viernes, diciembre 29, 2006 

Hasta el año que viene (o no)

Con esto de las fiestas me ha pasado la semana volando. La cena de nochebuena transcurrió sin incidentes, posteriormente solo nos permitimos tomar una ronda en el Pata y para casa a las tres. La comida de navidad fue menos pantagruélica de lo acostumbrado, sin embargo el día fue propicio para muchas fotografías, alguna impagable y para coger la llamada de teléfono de nuestros parientes lejanos desde Uruguay. Las tardes siguientes transcurrieron entre sesiones de gimnasio y encuentros gastronómicos con los amigos y conocidos.
El cine ha terminado por esta temporada salvo que la cartelera nos depare una sorpresa de última hora, antes de que regrese la programación al Cgai y al Fórum. Pensando en posibles regalos aproveché para regalarme un pedido de Siesta, imposible dejar pasar la oportunidad de conseguir jubilar mis cintas de los primeros singles de LBV, por fin reeditados en digipack por su antigua discográfica. Completé dicho pedido con el debut de Nixon, posible regalo de reyes (para alguien que no me lee) si sus compañeros de curro no se lo chivan o me da por abrirlo antes, y completando el pedido el también esperado "Nicolás" de Plastic D'Amour.

Todos estos precedentes invitaban a la relajación y descanso preparándome para otro largo fin de semana pero decidí comenzarlo antes de lo previsto. Tras dejar La Bottega en compañía de los dos señores T. y pasar fugazmente por casa de mi madre, tiempo justo para coincidir con mi hermana y su boyfriend, me fui hasta las taquillas de Riazor para comprar la entrada para el partido de la selección gallega contra Ecuador.Por el camino realicé varias llamadas para ver por qué grada y compañía me decidía. Mucha gente, la familia nacionalista uniformada al completo, me pareció ver a la chica que ganó el viaje del bingo (creo que se llamaba Ana).Me metí en la grada media hora antes, escapando de los jarraichus de turno que tuvieron que montarla para revindicar por medio de la violencia lo que no se conseguirá si prefieren luchar contra el sistema sin ir a votar cuando deberían permitiendo que los dinosaurios nos gobernaran durante casi veinte años. Buscando mi asiento en Preferencia Superior me pasé casi diez minutos, le pregunté a seis o siete porteros en galego y todos me respondieron en castellano y mareándome de aquí para allá. Una vez encontrado el sitio (desde donde veía mi asiento de habitual tribunero) me instalé hasta que llegaron mis acompañantes (dos hermanas y un gigante).La emoción y la piel de gallina saltaron con los jugadores al campo y cuando sonó el himno. Se notaba que no todos eran hinchas, había mucha militancia política que nunca pisó un estadio y que casualmente no se sabían las estrofas del medio del himno. Los pocos ecuatorianos estaban más pendientes de hacerse ver por la tele que de disfrutar del fútbol. El encuentro estuvo muy entretenido, con pocas ocasiones pero vistoso y movido. Los fondos pugnaban por llevar la iniciativa y se notó la descoordinación en los cánticos y en las olas, así como la estupidez de sacar las bengalas.
La organización hizo desfilar a las majorettes, los bombos, las gaitas y otras agrupaciones mientras el locutor hizo de las suyas hablando en castrapo y metiendo la pata como siempre. Antes que Lendoiro tendría que irse este individuo que nos hace reír demasiado con sus errores.Nos metieron un gol de parrocho pero empatamos enseguida y nos pasamos los minutos restantes soñando con la remontada. De todos los jugadores que pude distinguir me quedo con el Jonathan del Villareal que revolucionó el partido. Y el árbitro (muy casero) pitó el final con el empate a uno que dejó un sabor agridulce.

Me despedí de los demás y al salir me encontré con el fan del profesor Barreiro que estuvo rodando un corto familiar en el estadio que ya explicaré otro día, me lié un buen rato y me perdí las primeras canciones de Meu.Como siempre la liaron a pesar de un público poco receptivo. Lo mejor la versión del "Nobody But Me" de los Isley Brothers y cuando lanzaron las botellas de agua sobrantes.Descanso aprovechado para beber algo y encuentros fortuitos con el segurata experto en cómics que resultó ser fan del grupo siguiente, los suecos Backyard Babies.No los conocía de nada, esa especie de punk metalero con gritos, insultos, cuero y mucho humo no me va nada, pero consiguieron que me moviera y aluciné cuando tocaron un tema y vi a un señor canoso con barbour, camisa de rayas y jersei de pico moviendo la cabeza mientras tocaba la guitarra imaginaria y sostenía un vaso de cerveza.Entre tanta sudadera con capucha y chupas de cuero, mi look casual friday del curro desentonaba un poco.Dedicaron un tema al gran James Brown y en el doble bis lucieron camiseta y bandera gallegas.
Un breve descanso y otro encuentro fortuito, esta vez con mi tocayo bíblico que aparecía y desaparecía continuamente.A ritmo de Miami Vice saltaron a escena Siniestro Total y la primera que cayó fue "Cuanta puta y yo que viejo", casi sin tiempo empezaron los puteos de Julián Hernández desde el karaoke de "Vigo No" a dosis de sarcasmo político y social. Después tengo lagunas pero recuerdo que tocaron "Todo por la napia" "¿Quienes somos? ¿De donde venimos? ¿ A donde vamos?" "Ay, Dolores" o las versiones de "Soy una alimaña y "Cultura Popular". Al fnal llegó el éxtasis con el "Bailaré sobre tu tumba" y el esperado "Miña terra galega".Debería haber acabado ahí pero volvieron para finalizar el concierto con "Vamos muy bien".Salieron de nuevo a escena para despedirse con puño cerrado en brazo doblado y la otra mano en el pecho mientras sonaba el himno soviético.
Grandioso final que me dejó en casa a las tres, me saqué los zapatos, el pantalón y la chaqueta para tirame encima del colchón porque había lavado las sábanas y no eran horas de ponerse a hacer la cama.Cinco horas más tarde estaba currando, lo llevé bastante bien porque fue muy relajado y tuvimos pinchitos.A las cinco y pico al gimnasio, luego a escribir estas líneas y por la noche hay una posible cena con los flikers o quedar con el recién llegado Sr.Atlántico esperando que dejara su versión Scrogge en Madrid.Puede que haga las dos cosas, lo que tengo claro es que voy a salir todos los días y no creo que postee antes de fin de año.

Por si acaso no escribo antes desearos un feliz año y daros las gracias por vuestros comentarios, en principio contaba con aprender de mí mismo pero cada vez más me enseñáis cosas nuevas desde el anonimato o no.Prometo sorpresas para comienzos de año, intentaré poner la versión beta, hacer posts más cortos e incorporar una sección semanal de homenaje cinéfilo.

domingo, diciembre 24, 2006 

Cleptómanos

Siéntate y preséntate.
Hola soy Pablo y soy..... cleptómano.
Hola pablo bienvenido.Tu problema es nuestro problema.

Esta podría ser la conversación en una terapia de grupo de la que merezco ser miembro honorífico como explicaré luego. Antes la crónica semanal de mi vida singular.

Lo único destacable del martes fue quedar para tomar algo en el Polvorín con inercia y señora.Los volví a ver el miércoles que tras muchos intentos, fue cuando me formateó el ordenador.Se supone que dicha labor se merecía una cena pero a pesar de ir al super a por suministros, hubo antojo de bocata y fuimos al Rogelio a tomar unos guerrilleros.Había pasado mil veces por delante pero nunca me había atrevido a entrar.Resultó algo grandioso tomarme uno de zorza con patatas.Me recordó los bocatas veraniegos de filete con patatas de mi niñez.Además vimos la primera parte del Zevilla-Depor.Menos mal que no lo vimos entero.Pretendía ir el próximo martes a la Junta de accionistas que va a ser movidita pero los excesos y la agenda apretada me impidieron sacar la credencial correspondiente.

El jueves también fue completito.Después del curro fui a Sandiego porque ya me dieron plaza, la espera de dos meses se redujo a dos semanas, si todas las listas de espera avanzaran de la misma manera sería mejor para todos aunque afectaría aún más a mi nivel de estrés laboral.
Un amable y tocayo monitor me hizo sudar con 15 minutos de bicicleta, 15 de cinta y 15 más de una máquina rarísima llamada elíptica que parece que vas esquiando y que me costó unos minutos coordinarme con ella.Para finalizar abdominales y estiramientos.Luego pasé por casa para dejar las cosas y volver a salir para ir a un cumpleaños sorpresa en el Café de las Indias en Linares Rivas.Continuamos en el Budha Bar donde una seguidora de los Lunnis nos llamó puretas.

El viernes hubo pinchos en el curro para olvidar la lotería, despedir a los de fuera que cogen vacaciones y fomentar el buen rollo que se incrementará cuando volvamos el martes y haya un cheque-aguinaldo en cada calcetín.Salí con un puntillo y el estómago a rebosar, en parte por unas deliciosas trufas de chocolate caseras cortesía de un compañero.Eran del tamaño de los ferreroroché y me tomé unas nueve.De camino a casa pasé por un quiosco y en un ataque de vulgaridad me compré la Ragazza (salía en portada la analfabética ganadora de supermodelos) y de paso la In Touch, cotilleo chic ajeno a grandes hermanos, ex-alcaldes y demás farándula.
No leía la ragazza desde que mi hermana era quinceañera y me resultó tan graciosa que no conseguí quedarme dormido hasta que la terminé.Me desperté con el tiempo justo para ir al Cgai a ver L'Humanité de Bruno Dumont.Aunque inercia me mate diré que me gustó a pesar de la eterna lentitud del film, la estupidez improvisada del protagonista y los excesos sexuales de una chica fácil que no desentonaría en el equipo de halterofilia de la antigua RDA.Un rápido y bombillero avituallamiento nos condujo a la Fundación Luis Seoane donde por escasos segundos no pudimos participar en el maribingo especial; tras el cual nos dimos un largo paseo hasta el Soho donde nos encontramos con, entre otras, la mitad de mi piso.Probamos la era Alberto en el Pata y resultó muy interesante, tanto en lo musical con en la presencia de people.Subimos al 14 y nos quedamos hasta el cierre con múltiples sorpresas como la presencia del cusinier muniqués y del zevillano, compañeros del viaje Alburquerque-Badajoz-Lisboa.Cuando estaba en pleno spanglish con una inglesa llamada Susi con tshirt de Twiggy de lucha contra el cáncer de teta, llegó la mitad de mi piso respondiendo a mi sms de que estaba el Cgai al completo y dilapidando mis opciones de intercambio cultural.Al salir del 14 tengo una laguna, sé que cogimos un taxi al Playa pero no sé desde donde.Recuerdo que pasé gratis y un encuentro con mr.wet en la Nordic, un abrazo del oso que hizo volar su copa como inicio de un grandiosa sesión de jbecerra.El nivel musical superaba al etílico que incluyó venenosos sorbos de varios cubatas.Y cuando ya nos rodeaban trabajadores de otros locales llegó mi ataque de cleptomanía alcohólica.Pensando que mi desaparecida mitad del alquiler se dejó su abrigo, me llevé uno mientras no encontraba mi bufanda de H&M.Casi llegando a Soweto le llamé y me dijo que ya estaba en casa y su abrigo también, fue entonces cuando me di cuenta de que el color era distinto ante las risas de los presentes. Estaba demasiado borracho para dar la vuelta y cabreado porque me habían robado la bufanda.En Soweto estuve apenas diez minutos pero me dio tiempo a pisar una bufanda y llevármela también.Decidí huir antes de que intentara abrir un coche o algo así.Me tomé un chocolate con churros debajo de casa e intenté leer el periódico cuyas letras no paraban de moverse, acostándome a las ocho.

Ayer casi no existió.Me desperté a la hora del té compartiendo resaca y manzanillas.Seguía tan torpe y tan lento que me cayó parte de la infusión a escasos grados de una zona vital, por lo que decidí volver a dormir hasta casi las ocho desechando despedir la temporada cinéfila del Forum evitando decidir entre la hematocrítica Murderball (ya me contarás que tal) y el homenaje a la Cuba que no será la misma con Viva Cuba.Acudí al super a por provisiones y me preparé para la cena en La Dolce Vita.Éramos nueve y medio, lo pasamos muy bien aunque la ironía acerca de la silla número nueve rozaba el exceso. La comida muy buena y el café de pota tan bueno que me tomé dos y me curó la resaca de golpe.Ante mi sorpresa y la de Beoki, estos amigos habituales del orzaneo se decantaron por ir al 14 aunque hubo varias deserciones.Se fueron pronto y nos quedamos Beoki y yo con la peque, esperando la llegada de otros amigos comunes.No era plan estar cinco horas seguidas, dejamos a la peque y fuimos al Novo Alfaiate donde Manu nos dió un carajillo y tanta buena onda que salimos más oxigenados que en una doble sesión de yoga.Hicimos un breve paso por el Pata buscando a nuestros amigos pero no dio resultado y volvimos al 14.
Estaba abarrotado pero tenía tan buen rollo que daba igual el apretón, todos me parecían aún más encantadores y entre emigrantes, habituales, amigas de y desconocidas había tanta belleza suelta que no sabía donde mirar.Me falló inercia y la sección dominicana por el jetlag menos mal que la sección aérea sí apareció casi al final. Con las luces apareció una bufanda a mis pies,conjuntaba perfectamente con mi camiseta pero esta vez se impuso la cordura y la dejé sobre la barra junto con unos guantes grises.La cleptomanía es tan contagiosa que incluso se llevan cuadros horrendos de travestis reagges (no fui yo).

Hoy comida casera para acabar con la perecedera y decidir si devuelvo el abrigo (que le queda genial y me ahorro un regalo) o no.La tarde con el piso vacío será propicia para hacer limpieza persiguiendo las bolas de polvo, hermanas pequeñas de los arbustos esféricos que vuelan en los westerns y cuyo nombre desconozco.
Esta noche saldré de nuevo tras la cena de gala en casa de mi abuela (que dirá por vigésimo año consecutivo que serán sus últimas navidades). Con el paso de los años conseguimos evitar el mensaje del bobón y la corbata pero sigo siendo fiel al traje.Mi padre llegará con unos carísimos camarones y centollas que agranden el pantagruélico menú y se aliará con mi madre para dirigir la vida de sus vástagos, lo que acabará con alguna que otra discusión tan típica de estas fechas que nos recuerde que hace varias décadas podían entenderse aunque como siempre su único punto en común sea a costa de sus hijos.

Felices fiestas a todos (mi boca atea es incapaz de decir feliz navidad).

domingo, diciembre 17, 2006 

Magia y armas

El viernes me lo fundí en plena armonía empresarial y etílica. Comenzamos con la comida en la Cabaña del Pescador donde gané la competición de la copa de la casa (macedonia, tres o cuatro bolas de helado, mucha nata y barquillos).Se alargó tanto que nos dio tiempo a tomar dos copas (de las otras).Después una ronda más en el Bitácora, cuando ya se habían producido las primeras deserciones (éramos 18 en total). Luego la locura del karaoke se prolongó hasta la medianoche, más de tres horas desafinando y bebiendo a cuenta de la empresa.
Quedamos siete y a pesar de tener cuatro coches salimos tan ciegos que tuvimos que coger dos taxis para volver a la city. Repusimos fuerzas tomando unas raciones en La Abadía e intentamos superar el bajón, ya solo cinco, en el Orzán pero había sido tan fuerte la cosa que nos tomamos una en el Retro (la primera vez que iba) y a eso de las tres nos retiramos (bueno hubo dos que siguieron con sus pandillas).

Ayer me desperté fatal y con el tiempo justo para ir a comer en familia. Volví a casa hasta casi las cinco que salí para el Forum a ver “Workingman's Death” de Michael Glawogger, documental que cuenta la situación de algunos trabajadores en lugares tan dispares del planeta como Ucrania, Indonesia, Nigeria, Pakistán, China o Alemania. La divide en seis partes independientes identificándolas con un título cada una. Podría explayarme en los detalles de cada episodio pero me limitaré a enumerarlos:
1º Héroes: Minas de carbón de Donbass (Ucrania) mezclando imágenes actuales con las soviéticas stajanovistas predominando el blanco y negro carbonífero.
2º Fantasmas: Minas de azufre de Kawah Ijen (Indonesia) donde los turistas impávidos se hacen fotos mientras se cruzan a los porteadores cargados de más de 70 kilos.
3º Leones: Matadero y quemadero de Port Harcourt (Nigeria) del que la falta de higiene y los gritos de las cabras degolladas que parecen bebés llorando estremecen.
4º Hermanos: El cementerio de barcos de Gaddani (Pakistán), parece fácil el desguaze de una mole como el Prestige superando los cuarenta grados.
5º Futuro: Complejo siderúrgico de Liaoning (China), temblad que vienen los chinos!
6º Epílogo: El Leisure Park de Duisburg (Alemania) antigua fábrica de hierro ahora convertida en un parque temático.
En su conjunto resulta muy impactante aunque se aprecia el distanciamiento del punto de vista global y occidental que aporta el director llenando de cierto exotismo irónico el relato. No debemos olvidar que para que nosotros gocemos del bienestar tiene que haber otra gente que se encargue del trabajo sucio y duro, antes los hacíamos nosotros pero ahora lo hacen inmigrantes o simplemente los países menos desarrollados. Todos ellos se dejan la piel y la vida para únicamente subsistir, la resignación les domina y es muy aprovechada por los sectores religiosos para ganar adeptos a la causa. El único atisbo de felicidad nos llega con los títulos de crédito que se superponen a imágenes relajadas de los protagonistas de cada episodio en sus escasos momentos de descanso.
Compartí película con la novia del genio decorativo de las lámparas, chica de cuyo nombre solo diré que acaba en “une” porque nadie sabe como se escribe el principio.
Seguro que los que sí que lo saben son sus paisanos del Athletic de Bilbao que media hora más tarde nos volvieron a ganar en casa por 0-2, la cosa pinta muy mal para el Depor. Al salir del fútbol improvisé una rápida cena y sin pasar por casa fui a la Rochester a jugar a los dados y tomar una Guiness con la sección fliker. Luego una parada en el Lenda para un descafeinado y seguimos nuestro periplo alcohólico-didáctico jugando al Trivial en el Baobar. A continuación bajamos al 14 sin comprender lo dicho por un tal Jenaro, tiene sus defectos pero cutrada nada, es un nuevo traje pero mantiene la esencia que es lo importante. No sé si fue por estar mal acostumbrado pero los servicios me parecieron inmensos, con un puntillo narcisista por los espejos (es la primera vez que me la veo reflejada cuando meo) y un grifo que me costó ponerlo a funcionar. La gente habitual y alguna cara conocida no vista desde la lejana playa del verano. Los flikers se fueron y dando saltos me incorporé al grupo cocinita que duda sobre la ubicación de su séquito en el nuevo local. Hubo momentos grandiosos del de blanco (verlo sin rayas y de frente se hace raro) como cuando nos volvimos sónicos o el popurrí planetario. Finalizando la velada charlando de pieles con el chico Small y la chica Súper. El quórum de la salida estableció que los que seguíamos nos íbamos al Inox donde aguantamos lo suficiente como para hacer una pirámide y perder a la chica Súper dejándome sin saber quién ganó nuestra apuesta. Como buenos caballeros nos fuimos dejando a una chica sola pero a más de uno no le hubiera importado quedarse pero nos lo dejó bien claro y nos piramos con la cabeza agachada por la lluvia.

Hoy poco que contar, resaca monumental consecutiva, comida familiar en el restaurante de la tía de S. y un cafetito con periódicos interrumpido por el saludo de otra chica rubia de la que no sabía nada desde el verano. Una siesta de media hora en casa y momento mágico de domingo viendo en el Rosalía el espectáculo "Armas baixo control" do Mago Antón para concienciarnos de la campaña del mismo nombre de AI. Volví a sonreír y abrir los ojos como un niño y me llevé de recuerdo las caras de los infantes y un cinco de picas lanzado desde el escenario a una velocidad vertiginosa. Después lo de siempre, visita al hogar materno, recogida del tuper correspondiente y escritura de todo esto.

viernes, diciembre 15, 2006 

El 14!

Sigo sin dormir las horas suficientes. Anoche apagué la luz pasadas las doce y media pero la oscuridad se mantuvo escasamente cuarenta minutos. Desvelado me puse a escribir estas líneas pensando cuales serían las causas de mi desvelo casi crónico.
Podría ser el descafeinado de las ocho de la tarde en La Bottega en compañía del otro señor T. y de S. que dejó una nueva entrada en nuestro diccionario de conocidos: “suricato u oteador de ballenas” pequeño personaje que con nocturnidad y alevosía se apoya en las columnas o paredes de los pubs en silencio viendo la gente pasar siempre con el radar alerta.
Esta vez la película del Cgai no me dejó transpuesto, era Hori Ma Panenko (¡Al fuego, bomberos!) del checo Milos Forman, delirante comedia de veteranos apagafuegos. Tampoco lo hizo el miércoles en los Yelmo la película “Palíndromos” de Todd Solondz, alternativa improvisada de una cena y formateo de ordenador que no se produjo, donde la presencia de una chica conocida bajita y profesora de la que no recuerdo su nombre rompía la soledad de la sala.
Volviendo a los posibles motivos de la ausencia de sueño pienso en la pasta que me dejé en la Colón con el dinero fresco de la paga extra cancelando tres posibles regalos de navidad a recibir en unos días: “En picado” de Nick Hornby, los “1001 libros que hay que leer antes de morir” de Boxall, Peter y Mainer y el último “Kim” de Rudyard Kipling en otra fantástica edición de la pequeña editorial Ediciones del Viento.
Otra causa posible y más que probable sería el chai que me tomé al salir del Cgai en la tetería de la calle Orzán con C. y M. a quienes convencí para subir a la inauguración del 14!, nuevo local de Rubensinho y compañía, artífices del santuario pagano llamado Patachím.
Pese a no ser ni las once ya estaba bastante lleno, fauna habitual de la noche coruñesa con una gran cantidad de trabajadores de otros locales como el Soho, el Macondo, el Baobar, el Small’s, el Playa o los del binomio Bar de Juan/ Desquite pero se echaron en falta a mucha gente conocida. Mientras ojeábamos el local y asaltamos patatas fritas, algún trozo de empanada y unas cuantas lonchas de jamón, fueron llegando más habituales. Con la cerveza terminada y antes de que la carroza se convirtiera en calabaza, nos fuimos sin pagar (fue un descuido Rubem) con la buena impresión inicial aunque sabiendo que no va a ser lo mismo (y no lo digo porque me sienta mayor o porque no haya tarima).
Quizás esta noche si la comida de empresa no se alarga demasiado, pasa factura o estoy muy cansado volveré a bailar como acostumbro al ritmo del Dj residente que dará la cara en lugar de la espalda.

Esta última línea fue escrita a las dos de la madrugada pero no me quedé dormido hasta las tres.

martes, diciembre 12, 2006 

Cine somnifero

Se supone que tantos días de descanso me vendrían bien pero no sé si el exceso de horas de descanso ha creado el efecto contrario.Todo esto viene porque llevo dos días seguidos en los que hecho varias cabezaditas en plena sesión del cgai.
Ayer fue con "Juventude em marcha" de Pedro Costa, película que no pone de acuerdo ni a los críticos, para unos es obra maestra y para otros una mierda.Estoy más de acuerdo con los primeros aunque resulte dura, larga, pesada y me haya perdido unos segundos tiene detalles muy buenos quizás demasiado técnicos para los meros aficionados como yo.Coincidí con el chino y puede que coincidamos más si a su novia le salen bien las cosas.También me corté el pelo.

Hoy casi un día calcado, esta vez la película fue "29 Palms" de Bruno Dumont, no era aburrida y cuenta con final inesperado pero el argumento me pareció algo flojo, una pareja de viaje por las carreteras desiertas de los Usa en un todo terreno, son los únicos personajes pero no sabemos ni a donde van ni porqué.Digamos que mis cabezaditas fueron más ridículas, me iba despertando en plena escena de sexo de las muchas que salen en el filme.
Nada más acabar (la película no la cabezada) he ido al Dublín a ver el concierto de Ruote, grupo de música tradicional del que ya he hablado otras veces, una gozada rodeado de amigos dentro y fuera del escenario.

Hablando de amigos mañana me formatean el ordenador y por inercia tendré que cocinar algo para cenar.Desempolvaré mi libro de cocina e intentaré descifrarlo y ajustar la receta a una pota diferente y a una cocina vitrocerámica.Pena no tener a mano la receta del puré de verduras con pepitas de calabaza.

domingo, diciembre 10, 2006 

Triple guoper

Con la que ha caido estos días salvo trabajar y ver pelis no he hecho otra cosa.El deporte casi ha sido descartado porque trasladan mi gimnasio al otro punto de la ciudad y me apunté al público de San Diego pero tengo dos meses de lista de espera;la alternativa de correr por el paseo la he pensado pero me va a costar hacerla.
De la semana cinéfila en pantalla grande hay va una pequeña reseña.El lunes fui a ver al cgai "Flandres" de Bruno Dumont, última película del director pero primera del ciclo y primera que veo.Impresionante y duro relato de la vida de unos jóvenes granjeros, ya de por sí dura en el frío paisaje que les rodea como para cambiarla por ir al desierto con el ejército francés a una guerra en el Oriente Medio.Del grupo de jóvenes habituados a unas condiciones duras solo regresa uno que intentará volver a su vida anterior como si nada hubiera pasado.Muy recomendable aunque su dureza fue tal que hubo abandonos en la sala.
El martes tras una tarde por la Green St con los de siempre, repetí en el cgai con "Salmo Rojo" del húngaro Miklós Jancsó.Desconocía totalmente su obra y me impresionó este film.Cuenta el auge y la caída de una revolución popular desde un punto de vista muy particular con una técnica formidable y mezclando canciones de los sesenta con himnos revolucionarios.Como se canceló la inauguración del 14! me fui a casa y no salí.
Tras un miércoles muy casero, el jueves trabajé y por la tarde fui al cgai a ver "El hombre de Laramie" de Anthony Mann, western atípico con James Steward buscando venganza pero usando primero la cabeza y la palabra en vez de la pistola y el rifle.
Luego quedé con los flirks en casa de inercia donde comentamos un posible viaje a Santiago para pasar la tarde noche del viernes pero viendo la que caía (gorros volando) y la que cayó al día siguiente lo deseché y opté por quedarme at home.
Esperando a que empezara el telediario vi un poco de Oliver y Benji.Habían crecido mucho y lo mejor fue cuando vi que Aton jugaba con los colores del Barça en un equipo llamado F.C.Cataluña y cuya estrella era un mestizo llamado "Rivaul"(supongo que mezcla de Rivaldo y el niñato). No he visto a los centralistas quejarse porque la 2 emita esa serie subversiva, deben de estar más preocupados en burlarse de nuestro merecido cambio de horario del que ya he hablado en varias ocasiones.
La nevera y la despensa no tenían nada interesante entonces me decidí por una comida atípica, en un ataque de "hombría" superé la lluvia y me fui al burrikin a tomar una triple guoper.Era la primera vez que tomaba una hamburguesa en una de esas cadenas, me había limitado a helados y algo de pollo en la del payaso y una ensalada en ésta pero nada más.La experiencia fue cara y casi desagradable.Me la imaginaba más grande pero era muy pequeña aunque con los últimos bocados casi hago bola, la carne no sabía a nada y el resto entre el bacon, el queso y el tomate formaban un conglomerado de sabores que se podía tragar.Contaba con ver algún estreno en los Filmax pero no había nada interesante.Cuando iba hacia casa preparado para una sesión de cine en dvd recibí un sms que me llevó a la Moore, al Dogboloks y a la Gloira en compañía de parte de los habituales y el fan nº1 de Barreiro Rivas de visita desde Madrid.Otra noche sin salir viendo la sesión de Documenta 2.
Ayer comida familiar y sobremesa de cine en el Forum con el documental "La doble vida del faquir" de Elisabet Cabeza y Esteve Riambau, emitido la semana pasada en la 2 pero un fallo de vídeo me impidió grabarlo.Muy interesante mezcla entre pasado y futuro para contar a los niños de ahora cómo vivieron sus abuelos la Guerra Civil cuando tenían su edad.
Llegada a casa y una última escucha musical antes del conciertazo de Lambchop en Palexco cuyo palco VIP estaba lleno de amigos flikers.Kurt Wagner y compañía realizaron un gran concierto, empezando por su amabilidad con los teloneros que no eran nada del otro mundo, digamos que si fueran más de tres podrían soñar con parecerse a Manta Ray.Media entrada de fanáticos con un escenario repleto de músicos, altavoces y el piano de cola donde se las ingeniaron para colgar cinco bolas grandes y blancas sobre las que iban proyectando iconos de la vida tejana.El repertorio se centraba en el último disco pero dejó caer algunos de los anteriores (recuerdo dos temas del recientemente reeditado y genial "How I Quit Smoking") y las consabidas parrafadas humorísticas del pianista completaban una actuación memorable tanto o más que la vivida hace unos años en Pontevedra con Niza como teloneros.
Al salir hubo un pequeño intento de fusión de mis dos grupos de amigos y conocidos pero al final nos separamos, los flikers rumbo al Agora y el resto al Siglo.Contábamos con reencontrarnos a lo largo de la noche pero mientras ellos estaban en el Baobar, nosotros en el Soho y luego no se pasaron por el Pata donde no nos quedamos hasta el cierre para no repetir una despedida que no conseguiría eclipsar a la de la semana pasada.Fue una pena no estar más tiempo con los flikers y ponerme al día directamente con Xx, otra visita madrileña sorpresa.
Hoy típico domingo de resaca y comida familiar, me quedé dormido en casa de mi padre leyendo el periódico y no tuve tiempo para pasar por casa porque había quedado en el Hispano de la calle barcelona a las siete, luego coincidí con mi hermano viendo la derrota del Depor en Valencia y antes de que acabara me he venido a escribir esta parrafada.

domingo, diciembre 03, 2006 

Finde Pata

Apesadumbrado por una etapa que se cierra y cansado por una resaca de dos días salgo de casa a estas horas para rendir visita a mi madre preocupada porque no acudí a Riazor a ver al Depor y acudo a mi cita con esta bitácora.
La lluvia que no para convirtió el viernes en un monólogo casero solo interrumpido por la comida familiar y por la cita de madrugada del concierto de Cooper en el Playa.Tras casi una hora de retraso saltaron a escena desgranando para comenzar dos temas del E.P. "Días de cine" y poco a poco fueron cayendo la mayoría de los temas de "Retrovisor" y los otros dos temas del E.P. presentado incluida "Where I Find My Heaven", la versión de los Gigolo Aunts, canción descubierta por Cooper en una anterior visita por estos lares. También cayeron algunos temas del "Fonorama" pero ni los dos bises consiguieron arrancarle una de Los Flechazos.Por lo menos el sonido fue bueno y estuve bien acompañado por una de las chicas del sector arquitectura - aparejadores que monopolizó parte de la compañía del fin de semana. Luego fuimos al Pata, primero de los dos días de despedida regado con clásicos y demasiadas cervezas.
La resaca mañanera de ayer me dejó dormido y llegué tarde a comer a casa de mis tíos. Evitando una probable siesta me fui al Forum a ver "El chico que conquistó Hollywood"de Nanette Burstein y Brett Morgen, excelente documental sobre la vida y milagros de Robert Evans, guaperas actor mediocre que se convirtió en un avispado productor.
El resto de la tarde de nuevo en casa, recuperandome para una posible gran noche. El plan era ir al concierto de Submarine y Junkfood en el Mardigras pero el temor a comenzar a beber tan pronto me hizo cambiarlo por el Dublín y el Baobar donde me decidí en una de las rondas por el sacrilegio de un mojito sin alcohol.
Casi a la una y media bajamos al Pata a cerrar una etapa. Se notaban muchas ausencias tanto personales como musicales pero poco a poco la cosa mejoró y logró acabarse arriba como se merecía. Hubo muchos momentos inolvidables, abarrotado de gente pero algunas personas se fueron antes de tiempo. Me subí dos veces recordando viejos tiempos, la primera solo y sin ningún tipo de repercusión y la siguiente supuso mostrar uno de los intantes por los que los años del Patachím han sido mágicos. Cuatro de los genuinos representantes de lo que ha sido el local esta década, subidos a la tarima bailando al ritmo del "New York,New York" con la complicidad de los presentes desde abajo. Fue un momento cumbre casi superado por "la casita de papel" y el imprescindible "Récord".
La nostalgia nos hizo no querer salir primero y quedarnos fuera parlamentando ante la puerta cerrada y un destino incierto.Finalmente quedamos tres para tres pero los números no casaron y la (no) visita al Rus fomentó la disolución del grupo improvisado entre bolsas de Cheetos y un cambiazo de carátulas con autógrafo que finalmente no se hizo efectivo porque las risas ya eran suficientes y esos amables seres no se merecían aquel trato aunque consiguieran que dos para dos ganara a un tres para tres.

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