« Home | Cachimba » | Paradise Now » | Mamma Roma » | El Halcón Maltés » | Cansado de pasear » | La Notte » | De paseos y comidas » | Besos de mano » | Limpieza total y rebajas fugaces. » | Llegada con sobresalto » 

sábado, enero 14, 2006 

Sorpresas y despedida

Hay noches que preparas a conciencia y salen fatal, en cambio hay otras en las que tu aspecto roza el peor de los posibles y brillas con luz propia. Simplemente fue una continua sucesión de aciertos, en tiempo y lugar, a la hora de elegir los locales donde parar. Esta sabia elección nos llevó a coincidir con la mayoría de la gente que uno pondría en una lista de “personas a las que me gustaría ver por la noche”.
Mientras esperaba por Álvaro entré en “La Bombilla” a coger una croqueta que me sirvió de aperitivo de la cena posterior en “El Serrano”, donde dimos cuenta de sendas raciones de calamares y tortilla. Nos atendió Alfonso, amigo de la familia de toda la vida por su pasado como camarero en “La Cazuela”, que sigue teniendo un repertorio de chistes y anécdotas francamente divertido.
Convencí a mi acompañante nocturno para tomarnos las primeras en el Soho, con la excusa de ser un sitio cercano y llevar varios meses sin ir. Seguía siendo un muy buen local, abarrotado a pesar de quedar lejos de muchas rutas, con gente muy variopinta desde pijos hasta lo más cool de la city. Eché en falta algunos habituales, escaseaban las largas patillas, pero comenzamos a divisar gente conocida: Cris y Patricia al fondo; y otros rostros menos conocidos (pero muy vistos) como Carmela y su nuevo novio tan superpijo o Fernando un ex de una antigua amiga orensana.
Algo me decía que esa noche estaría inspirado. La primera prueba tuvo lugar en la cola del baño. Éramos dos, chico y chica, esperando. Normalmente miraría al suelo, al móvil o al techo (por ese orden) pero, esta vez, era distinto. Me acerqué a ella y le dije: “si sale un tío entro yo y si sale una tía entras tú, sea cual sea la puerta”. Aceptó y se abrió la de los chicos, era una chica. Sonreímos y cuando ella iba a entrar se abrió la otra puerta, era también otra chica, volvimos a sonreír y decidimos que lo mejor era ir cada uno al suyo y así lo hicimos.
Regresé a sentarme con Álvaro y mientras tomábamos nuestra segunda ronda se fueron Cris y Patricia. Me levanté a hablar con Cris que me contó que, al final, deja Coruña y se vuelve a Madrid pero celebrará una fiesta de despedida en dos semanas. Quedamos en vernos más tarde en el Patachím, después de que ellas emprendieran un viaje digno de ser grabado: las dos en una bici, de madrugada hasta Labañou, recorrido de casi un kilómetro.
Un rato más tarde apareció Pejota, todo un personaje siempre dispuesto a echar unas risas con quien sea. Había quedado con Javidoc que llegaría después y se uniría a nosotros. Nos quedamos otra media hora larga con ellos apurando nuestras rondas, pero ya llevábamos casi dos horas allí y nos piramos esperando verlos más tarde por el Pata.
Nada más llegar nosotros al Pata, empezaron los encuentros sorpresa. Primero, casi en la puerta ya estaban Cris y Patricia que habían conseguido ir a ¿casa?, cambiarse de ropa y llegar al Pata antes que nosotros, toda una hazaña femenina. Tras un rápido saludo, nos adentramos en nuestro local preferido cuando una voz gritó mi nombre. Se trataba de Carol, de la que no sabía nada desde hace dos meses, estaba con Roi y Héctor (el novio de Anita).Por cierto, ella me contó que Anita se ha ido a casa de su hermano a chapar las opos cerca de Madrid, creo que dijo Alcorcón (o era Alcobendas, no sé). Seguí hablando con Carol y llegó Xurxo con Ana, segunda sorpresa consecutiva, ya no contaba con verlo antes de su regreso a Madrid. Para completar el encuentro a Juanjo se le ocurre pinchar una canción de la maqueta de Junkfood, el grupo de Manuel (amigo y ex novio de Carol). Era todo tan perfecto que daba miedo.
Después todo se convirtió en caótico y fantástico a la vez, apareció Guille y su lady, a Carol y a Xurxo comencé a perderles la pista, llegaron Pj y Doc, y de repente me encontré bailando rodeado de chicas interesantes: unas me sonreían (en el grupo donde estaba ¿Begoña?) y otras simplemente me pisaban (como Iria, la amiga de David S. y Pepi).Juanjo empezó a ponerse espléndido y consiguió que hiciera algo que no pensaba volver a hacer tan pronto: tarimear (verbo acuñado por el ilustre Iván L. Gimeno). La culpa la tuvieron tres canciones seguidas:“Ahora feliz, feliz” de El Niño Gusano, “33” de La Costa Brava y una de Family que como me las sé todas de memoria no me acuerdo, ¿alguien se acuerda cuál era? para deleite todos los presentes, en especial Cris y Patricia, observadas en mis espasmódicos movimientos arrítmicos desde lo alto. Pero el repertorio no quedó ahí, sonaron otros hits del Pata que hacía tiempo que no escuchaba como “Quiero verte danzar” de Franco Battiato con Patricia subida en la tarima y cuando sonaron los acordes del “I wanna be your boyfriend” de los Ramones yo ya no sabía donde mirar ni lo que decir. Entre ese éxtasis musical hice una breve pausa para hablar con Coco, última aparición sorpresa en el Patachím.
A pesar del buen ambiente nos fuimos un poco antes de que cerraran buscando donde continuar la fiesta. Teníamos dos opciones, igual de válidas (Velvet o Mardi) pero sabíamos que fuera cual fuera la elección no tendríamos tantas energías. Elegimos el Velvet y lo pasamos bastante bien, estaba algo cansado y solo bebí agua, pero me quedaban las últimas gotas de sudor para gastar y muchas de ellas cayeron al comprobar que algunas que pisan donde no deben, bajan con esposas que te quitan la sonrisa. Pasamos por el Mardigras, ya cerrando y sin dinero, por lo que la alternativa final era irse cada uno a nuestras casas, previa despedida hasta dentro de unos meses aunque mantendremos el contacto virtual.
See you soon Alvaro!!.

Powered by Blogger
and Blogger Templates