subida en la tarima y cuando sonaron los acordes del “I wanna be your boyfriend” de los Ramones yo ya no sabía donde mirar ni lo que decir. Entre ese éxtasis musical hice una breve pausa para hablar con Coco, última aparición sorpresa en el Patachím.
A pesar del buen ambiente nos fuimos un poco antes de que cerraran buscando donde continuar la fiesta. Teníamos dos opciones, igual de válidas (Velvet o Mardi) pero sabíamos que fuera cual fuera la elección no tendríamos tantas energías. Elegimos el Velvet y lo pasamos bastante bien, estaba algo cansado y solo bebí agua, pero me quedaban las últimas gotas de sudor para gastar y muchas de ellas cayeron al comprobar que algunas que pisan donde no deben, bajan con esposas que te quitan la sonrisa. Pasamos por el Mardigras, ya cerrando y sin dinero, por lo que la alternativa final era irse cada uno a nuestras casas, previa despedida hasta dentro de unos meses aunque mantendremos el contacto virtual.
See you soon Alvaro!!.

 

Cachimba

Surrealista película chilena del director Silvio Caiozzi. Trata sobre un vulgar trabajador de banca que tiene como afición la pintura y el arte en general. Personaje aprisionado por su soledad consigue entablar relaciones con una chica, su pareja de baile de salón, aún más tímida y vergonzosa que él. Fruto de dicha relación hacen una escapada a un pueblecito de la costa, la lucha de la muchacha por frenar los impulsos sexuales del galán les lleva a entrar a un destartalado museo donde un extraño personaje ejerce de guía. Desde que entran en el museo se dejan convencer por ese viejo parlanchín de que se encuentran ante la obra de un desconocido genio. El protagonista se deja llevar por una locura quijotesca y emprende su lucha para conseguir fondos para dar a conocer su descubrimiento. En un principio se encuentra con la oposición de las autoridades culturales del país que se burlan de su joven compatriota. Finalmente la situación da un giro y todos parecen apreciar dicho arte.
Como hecho curioso destacar que al inicio del film sale una nota aclaratoria irónica y mordaz invitando a los representantes políticos y culturales presentes en la sala a que abandonen la misma porque se pondrán en tela de juicio sus capacidades intelectuales.

 

Paradise Now

Tarde de sábado aprovechada para otra doble sesión consecutiva de cine, esta vez en el Forum. Viaje en bus en el que quedé prendado de los ojazos azules de una de las tres brasileñas que estaban sentadas cerca de mí aunque la primera intención era mirar hacia otro lado donde estaban madre e hija . La hija es una chica rubia muy guapa asidua del Soho que tiene un novio de esos que dices “será un chico con una conversación interesante porque la pinta que lleva con el pelo largo y esa ropa atemporal no es su mejor cualidad”.
Me acerco a la taquilla desierta del cine y entablo una grata charla con la taquillera, la última vez que nos vimos fue fugazmente en el Desquite, nos ponemos al día sobre nuestras últimas lecturas. Está leyendo a Anne Perry, conocida por sus novelas de misterio ambientadas en la Inglaterra del siglo XIX y por su nueva serie de novelas que ambientadas en la Primera Guerra Mundial. Podría ser peor.
Tras esta introducción personal, volvamos al cine que es para lo que habíamos ido hasta allí.Había oído hablar de esta película de Hany Abu-Assad que relata la vida de dos palestinos que son llamados a inmolarse por su país. Como era de suponer, intentaron rodar en exteriores en conflicto por lo que sufrieron las amenazas de los dos bandos. El fuego real tan cercano puso en peligro sus vidas e hizo que algunos miembros del equipo abandonasen el rodaje. Finalmente consiguieron acabarlo cambiando alguna localización. Los personajes protagonistas son dos amigos que intentan sobrevivir en un medio hostil y un día cualquiera se encuentran con la obligación de dar su vida en una misión para la que han sido convocados por los poderes fácticos de su país. Ha pasado el tiempo y los futuros suicidas no son los mismos que cuando eran jóvenes. Sabían que tarde o temprano les llamarían, se creen preparados para ello pero no lo están. Aparece una mujer, educada en la no violencia que influirá en sus actuaciones. Su llegada supone que los amigos intercambien sus posiciones ideológicas a lo largo de la película pasando del claro convencimiento de su acción a la duda sobre si será la mejor manera de luchar por su país. El final, abierto en sus formas pero cerrado en su planteamiento, deja clara una postura ambigua sobre el conflicto aunque propugna el diálogo frente a la violencia, pero bien se sabe que si uno habla y el otro no escucha y viceversa, es difícil llegar a un punto intermedio común.

viernes, enero 13, 2006 

Mamma Roma

Con una hora por delante para la siguiente sesión salí a despejarme un poco y estirar las piernas, y volví con tiempo para echar un vistazo a las novedades de la biblioteca.Me esperaba otra película considerada obra maestra, Mamma Roma de Pier Paolo Pasolini.
Tenía muchas ganas de verla; la vida de Pasolini era causa más que suficiente para acercarse a conocer la obra del polifacético autor. La tarea fue pospuesta una y otra vez por falta de oportunidad para ir desgranándola cronológicamente. Algún tímido acercamiento a ciertos artículos o reportajes sobre él o su obra o echar una ojeada a sus libros en casa o en las distintas bibliotecas.No me esperaba que la película tuviera tantas lecturas y referencias: esa visión poética de la realidad que va más allá del neorrealismo triunfante de la época, esa relación edípica entre madre e hijo, recursos técnicos muy diversos, el despertar sexual y la pertenencia al grupo, cierto simbolismo religioso y la música apropiada para cada momento (incluida una canción italiana cantada por Joselito). Sentimientos encontrados y el recuerdo imborrable del personaje principal interpretado brutalmente por Anna Magnani tanto en los momentos trágicos como en los cómicos con una espontaneidad difícil de superar.
La presencia del Manolo Rivas en la doble sesión alivió mi sentimiento de frikismo al ver que algunos intelectuales hacen lo mismo que yo pero no evitó que saliera agotado por la misma y por una semana llena de compromisos y cada vez más trabajo. Me fui para casa a tirarme en el sofá sin que las llamadas de Álvaro me convencieran para bajar con él y Juan.

 

El Halcón Maltés

Primera de las obras maestras que proyectaban esta tarde noche en el Cgai. Dirigida por John Huston en 1941, supuso la tercera adaptación de la novela del mismo nombre de Dashiell Hammett. Entre los estudiosos del cine se considera como la primera película del denominado cine negro, aunque no sea del todo cierto.
Como es bastante conocida por todos me limitaré a señalar unos pequeños detalles que llamaron mi atención. Era la segunda vez que la veía, la primera fue en los inicios de mi adolescencia.El primer dato a resaltar es la visión en versión original que resaltó aún más el papel de detective de Humphrey Bogart que parecía mucho más duro e irónico que cuando lo había visto en versión doblada. Si ya me había impresionado en su día, creo que si la hubiera visto en inglés ahora trabajaría de detective.Otro aspecto que me llamó la atención y que me pasó desapercibido la otra vez, fue la presencia de un personaje de marcado amaneramiento pero sin parecer una loca, a medio camino entre un Josemi y un metrosexual.Como comprenderéis después de esta salida de tono de papel couché mejor dejar aquí la crítica esperando que las musas me devuelvan la inspiración para la siguiente.

miércoles, enero 11, 2006 

Cansado de pasear

Culmino esta serie de post atrasados pero publicados cuando acontecieron los hechos, con el de hoy, esperando volver a actualizar al día si los compromisos sociales me lo permiten.

Lo malo de reencontrarse con amigos de visita es que tienen unas ansias por pasear y ver todo antes de irse que te dejan agotado. Nueva ruta en busca de unas botas con Álvaro iniciada tomándonos algo en El Hispano. Regresamos a Rewind, la tienda de las camisetas y compartimos la oferta 2 x 30 llevándonos una cada uno. La mía era una reivindicación sobre mi década, me gustaba más otra (los puños de Robert Mitchum en “La Noche del Cazador”) pero no quedaba mi talla. Seguimos cazando sus botas pero no encontró las que quería. Para resarcirnos jugamos unas partidas al Time Crisis III y lo llevé al “Rincón de Eli” a tomar unas tapas mientras veíamos al Depor pasar la eliminatoria de Copa ante el Osasuna. Nos tomamos la última ronda en el Patachím donde nos llevamos sendos ejemplares del Mondosonoro con el resumen del año.

martes, enero 10, 2006 

La Notte

Primera película vista del año, este clásico de Michelangelo Antonioni.Que conste que había oido y leído algunas cosas sobre la película:que si era una obra maestra del género, que si el trío formado por Marcello, la Moreau y la Vitti daba que hablar y cuestiones técnicas alejadas del gran público.
Sin embargo no pude evitar sufrir uno de esos ataques de somnolencia repentina que me surgen en cuanto apagan las luces y me dejan unos minutos en una especie de letargo viendo la película con un ojo abierto y un ojo cerrado aunque me repongo enseguida. Me suele pasar en las sesiones del fin de semana de las cinco o las seis, fruto del cansancio acumulado durante la semana pero, en algunas ocasiones me pasan otros días. Intentaré volver a dormir más de siete horas, a ver si da resultado porque no solo me jode si no que me muero de vergüenza.
Volviendo a la película, simplemente decir que con el paso del metraje me fue gustando cada vez más: los planos y la fotografía rozando la perfección, las idas y venidas de la pareja que mostraban el vaivén de su relación, la música de jazz como fuente de inspiración para resaltar ciertas emociones, la belleza de las protagonistas luchaba con el encanto del gran maestro y esa moraleja final que cerraba o rompía el círculo y aclaraba todo lo anterior. El único punto de discrepancia fue la complejidad de sus diálogos que denotan una necesaria intelectualidad o nivel cultural (quizás bastaría con haber vivido más tiempo) para poder asimilar el contenido del filme. Seguramente una visión dentro unos años, cuando la empatía me permita reconocer ciertas situaciones me ofrezca una perspectiva distinta de la obra.

 

De paseos y comidas

La tarde del domingo comenzó en el OCM con Tóni, Sergio y Álvaro; continuó en La Abadía y la finalizamos Álvaro y yo cenando en El Tren donde coincidimos con Marian y Luci (a quién le pude aclarar que me lo había pasado muy bien en fin de año).
El lunes comencé a comer en el curro, llevándome un tupper de casa y la idea resultó muy beneficiosa: me quité el estrés de ir y volver de casa para comer en solo una hora y además comeré un plato único (evitando los fritos) siguiendo una dieta más saludable.
Por la tarde quedé con Álvaro y Tóni en La Bottega. También fuimos al Polvorín y culminamos la jornada tomando unas raciones de pulpo en el Fiuza que nos dejaron al borde del éxtasis.
Hoy continué las jornadas gastronómicas con un paseo de tiendas con Álvaro en busca de unos zapatos para él, que nos hizo descubrir en un calle estrecha una pequeña tienda llamada Rewind con camisetas muy chulas. Álvaro se compró una y quedamos en volver mañana para comprar más. Teníamos el tiempo justo para tomar unas tapas en A Nova Pataca y comenzar la nueva temporada de cine en el Cgai viendo la película“La Notte” de Antonioni que paso a comentar en el post siguiente.

sábado, enero 07, 2006 

Besos de mano

En cuanto llegué al punto de encuentro decidimos ir a comer algo. Fuimos dejando sitios llenos por el camino hasta que, algo desesperados del abarrote, optamos por unas tapas en O’Corno. Juan tenía planes matinales y nos dejó pronto. Seguimos la noche por O Alfaiate y La Gloira donde la falta de sitio, la sonrisa y amabilidad de Sonia nos hizo quedarnos en la barra tomando dos rondas intercambiables de té moro y caña.
Tocaba mover el esqueleto y que mejor sitio que el Patachím. En nuestra larga estancia nos pasó de todo. Lens encontró un móvil en el suelo y a Vanessa (la camarera, hermana de Juanjo el Dj) se le ocurrió leer los sms para ver si era alguien conocido. Le dijo a Lens que había un sms que ponía su nombre, lo miró y reconoció el mensaje, era mi móvil.
Segundo hecho curioso, voy al baño y coincido con Guille y Javi. Comenzamos una conversación tan infinita como interesante formada por un trío de incondicionales del lugar que nos hace olvidar el motivo por el que estamos allí, vamos dejando pasar a la gente hasta que las vejigas aprietan de nuevo.
La anécdota más recordada será la siguiente: sonaban Los Planetas, nos dejamos llevar por viejos instintos y bailamos. De repente se nos cuelga el típico borracho (mientras yo me fijaba en su amiga), le dejamos saltar con nosotros y entonces, nos besó la mano y no le dimos importancia (este tío está ciego, pensamos) pero de ahí pasó a lamerme el cuello y elegantemente moviendo mi dedo índice le dejé clara mi negativa para ir más allá, le quedó tan claro que le hizo huir al baño.
Este párrafo anterior supondrá un nuevo periodo de reflexión acerca de la imagen que doy porque es la segunda vez que me pasa en menos de seis meses y en el mismo sitio, además acompañado de Álvaro las dos veces. Me temo que parecemos demasiado una especie de Batman y Robin.
Este episodio y el alcohol acumulado me provocaron una laguna que me impide recordar lo que hicimos después; fuimos a un Velvet casi vacío donde vimos a Iván con mirada ausente formando un trío que parecía una hermandad. Creo que lo siguiente fue un paso rápido por un Desquite en pleno cierre y resto de la noche bailando en el Mardigras. Cuando acabó hablamos con Sara y Raquel; conversación a base de “personajes atlánticos”, sugus y camisetas autoeditadas de nombre “mariquinha” o algo así (difícil de recordar dadas las circunstancias) que estarán disponibles próximamente en las mejores tiendas y se merecerán el enlace correspondiente cuando decida darle un lavado de cara a este diario. Como recuerdo final me viene a la memoria que iba de camino a casa y le dije algo a Paula Martins cuyos ojos brillaban más que los míos.

 

Limpieza total y rebajas fugaces.

Tenía una mañana de sábado muy planificada que quedó limitada por la noche anterior. Únicamente pude darme una larga sesión de ducha, afeitado, limpieza facial y manicura casera. Había que celebrar que volvía a salir de noche. Para culminar con el proceso limpiador necesitaba un corte de pelo y pasé por Fatall para que Belén me diera cita para esta tarde. Seguí mi camino hacia Zara para ver si podía dar el cambiazo (encontrar la ropa que me compré hace unos días, volverla a comprar rebajada y devolver más cara ganando la diferencia). Fui a los tres Zaras que estaban abarrotados pero no encontré mis prendas, adiós cambiazo. En cambio sí que pude comprarme el chaquetón soñado en Purificación Garcia con un 50% que lo hacía asequible para mis bolsillos. Pasaban unos minutos de las dos y quedé para ir a comer con mi padre y mi hermano.
Después de comer, eché otro vistazo a las rebajas de camino a cortarme el pelo en Fatall. Me encanta charlar con Belén mientras me corta el pelo; aunque voy cada tres o cuatro meses siempre se acuerda de mi nombre cuando me apunta para pedir cita y nos pasamos la escasa hora charlando de cualquier cosa. Al salir pasé por casa de mi madre a enseñarle mi corte de pelo y el chaquetón de paso que lo dejaba allí. Quitándome los pelos del cuello y orejas me miré al espejo y tenía un aspecto muy diferente al de ayer. Fui hasta casa de mi padre a ponerle el partido del Depor que estuvimos viendo hasta el final. Nada más acabar, con victoria forastera del Depor ante el Athletic de Bilbao, me llamó Álvaro que estaba con Juan. Me esperaban, la noche comenzaba.

viernes, enero 06, 2006 

Llegada con sobresalto

Nada más dejar la casa de mi tío recibo un sms de Álvaro que ha llegado a la ciudad. Pasados unos minutos me llama desde su casa pero como estoy cerca de la mía no le cojo. Su impaciencia me incomoda pero tiene su explicación, acaban de ingresar a su hermana en el hospital y quiere saber si mi padre puede hacer algo. Quedamos en salir a tomar algo en un par de horas y mientras localizo a mi padre para que consiga alguna información tranquilizadora. El tiempo restante lo dedico a recoger regalos y papeles.
Paso por casa de Álvaro a recogerle y le informo de las noticias sobre su hermana. No voy a dar más detalles sobre esto porque me parece demasiado privado.
Necesitados de un sitio tranquilo y agradable donde ponernos al día, propongo ir a tomar un chai al Ar-té, local desconocido para él. Es la tercera o cuarta vez que voy, pero hasta ahora estaba casi vacío, parece que el efecto boca-oreja ha funcionado y está abarrotado. Hacemos un repaso general a nuestras vidas y las de los amigos cercanos, incluido un análisis de los blogs y fotologs conocidos que desvirtúan viejas amistades y crean o potencian otras.
Continuamos dicha exposición en el Baobar, siguiendo la ruta de locales nuevos interesantes, donde coincidimos con parte de los Nouvelle Cuisine, casi completos de nuevo con la llegada del "galés" Miri. Para terminar la noche se hacía necesario uno de los clásicos, añorado en varios meses de noches caseras y solitarias, el Patachím. Estaba distinto, faltaban hits musicales, poca gente habitual y mesas libres para sentarse y charlar. A pesar de todo sigue resultando tan tentador que pasamos más de dos horas allí. Aparecieron Ana e Iago con otra pareja (fíjate, Ana que te pongo de primera a ti y no a Iago aunque suene fonéticamente peor para que luego digas que tu presencia no es importante). Agradable conversación con presentaciones incluidas que no evitó dejar algo marginado a Álvaro por lo que fue necesario acortarla quedando en vernos en algún futuro concierto.
Se fueron y al rato, nosotros salimos de allí; con Álvaro intentando convencerme para seguir de fiesta cuando yo ya pensaba en la cantidad de cosas que tenía que hacer la mañana sabatina. Hice una pequeña concesión entrando en el Mardigras y probando a ver si estaba abierto el Desquite pero fueron dos pasos fugaces, mañana tendríamos oportunidad de una noche más larga.

 

Día de Reyes

Pasan los años y en la mañana de Reyes cada vez te levantas más tarde aunque la ilusión persiste, ha sido un proceso paulatino. Sigues, rondando la adolescencia, levantándote temprano pero ya sólo por el placer de abrir los regalos y poder volver a la cama hasta que se despierte la última persona para desayunar roscón todos juntos. Ahora ya todo te da igual, si hay alguna sorpresa no será para tanto, pero sigues manteniendo esa idea de acostarte temprano y no salir de marcha la noche anterior como una forma de respetar esa tradición de la infancia que tanto agradece tu madre.
Efectivamente, no me equivoqué, allí estaban envueltos mis nuevos calzones y un montón de pares de calcetines, y el DVD de Dylan. Como extra una camiseta negra de Pull&Bear. El paquete restante era el regalo de mi hermano, una camisa azul marino que demuestra lo poco que me conoce porque no tengo nada en ese tono.Mi madre alucinó con su combo VHS-DVD y tardé bastante más de lo esperado en conseguir instalarlo.
Cerca de las dos salimos hacia casa de mi abuela cargados de regalos que repartir entre los familiares. El mejor momento fue cuando a mi prima Alicia le regalaron los títulos enmarcados de maestro de nuestra bisabuela y nuestro abuelo, al ser la única profesora de nuestra edad, cuarta generación consecutiva en mi familia materna. Yo conseguí dinero, un archivador y un paraguas.Apareció mi padre, le dimos sus regalos (una impresora multifunción y un paraguas), le sirvieron un vino mientras yo me tomé una tapa de la tradicional fabada y un trozo de empanada. Nos fuimos a comer a casa de mi tío, ya en la rama paterna de la familia, les repartí los regalos a mis primas y primos y nos sentamos a comer, también fabada. En la sobremesa descubrí mis dotes nulas de cantante jugando al karaoke en un juego nuevo de la Play2 de mi prima. Batí todos los record de puntuación más baja, dejaré de cantar cuando baje por la noche pero seguiré bailando.

jueves, enero 05, 2006 

Regalos y anticipo de rebajas

He vuelto a sufrir el estrés de las compras. Suelo planificar todo al mínimo detalle para no perder tiempo e ir a tiro fijo porque no soporto las multitudes que van a dos por hora y pasean sin prisa por los centros comerciales. Han sido tres tardes consecutivas de patear tiendas y calles para comprar y gastar más de lo previsto.
El martes me dediqué a observar y comparar posibles regalos y a comprar ropa para mí en Zara, si la consigo más barata en rebajas les daré el cambiazo ganándome unos euros (tímida conquista en la lucha contra las multinacionales).En total han sido dos jerséis finos de cuello vuelto (uno verde y otro violeta), una chaqueta de terciopelo negro (por fin) y unas botas tipo botín de vestir, negras también.
El miércoles apenas dediqué tiempo a ver unas cosas porque fui al gimnasio y al partido del Depor contra el Osasuna (3-0, gran partido y buenas vibraciones).El jueves salimos de currar a las tres, con pinchos de comida desde la una, para que los que tienen hijos puedan llevarlos a la cabalgata. Por ello me metí de lleno en la vorágine de las compras de último día. Llegué a casa sobre las siete, en cuatro horas recorrí tres centros comerciales, dejé bolsas en casa y volví a salir esquivando la ilusión de los niños en la cabalgata viendo pasar a la gente llena de regalos sin preguntarse porqué.Acabé tan agotado que preferí quedarme en casa en lugar de ir al Velvet al concierto de Nouvelle Cuisine e Item o al plan alternativo de cenar en un chino con Marta y el resto.En su lugar, estuve haciendo cuentas y viendo la tele. Pude disfrutar del programa de lo mejor del año de Días de Cine cuyo listado merece un comentario aparte y me acosté con la ilusión de un niño pequeño aunque mi carta de reyes materna sea cada vez más modesta: cuatro boxers unicolor, calcetines negros sin especificar cantidad y el DVD de Martin Scorsese sobre Bob Dylan.

¡¡¡Felices Reyes de un republicano y ateo confeso!!!

domingo, enero 01, 2006 

Primer día del año

Las primeras horas del año fueron bastantes buenas. Me encontraba bastante mejor de mi gripazo y todo parecía que no tendría problemas para pode acudir a la fiesta.Tras la larga cena y las risas de las uvas, salimos fuera para barrer la calle delante de casa de mi abuela, una tradición familiar que sirve para “botar as meigas fora”. Se colapsaron los móviles a base de recibir y enviar sms, muchos de los cuales más empalagosos que un polvorón. Esos mensajes de buen rollo que parecen poemas y colapsan la red son tan ridículos que tan rápido como llegan los elimino.
Como quedé a la una y media en el Cheers para tomar la primera copa, pasé antes por la casa de mis tíos para felicitarles el año a mi padre y demás familia. Más bebidas que mezclar antes de la fiesta posterior, hay que preparar el estómago para una barra libre.Sin ser uno de mis nuevos propósitos del año, conseguí llegar puntual y de primero al punto de encuentro. Poco a poco fueron llegando Santos, Carolo, David y María, Carlos, Marta y su hermana, Seco y Richard. Los efusivos saludos y la primera copa dejaron paso a momentos de silencio, algo inaudito habiendo gente que tenía tanto que contarse y llevaba varios meses sin verse. Estuve una hora, solo faltaba Carol, pero visto el panorama decidí no tomarme otra copa y marcharme al Keops a mi barra libre.
Tras un pequeño lío para localizar el sitio, conseguí llegar. Nada más entrar me topé con Pablo, el hermano de Santi, nos felicitamos el año, me contó cómo iba la cosa y yo le comenté que venía de Cheers que se pasara por allí para saludar a la gente (así lo hizo después pero y a se habían marchado al Velvet).El panorama inicial era algo desolador: cafetería estilo años setenta, camareros inexpertos y con mezcla escasa en botellas de plástico de dos litros, menos de un centenar de personas (la mayoría chicos) y mi grupo era también escaso: Marta, Marian, Lucía, Sonia y Jose. Como éste último era el menos integrado decidí colaborar con la causa masculina e intentar que se soltara comenzando nuestra barra libre. Unas rondas más tarde ya habíamos diseccionado todo el local y las chicas nos arrastraron a bailar. Desde ese momento no recuerdo parar de bailar, salvo las obligadas excursiones al servicio o a coger más bebida. En una columna del local había unas listas donde la gente podía llevar la cuenta de los cubatas que llevaba que enseguida fue objeto de competición entre Jose y yo (sin quererlo me ha salido un plagio planetario) que cambiamos el objetivo inicial de amortizar la barra libre cuya cifra estimada era de unas diez copas por ver quién bebía más. Afortunadamente tuve un momento de lucidez al octavo cubata que me hizo desechar el alcohol y comenzar a beber mezcla, eso sí sin parar de bailar. Cuando paró la música y busqué mi móvil en mi chaqueta no podía creer que fueran las ocho de la mañana; el tiempo pasó volando y era demasiado tarde para hacer una escapada al Pata o al Velvet, desechado también llamar a éstos, acepté la invitación de Marta de llevarme a casa en su coche.
Seis horas de mal sueño y primera bronca consecutiva con mi madre y mi padre. Con ella porque se quedaba en casa a comer sola, no iba como siempre a casa de la abuela a comer con su familia. Con él porque me llamó por teléfono para ver si iba a comer a casa de mis tíos cuando le dije ayer que no me llamara ni me despertara que ya me iría yo cuando me levantase y que empezaran sin mí. Otro propósito de nuevo año, intentar no discutir con mis padres, que incumplo a las primeras de cambio. La larga sobremesa no me impidió vegetar el resto de la tarde y acostarme temprano que mañana es lunes de trabajo y nuevos propósitos.

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