viernes, marzo 31, 2006 

Noche Astrud

Un inoportuno cambio de fechas me ha obligado a volver a chapar. Se supone que soy el encargado de que la empresa pase la norma de calidad ISO, debido a circunstancias de producción lo habíamos pospuesto hasta el verano para aprovechar que baja el ritmo.
Pero esta mañana me llamó el jefe para decirme que a mediados de la semana que viene llega una chica para echarnos una mano durante dos días y que tenga todo listo. Para un fin de semana ocupado que tengo hay que buscar horas para chapar.
Por lo tanto he desechado la sesión de cine del viernes y me he pasado toda la tarde con un ojo en los libros y otro en el Soulseek hasta que me he cambiado de ropa para ir al concierto de Astrud del Playa.
Primero un gran susto, al coger la entrada y ver que ponía que empezaba a las once cuando eran casi las doce, por si acaso eché una carrerita. Después, falsa alarma no habían abierto las puertas. Me bebí un agua y una cerveza seguidas a cuenta de las futuras sudoraciones. Dejé la chaqueta, las llaves e incluso el cinturón en el ropero para ponerme cómodo y poder bailar. Aparecieron Javi, Alex y Dani que me invitaron a unirme a ellos. Me comentaron las últimas novedades, me pidieron que volviera por el Pata y Alex me habló de un local en la plaza de Santa Catalina que acababa de abrir y en el que se había encargado de la decoración. Habrá que pasarse una tarde por allí a ver que tal. También estaban por allí “el anorak” al completo con sus acompañantes y una chica morena habitual del cgai que es la primera vez que la veo por la noche.

Tenía bastante fresco el repertorio porque llevaba escuchando el recopilatorio muchos días. El concierto se centró básicamente en el contenido del disco "Algo cambió - Caras B y rarezas". Comenzaron pasadas las doce y media, Manolo con su look habitual con el gorro puesto, Genís tan excéntrico como siempre llevaba bigote retro, melena larga y un short con tacones. Les acompañaba Enric como tercer miembro no oficial del grupo. Fueron desgranando casi la totalidad de los temas del disco y nos tuvieron bailando hasta las dos. Momentos inolvidables hubo unos cuantos: Genís bailando y cantando en
”El teclista telequinético”; la versión de “El bello verano”; con “La boda” o “No tengo miedo” tocamos el cielo e incluso cantamos en catalán “És que sí” y acabaron con nosotros cuando tocaron “Bailando” y demostraron pasar de las modas cuando dejaron paso irónico a “hay un hombre en España” que sirvió para comprobar que muchos de los presentes no se sabían ni el estribillo por mucho que Manolo intentara que usaran su micrófono.

jueves, marzo 30, 2006 

784,60

Es lo que me han ingresado este mes por la nómina. No es lo que uno desearía pero dadas las circunstancias no me quedará más remedio que asimilarlo y echar cuentas para irme de casa para pasarme la vida con el agua al cuello viviendo solo en un minipiso o perdiendo mi libertad de nuevo, compartiendo piso salvo que llegue alguna de las ayudas prometidas al fomento del alquiler.
Menos mal que existen amigos con los que quedar para beber y olvidar como ha pasado esta noche. He quedado a las nueve en el Polvorín que tiene nueva camarera (creo que es Begoña aunque podría ser su hermana, ya tengo lío otra vez). Estaban Susana, Luz e Irene (las tres hermanas), Marta, Aida y su novio Junior. Éstos últimos se fueron muy pronto pero después llegaron Adriana, Alex y Bea. Coincidía nuestra reunión con la presentación del tercer número de la revista de las “Maribolheras precarias” (en cuyo primer número salía yo en una foto del concierto de Astrud, quién sabe si causante de incrementar los rumores sobre mi supuesta ambigüedad). Nos fuimos al local de al lado sin ver la presentación y comprendimos porque estaba casi vacío mientras el Polvorín estaba abarrotado.
Pasadas las doce volví a casa con un cierto tonillo cervecero que se repetirá mañana con la noche Astrud.

martes, marzo 28, 2006 

Cena de gunners

Antes de que me viniera a buscar Tonecho a las siete tuve tiempo para recoger mis patéticas fotos en Artús y de ordenar la música conseguida estos días.
Sergio no se apuntó a la cena por lo que éramos tres: Tóni, Tonecho y yo. Pasamos por casa de nuestro anfitrión para ir juntos al Froiz del mercado municipal donde cogimos ingredientes para una cena masculina: pizzas, refrescos de cola, patatas fritas y cierto toque dulce a base de pastelitos y conguitos.
Todo preparado para ver a los “gunners”. Fue un partido muy bonito con una gran victoria que me hará soñar con ver el último partido del Arsenal en Highbury, toda una semifinal de Champions a unos metros de la casa de mi hermana. Si me consiguen una de las difíciles entradas igual me gasto una pasta y me voy al partido, si le tocara el Barça o el Villareal sería perfecto.

lunes, marzo 27, 2006 

Tiempo para todo

Hoy tenía toda mi tarde planificada pero una llamada de Tóni casi lo cambia todo.
Contaba con ir a sacarme unas fotos de carnet, canjear mis puntos para el móvil de mi hermana e ir al cine. Las dos primeras cosas las conseguí hacer más rápido de lo que pensaba y pasadas las seis y media ya estaba con Tonecho y Tóni esperando a Sergio que buscaba una academia para preparar las opos. Finalmente acabamos en el OCM, donde abrí el teléfono dejando a los expertos que me comentaran sus virtudes hasta que ya fue demasiado tarde para ir al cgai y acabé marchándome a casa sobre las nueve.
Media hora más tarde me llamaba Tóni para quedar mañana en su casa para cenar y ver el partido de Champions del Arsenal – Juventus.

sábado, marzo 25, 2006 

Cartoonmania: cartoons políticamente incorrectos

“Chinatown, My Chinatown” de Max y Dave, 1929.
El primer corto está dirigido por los hermanos Fleischer y hace un retrato irónico y estereotipado de dos chinos que trabajan en una lavandería. Dibujo muy primitivo pero gracioso. Destacar el empleo de una técnica parecida al karaoke para leer las canciones que yo he interpretado como una burla a la forma de hablar de los asiáticos.

“Betty Boop's Penthouse” de Max y Dave Fleischer, 1933.
Uno de los muchos episodios de Betty Boop dirigido por estos hermanos rivals de Disney. En esta época no la censura posterior y puede verse a Betty en una azotea con una escasa minifalda cantando y bailando ante la lujuriosa mirada de Bimbo y Koko, dos de sus habituales compañeros que logra la transformación de un monstruo en un ser dulce y afeminado que nos recuerda a la escena de Frankenstein y la flor.

“Santa's Workshop” de Wilfred Jackson, 1932.Para la Disney.
La típica escena navideña con la fábrica de juguetes de Santa Claus y toda la cadena de montaje de sus ayudantes. Esta vez la ofensa se encuentra en la cadena de muñecas, con las blancas tímidas y calladas frente a una muñeca negra muy dicharachera.

“Clean Pastures” de Friz Freleng, 1937.
Acusado de racista por solo salir negros estereotipados como vagos, juerguistas que se pasan la vida bailando y bebiendo. Una especie de San Pedro manada a sus ángeles, tan negros como él a buscar otros que quieran ir al cielo. Al final no les queda más remedio que utilizar la música para intentar convencerlos. No siendo un experto en jazz, creo que la música que lo acompañaba era muy buena, entre los personajes representados pude reconocer a Louis Amstrong o a Dizzy Gillespie. Seguro que salían otros jazzmen pero no los conozco.

“Out of the Inkwell” de Max y Dave Fleischer, 1938.
Otro episodio de Betty Boop, esta vez mezclando la realidad y la ficción a través de la magia y la hipnosis de la muñeca hacia un limpiador negro sin ganas de trabajar que se transforma en un veloz trabajador.

“Confederate Honey” de Friz Freleng, 1940.
Es una especie de parodia racista de “Lo que el viento se llevó” en la que los negros no salen bien parados y Escarlata tampoco porque su querido Rhett Butler es Elmer.

“Puss n' Toots” de William Hanna y Joseph Barbera, 1942.
Episodio de Tom y Jerry donde hay ciertos estereotipos como la criada negra o ciertas burlas hacia los chinos a través de nuestro ratón y gato preferidos.

“Boogie Woogie Bugle Boy of Company B” de Walter Lantz, 1941.
Música fabulosa de un corto nominado al Oscar. Es la historia de un chico negro que ingresa en el ejército donde intentará cultivar su afición a la trompeta siendo el corneta del batallón. Pero el corneta nunca podrá conseguir agradar a los demás cuando es lo primero que escuchan al depertarse. Por supuesto no podían faltar los tópicos y burlas en un escuadrón plagado de negros.

“ The Blitz Wolf” de Tex Avery, 1942.
No podía faltar el genial Tex Avery. En esta ocasión es una variación propagandística del cuento de los Tres Cerditos ambientado en la Segunda Guerra Mundial siendo el lobo muy parecido a Hitler. Por supuesto que la censura no actuó en este caso, no les importa lo que opinen los alemanes actuales, continúan exhibiéndolo.

“Jungle Drums” de Dan Gordon, 1943.
Pertenece a la serie de Superman. Comienza con la mítica frase "It's A Bird, It's A Plane, It's Superman!". Nueva vuelta de tuerca poniendo a Lois Lane en peligro al ser capturada por unos negros al servicio de los nazis.

“Japoteurs” de Seymour Kneitel, 1942.
El contexto político social de la época obligaba a buscar una nueva víctima de las burlas de los estadounidenses, en este caso les tocaba a los japoneses y con Superman como salvapatrias frente a los japoneses que habitan en su Norteamérica y espían para Japón.
Sobran comentarios.

“Car of Tomorrow” de Tex Avery, 1951.
Una nueva muestra del humor de Avery, recreando las novedades de un futuro salón del automóvil donde los estereotipos se centran en la mujer al volante. Lo curioso del hecho es que las mayores risas de público eran las de las féminas.

Al salir quedé con Marta en el Macondo, nos estamos empezando a convertir en algo que no fuimos nunca, inseparables. Tengo la sensación de vivir una especie de relación de pareja pero sin sexo, por supuesto. Últimamente hablamos casi todos los días cuando hace unos meses podíamos estar semanas sin vernos. Viejos amigos que se apoyan uno al otro en estos malos momentos retomando una amistad hasta cierto punto abandonada.
En una hora escasa nos pusimos al día, ella se marchó a cenar a casa de Óscar y yo a mi casa a seguir trasnochando en busca de los 1001 discos que escuchar antes de morir.

 

Viejas cotillas

Como novedad y después de mucho tiempo, aprovechando que mi padre está de viaje, he ido a comer a casa de mi abuela. Me lo pasé muy bien, una conversación banal sobre que yo ya no salía por la noche nos llevó a diversas anécdotas que me descubrieron que las vecinas cotillas y el qué dirán siguen existiendo en las generaciones mayores.
Fueron tres horas intensas que disfruté y espero repetir con más frecuencia en una de las muchas tardes libres que tengo.
Pasadas las cinco y media salí hacia el Cgai donde a las seis me esperaba otra sesión de dibujos animados de la colección privada de Ignacio Benedeti.

 

En busca de los 1001

Le he vuelto a coger el gusto a lo de trasnochar, ya sea quedándome hasta las seis conectado a Internet bajando y buscando música perteneciente a los “1001 discos”o para bajar a tomar algo aunque siga volviendo temprano.
La música está empezando a monopolizar el tiempo que antes monopolizaba el cine.
Hoy no he hecho nada más que bajar música desde que salí de currar hasta las nueve de la noche que quedé con Alex, Marta y Sonia en “El Tequeño”. Alex se fue pronto, el resto fuimos a la Rochester donde volví a caer en la tentación de las Guiness. Estaba llena de un grupo de británicos, hablaban tan rápido que veo que las clases de inglés seguirán siendo necesarias. Luego aparecieron Lucia y Marian con sus amigos con derecho a roce pero ya estaba tan cansado que al salir me fui para casa, algo ciego, lo suficiente para no poder dormir y pasarme un par de horas conectado.

jueves, marzo 23, 2006 

Megacities

Es el título del documental dirigido por el austriaco Michael Glawogger que he visto en el Cgai esta tarde. Se trata de un retrato de cuatro de las ciudades más pobladas del mundo como Bombay, Méjico D.F., Moscú o Nueva Cork.
En general es muy dura, se centra en los desarraigados, los que luchan día a día por sobrevivir, los que no salen en las estadísticas. A pesar de ser conscientes de su situación, tienen sueños posiblemente inalcanzables y paradójicamente viven algunos momentos de algo parecido a cierta felicidad.
Algunas imágenes te revuelven las tripas, otras van directamente a la boca del estómago pero existen momentos grandiosos para esbozar una sonrisa frente a tanta injusticia. Muy didáctica y recomendable para hacernos pensar y para olvidar nuestros ridículos y privilegiados problemas. Indudablemente no es pura realidad, está bien claro como en algunas ocasiones la puesta en escena se ha preparado previamente.

 

Globo sonda

Me ha pasado la semana volando, sin hacer prácticamente nada porque desde hace unos días tengo dificultades para respirar y dolor en el pecho, síntomas muy molestos y similares a un infarto pero en realidad son unos simples gases que me tienen algo nervioso e hinchado.
El martes me compré un billete de tren para Alicante por las vacaciones de Semana Santa. Este año me toca librar y me comprometí a pasarlas con mi padre y mis hermanos.
Después quedé con Tóni, Sergio y Tonecho en La Bottega, también fuimos al Dublín. Estuvo bien el reencuentro. Ayer les volví a ver al salir del fútbol donde al fin llegó la victoria del Depor en casa por 2-1 contra el Málaga que va de último.
Este resultado me convenció de que otra etapa se cerraba y decidí que había llegado el momento de hacer un exorcismo pagano para dejar atrás este tiempo de acontecimientos funestos y pedir cita en Fatall para que me cortasen el pelo.La verdad es que no necesitaba otro motivo, mi pelo se había vuelto imposible desde hace unas cuantas semanas. Dejaré pasar unos meses hasta otra fecha señalada, puede que sea en pleno solsticio de verano.
Aprovechando que no llovía al salir de la peluquería, me pasé por la biblioteca de la Diputación para coger “1001 discos que hay que escuchar antes de morir”, imposible de conseguir por estar agotado. Con ese tocho debajo del brazo fui hasta Portobello para comprar la entrada de Astrud (estoy seguro de que a éste no fallaré). Allí me dijeron que hoy se habían puesto a la venta las de Mando Diao de finales del mes que viene y se habían vendido quince, así que, para no quedarme sin ella también la compré.
Cuando llegué a casa eché una ojeada al tomo musical mientras pasaba el tiempo para salir hacia el Cgai, es realmente tan interesante como excesivo.

NOTA: Hoy es 23 por lo que mi blog cumple otro mes más.

domingo, marzo 19, 2006 

Otra entrada perdida

Me desperté mejor de lo esperado, el día me pasó volando entre la comida familiar y el tempranero partido del Depor de las seis (victoria fuera 1-2 contra el Getafe). Cuando acabó fui al Cgai a una sesión de Chris Marker donde coincidí con Angel “chinorras” que habia venido con Marta y un amigo de excursión cinéfila desde Pontevedra. Fue tan agradable coincidencia que me senté con ellos abandonando mi butaca favorita.
La sesión estuvo plagada de incidentes. El programa previsto se tuvo que cambiar y una parte de lo que se proyectó hubo de repetirse al finalizar porque faltaba el principio y los subtítulos en más de la mitad del metraje.
La sesión comprendía varios capítulos de la serie de documental social “Cinétracts”. Era un cine combativo surgido en torno a la revolución del Mayo del 68 francés, que se unía a la lucha de clases con la colaboración de gente tan variopinta y cercana a la vez como Jean-Luc Godard o Silvio Rodríguez.
La segunda parte, con una proyección tan accidentada, era “Classe de lutte”, un medio metraje, también con formato documental que cuenta las vicisitudes de una empleada en su puesto de trabajo desde el momento en que decide participar en la lucha activa y los problemas derivados de la misma.
En cierta medida me recordó a sucesos en plena vigencia como las manifestaciones de los jóvenes en Francia por la nueva legislación laboral, mientras unos kilómetros más abajo nos dedicamos a otras preocupaciones como competir por ver quién consigue reunir a más gente para beber alcohol y seguirán diciendo que deberíamos entrar en el G-9 como la novena potencia mundial, es de risa.

Regresé a casa esquivando jóvenes con bolsas de plástico llenas de botellas y afronté la noche muy cansado, desechando una llamada de mi amiga María y su novio para tomar una copa, otra posterior de su hermano Pepe y mi principal opción asistir al concierto de Deluxe y los Babasónicos. En su lugar preferí quedarme tirado en el sofá viendo un partido de rugby hasta las tres.

sábado, marzo 18, 2006 

San Patrick’s Night

Nada más salir llamé a Marta para saber quién más se apuntaba a celebrar el día de San Patricio. Le noto rara la voz, me dice que no baja nadie más y que a un tío suyo le ha dado un infarto. Apenas lo conoce, nuestra racha de mal fario continua pero no altera nuestros planes.
La lluvia me hace esperarla en el Dublín, pub preparado para el evento pero aún tiene gente que no sabe que pasa. No nos convence el ambiente y cuando llega nos vamos a la Mathews que está abarrotada con los colores y sabores esperados. Inicia nuestra fiesta particular; yo como debe ser a base de pintas de Guiness y ella prefiere un mosto que ya ha bebido bastante desde su festiva comida.
Pasan las horas y las pintas, lo pasamos bien y se confirma que nadie más vendrá. Nos cambiamos a la Cova Céltiga donde tocamos fondo en presencia, dinero y alcohol con mi última cerveza negra, media pinta porque ya no puedo más y ella sendos chupitos de mora. Estaba tan borracho que al salir, me llevé un paraguas muy distinto al mío y no me di cuenta hasta que era demasiado tarde. Se suponía que mis planes nocturnos no acabarían tan pronto pasadas las doce, de hecho tendría que ir al concierto de Sidonie y a la fiesta de aniversario del Dogbollocks pero en lugar de eso subí con Marta hasta su casa para ver los capítulos de Urgencias y no recuerdo más. Me desperté tres horas más tarde a oscuras en el sofá. Cuando iba hacia la puerta Marta me contó que no hubo forma de despertarme y me dijo que me quedara si quería pero ya estaba vestido y con la cabeza en otra parte.

viernes, marzo 17, 2006 

La Reina de África

Otro clásico de John Huston en mi vuelta al Cgai tras casi una semana de abstinencia.
La recordaba más aventurera y no me había percatado la primera vez, en los inicios de la adolescencia, de la historia de amor maduro tan evidente y tan ingenua a la vez que desarrollaba. Todo ello me ha causado cierta impresión como también ciertos defectos técnicos apreciables en las escenas de acción que si bien serían novedosos en su época ahora resultan hasta ridículos.
De todas maneras en su conjunto sigue siendo una maravilla.

jueves, marzo 16, 2006 

El Niño

Tras pasar por casa para dejar las cosas y cenar algo, me fui al Forum a ver “L’Enfant” de los hermanos Dardenne. Soy un fiel seguidor del cine social de estos belgas que retrata las miserias que nos rodean, aunque algunas veces no las queramos ver, con un estilo muy definido y tan cercano con la cámara al hombro. Además su actor fetiche, Olivier Gourmet, se ha convertido en uno de mis favoritos.
En esta ocasión cuenta la historia de una pareja de adolescentes que deben cambiar su desarraigada forma de vida con el nacimiento de su hijo. Son demasiado infantiles, sobreviven gracias a los trapicheos y robos del chico y las ayudas estatales, pero no parece que vayan a comenzar a vivir de otra manera. No tienen futuro, para ellos solo importa el día a día, el presente. Ella quiere cambiar pero le resultará muy difícil convencer a su novio de que busque un trabajo cuando éste opina que “solo los gilipollas trabajan”. Tarde o temprano tomaran conciencia de la situación y abandonarán su estilo de vida pero quizás ya sea demasiado tarde.
Después del cine llamé a Susana para tomar algo y nos tomamos unas cervezas en el Polvorín, al que hacía mucho que no iba. Pasaban de las diez pero estaba casi lleno. Más tarde se acercaron Marta y Toña pero un poco antes de las doce ya estaba en casa.

 

Mi nuevo disco duro

Pasados ya los peores días en mucho tiempo, incluido el fiasco del Depor de ayer, volví a mi rutina cinéfila habitual pero sin descuidar a mis amigos que lo están pasando mal en estos momentos a quienes dediqué íntegramente los últimos cinco días.
Necesitado de una tarde para mí, la aproveché al máximo. Primero acudiendo a Pc City al reclamo de una oferta de su catálogo recién salido: un disco duro externo de 250 Gb por 119 euros que cumple todas mis necesidades para seguir almacenando música. No había estado nunca en esa cadena, tiene un estilo como de supermercado y quedé algo sorprendido de la variedad de productos y cuando di con los ipod nano estuve a punto de caer en la tentación.

lunes, marzo 13, 2006 

Otra vez

Después de trabajar he quedado con Marta, Susana, Luz, Irene y Aida para hacerles más llevadera la tarde a las tres hermanas.
Pero en un rato todo cambió, me llamó Sonia para decirme que habia muerto el padre de Alex. Sabíamos que pasaría un día de éstos pero no esperabamos que fuese tan pronto. Esperamos a que llegara Sonia de Santiago y fuimos a recoger a Bea y a Sonia para marcharnos al tanatorio donde estuvimos hasta ahora.
Estoy agotado y mañana nos toca otra dura jornada con un entierro y dos funerales.

domingo, marzo 12, 2006 

Siete Vidas

No he visto entero el capítulo 200 de "Siete Vidas" pero lo poco que he visto ha conseguido que me vaya con una sonrisa a la cama que tal y como estoy es lo mejor que me podría pasar.
Era un capítulo especial, grabado en directo, y en un momento del mismo les ha dado la risa y han tenido que cortar para publicidad.Han pasado por el plató todos los que fueron protagonistas de la serie desde su primera temporada.Un gran equipo.

 

Tristeza entre amigos

El cacareado botellón y sus consecuencias rodeaban la casa de mi padre y me tuvieron en vela casi toda la noche. Pasadas las doce salí hacia el tanatorio, cita previa para ir al entierro posterior. En estos funestos acontecimientos acabas encontrándote con gente conocida, en mi caso fueron dos: un antiguo compañero de instituto y componente de varios grupos musicales coruñeses, Luis (creo que se apellidaba Veiga pero no estoy seguro) y Sese, amigo de amigos, muchísimo más delgado y que resultó ser pariente lejano de las tres hermanas y amigas.
El entierro fue duro. Primero había que subir cerca de trescientas escaleras, benditos arquitectos que siempre piensan en la gente a la que destinan sus obras. Pero lo peor era lo que estaba por llegar, ver el dolor y el sufrimiento en el rostro de tus amigas aunque sea durante unos segundos (dejemos a los morbosos que ocupen las primeras filas) te rompe por dentro y te caen las lágrimas sin que tus intentos por no llorar funcionen como otras veces. Impresiona casi más ver al desconsolado ex novio de una de ellas, un tío duro y de casi dos metros, que le caen ríos de lágrimas por su rostro.
Cumplido el doloroso trámite decidimos olvidar las penas comiendo en el “Simbo”, un restaurante chino de 4 Caminos. Estamos Marta, Sonia, Bea, Marian, Lucia y Oscar. La comida consigue aliviarnos un poco y después nos vamos cada uno a su casa salvo Marta que pasará por casa de las tres hermanas.

 

Soft Pop Tour 2006

Como mal menor tenía la entrada para el Soft Pop Tour, me quedaba dicha opción para intentar distraerme y al final así lo hice.
El cartel no era el más propicio para ello, ciertas dosis de pop suave y folk acústico y experimentos sonoros. La apuesta era arriesgada o sobrevivía al naufragio o me hundía hasta el fondo. Encima llegué tarde, pasadas las doce, fiándome de la impuntualidad del Playa.
Tocaba primero The Secret Society, el batería de Garzón, del que no había escuchado nada. Efectos sonoros acompañaban al guitarrista solitario en suaves melodías y breves palabras al escaso público presente. Apoteosis final de la escasa media hora con una versión de Metallica con ayuda de dos de los componentes de 12twelve.
Breve descanso aprovechado para echar un vistazo al personal e intentando no ser visto para obligarme a saludar y hablar de mi oscuro presente. Pude ver a Iago y Ana, Javi Becerra, Guille y su lady pero conseguí mi objetivo de no hablar con nadie.
Llegó el turno de Siwel, otro solitario que desgranó sus canciones acústicas con ligeros fallos y con la gente separada en dos grupos; las primeras filas con ganas de escuchar y un gran espacio vacío que nos separa de la gente con ganas de hablar. La dulzura de sus desconocidas canciones deja otro buen sabor de boca en los limitados cuarenta y cinco minutos de actuación.
Sorprendentemente se produce un efecto avalancha en el siguiente descanso llenando el vacío y las primeras filas toda la gente que estaba hablando al final. Es un alivio pensar que no eran los típicos que se ponen a hablar sin importarles el concierto quedándose cerca del escenario molestando, simplemente no les gustaban los anteriores y se iban hasta el final dejando un respetuoso vacío en el medio aunque no habría estado mal que bajaran el volumen.
La expectación causada por 12twelve merecía la pena. Me hizo recordar aquellas primeras visitas de Manta Ray a nuestra ciudad y aún no he leído su entrevista en el RDL (para no resultar influenciado) pero me parece que por lo menos en cuanto a capacidad, talento y actitud no tienen nada que envidiarles. Fue algo tan brutal como absolutamente inesperado, sabía por diversas clasificaciones anuales que eran muy buenos pero no conocía lo que hacían. Simplemente decir que cuando artistas y público coinciden en aplaudirse mutuamente algo grande ha ocurrido.

sábado, marzo 11, 2006 

Más dolor

Fin de semana para olvidar. La mañana del sábado empezó fatal, intenté pedir cita para cortarme el pelo y no había ningún hueco en “Fatall”. Además tenía una llamada perdida de Bea de la noche anterior pero ella no me contestaba ni a la hora de comer.
En plena comida recibo un escueto sms de Bea que me dice que llame a Marta que ya me contará ella. La llamo y me dice que ha muerto el padre de Susana, Luz e Irene. Fue un suceso repentino, una verdadera sorpresa para todos, estaban destrozadas. Justo cuando estábamos más pendientes de Alex con su padre en fase terminal, nos cae la inesperada noticia.
Descarté todos los planes previstos y habituales: rugby, cine y fútbol. Marta me vino a buscar y fuimos hasta Pompas. Más de cinco horas intentando acompañar y distraer a nuestras amigas entre las cafeterías de alrededor y el propio tanatorio hasta pasadas las diez que me dejó en casa.
No tenía ganas de nada, el día me había dejado hecho polvo pero tampoco quería ni ver la tele ni dormir. Darle vueltas a la cabeza sobre lo sucedido y volver a reflexionar sobre la estupidez de la liturgia católica y el alivio de la incineración no conseguiría hacerme ningún bien a mi estado de ánimo.

viernes, marzo 10, 2006 

Chain

Terminé la semana quedando con Sergio y Tóni en La Bottega que cada vez está más llena de chicas interesantes, en cambio nuestra segunda parada, El Hispano, carecía de las vistas veraniegas que acompañaban nuestros cafés. Podría decir sobre mis amigos sin novedad en el frente, las cosas siguen como están y no tienen trazas de cambiar. Las dos horas pasaron rápido a pesar de todo, y puse rumbo al Cgai.
Tocaba la sesión mensual de “Mutaci(o)nes” con la proyección de varios trabajos de Jem Cohen, previo coloquio y posterior debate.La sesión incluía el corto “Little Flags”, que ya había visto hace un tiempo en esta sala dentro de la serie “Nuevo documental norteamericano”, y otro sobre una sesión de grabación de Vic Chesnutt pero el plato fuerte de la jornada era “Chain” su película más reciente.
Cuenta la historia de dos personas diferentes cuyo eje vital gira en torno a los centros comerciales. Son dos chicas. Una americana y desarraigada pasa su tiempo vagando por el centro comercial, intenta olvidar su pasado sabiendo que no tiene ni presente ni futuro a corto plazo. La otra es japonesa, disciplinada en su trabajo, investiga para su empresa las últimas novedades de dichos lugares de consumo sin darse cuenta de que aquello que le han encomendado carece de importancia como ella misma.
Dejando a un lado dicho argumento lleno de simbología y crítica social, conviene resaltar los aspectos técnicos de la obra. El director, utilizando cámaras ocultas, logra una composición de encuadres absolutamente fascinante pareciendo imposible poder rodar dichas secuencias en secreto, sin ser visto.
Los títulos de crédito nos reservaban varias sorpresas. Por un lado las localizaciones de los centros comerciales no se limitaban a países norteamericanos si no que también incluían europeos, lo que resalta aún más la homogeneización de sus contenidos y la invasión silenciosa del estilo de vida que arrastra. También aprovecha para dedicar el filme a Chris Marker del que hay un ciclo este mes.
El debate a dos enfrentaba a Fran Gayo, programador del festival de Gijón con Jose Manuel López, colaborador de las webs “Miradas de Cine” y “Tren de Sombras”. Dos estilos diferentes de entender el cine, uno más informal y más cercano al público menos experto y otro demasiado académico y culto, rozando el elitismo. Debido a la poca colaboración inicial de los presentes se enzarzaron en una discusión amistosa sobre si se trataba de un documental o de una no-ficción y todo lo que conllevaba esa clasificación. Finalmente la gente comenzó a animarse, cerrándose aquel coloquio con la intervención esperpéntica de un viejo emigrante y profesor estadounidense que basó su razonamiento en saber si el director era judío ante la incredulidad de los presentes.
La lluvia, la hora y la ausencia de conocidos me hicieron decantarme por irme a casa cuando la noche permitía planes alternativos. El concierto de “Jiménez del Oso” y “Los Iribarnes” en el Mardigras quedaba descartado porque ya habría comenzado hacia una hora y la fiesta de la “trouppe del Bar de Juan” en el idílico hall de la Fundación Luis Seoane merecería una visita si no fuera porque tenía que pasar antes por casa para cenar algo y no tenía ganas de disfrutarla en solitario mendigando compañía. Para ir al cine o a un concierto no pongo reparos a ir en solitario pero salir solo por la noche siempre me ha parecido patético y valiente.
Mientras cenaba busqué algo que ver en la tele y encontré “Academia Rushmore” de Wes Anderson que consiguió levantarme la moral.

jueves, marzo 09, 2006 

La Jungla de Asfalto

Nueva cita en el Cgai para ver “The Asphalt Jungle”.Cine negro para otro día negro. Dirige John Huston e interpretan dos sex-symbols para todos los gustos: un pedazo de hombre de casi dos metros llamado Sterling Hayden y la inigualable Marilyn Monroe que ya levantaba pasiones en uno de sus primeros papeles.
Un robo a una joyería por el método de la vieja escuela: el genio que ideo el plan, el que abre las cajas fuertes, el conductor que les espera fuera y el matón que vigila por si las cosas se ponen feas. El plan no sale como habían esperado y en su huída cada uno se enfrentará a su propio destino.

 

Compras y fútbol

Estos últimos días han estado marcados por las compras y el fútbol.
El martes decidí que la mejor terapia contra el abatimiento provocado por mi nuevo y escaso salario era irme de compras musicales y literarias. Un placer provocado por la recomendación de un amigo y por el convencimiento de que vivir en una ciudad tan preocupada por las tendencias y las apariencias al mismo tiempo provoca que ciertas compras puedan sonrojar a más de un moderno.
Así que me puse mis gafas-pasta cogí mi abrigo cool de Purificación Garcia y me fui a comprar en la librería Colón el Rock de Lux (donde salen críticas de singles de grupos del sello coruñés Pulso) y el “Brooklyn Follies”, último libro de Paul Auster (como había prometido). Ya me sentía como un moderno más pero aún quedaba lo mejor, rendir visita a otro santuario de las compras alternativas, Portobello, donde decidí comprarme unas cuantas entradas para próximos conciertos: el Soft Pop Tour 06, el de Sidonie y el de Babasónicos + Deluxe.
La cuarta edición del Soft Pop Tour es cita indispensable por los recuerdos inolvidables de las ediciones anteriores aunque apenas escuché nada de los tres grupos.
La vuelta de Sidonie merece repetir la experiencia porque me lo pasé muy bien la otra vez y ardo en deseos de ver el postureo que se da cita esa noche.
Por último para el de Babasónicos y Deluxe basta una simple curiosidad latina y ver si son capaces de arrastrar a muchos pibes llenando el local. Xoel y compañía vienen de segundo plato veremos si son capaces de superar el concierto del Cultura Quente.
Lamentablemente quería completar el derroche comprando la entrada de Astrud pero no estaba a la venta, excusa aprovechada para pedirle al dependiente echar un vistazo al recién salido recopilatorio de Manolo y Genís. Interesante, sobre todo al ver que su precio era barato (15 euros) para lo que suele ser esa tienda, y salí corriendo al cajero para sacar dinero y comprarlo. En dicha ida y vuelta me crucé con Juan del que hacía mucho que no sabía nada, los dos teníamos prisa pero quedamos en vernos alguno de los próximos fines de semana. La euforia consumista se culminó llevándome no solo el de Astrud sino también la famosa moqueta de TAB (Triángulo de Amor Bizarro).
Por lo tanto mi tiempo de ocio de estos días se ha centrado en prepararme para los conciertos buscando canciones por doquier y en ver los partidos de la Champions.
En el del Arsenal disfruté al máximo, por un lado soy un “gunner” desde hace muchos años: adoro a Dennis Bergkamp, me impresiona como se mueve Henry (parece que levita en vez de andar) y siento una envidia sana por Ljungberg.
Además esta pasión se vio incrementada tras leer el “Fever Pitch” de Nick Hornby (uno de mis escritores actuales favoritos) y visitar a mi hermana en Londres que vive muy cerca del estadio de Highbury. Por otro lado estaba mi anti-madridismo por lo que la situación era la mejor de las posibles: la posibilidad de que pasen tres años“en blanco”.

lunes, marzo 06, 2006 

Nordrand

Tras esa jornada laboral tan especial en la que, a pesar de todo, salí fortalecido anímicamente me fui hasta casa a dejar las cosas y aguantar el interrogatorio de mi madre. Unas horas más tarde salí hacia el Cgai para ver cine austriaco, concretamente “Nordrand” de Barbara Albert.
La ciudad de Viena en pleno invierno sirve como escenario para mostrarnos la tolerancia por medio de un encuentro fortuito y multicultural entre cinco jóvenes de diferentes nacionalidades: una austriaca que trabaja en una pastelería, víctima de abusos sexuales que cae en brazos del primero que le sonría: una serbia enfermera novata alejada de su familia que intenta sobrevivir en su país, una camarera rusa que sueña con irse a Australia, un rumano que se dedica a revender objetos y prepara un viaje a Estados Unidos y un emigrante bosnio ilegal recién llegado y que busca a su abuelo. Todos ellos se cruzan hasta acabar juntos la última noche del año.
Este argumento inicial le sirve a la directora para tratar problemas sociales de actualidad como los embarazos no deseados, el aborto, el racismo y la evolución de la situación política en la zona central de Europa con el auge de la ultraderecha y en pleno conflicto bélico de los Balcanes.
Una de las protagonistas, la bella debutante Edita Malovcic, es hija de un bosnio musulmán y de una mujer serbia lo que nos sirve para demostrar que las personas están por encima de las fronteras y el entendimiento es posible aunque sea, como en este caso particular, mezclando la vida real de la actriz y su papel en la ficción.

 

Nuevo contrato

Comienzo la semana hecho polvo, llego al trabajo media hora tarde y sin afeitar (desde hace cinco días). No hace falta poner excusas, oficialmente mi contrato acabó el pasado viernes con lo cual hoy no debería estar trabajando porque voy de ilegal.
Coincido con mi jefe a mediodía y se lo comento medio en broma medio en serio. Se lleva las manos a la cabeza y me dice que intentará solucionarlo. La rutina del trabajo me hace olvidar el tema hasta poco antes de finalizar la jornada que me llama mi jefe para indicarme que ya está solucionado y que me renuevan automáticamente.
Eso supone dos cosas, que no hay negociación salarial posible y simplemente finalizará el contrato en prácticas de dos años pasando a cobrar el 100% de la base y que, dadas las circunstancias, pasará bastante tiempo hasta que deje de ser mileurista (calculo que mi nuevo sueldo líquido rondará los 800 euros).
Teniendo en cuenta que mi padre tenía unas expectativas diferentes, totalmente ajenas a la realidad, sobre mi nuevo salario y es el dueño del 25% de las acciones de la empresa (el resto son de mi tío y sus hijos); me imagino que habrá una fuerte discusión familiar. Prefiero mantenerme al margen porque sé que no lograré convencer a mi padre sobre que la situación actual era la que yo esperaba y el resto era pura especulación o falsas promesas. Paradojas de la vida estar dos años rozando la esclavitud trabajando para tu propia familia y siendo co-propietario indirecto de la empresa.
Otros en mi situación se hubieran marchado, yo no lo haré por varios motivos: por las óptimas condiciones de trabajo salvo el mísero salario si se compara con lo que se factura (horario de 8 a 5 durante ocho meses y de 8 a 3 en los otros cuatro, sin horas extras, con cuatro pagas, el plus de transporte, 30 días de vacaciones, un aguinaldo en navidad, y sobre todo el gran ambiente laboral); porque sería lo que desearían algunos y además por las dificultades para encontrar otro empleo actualmente.
En resumen, ya he asimilado mi nueva situación, seguiré haciendo números para irme de casa (esperaré al verano para que sea más fácil y para aprovechar las ayudas sobre alquiler creadas por el nuevo gobierno).

domingo, marzo 05, 2006 

Volver al negro

Mi estado de ánimo me ha hecho regresar al negro como único color para vestir.
El resto del fin de semana podría haber sido para olvidar. El cáncer había matado a otra vecina más, a Mari Luz la mujer de Ignacio P. un caso más que añadir a la lista y un motivo más para empezar a exigir una investigación porque la cosa ha dejado de ser normal. Mi cabeza no daba para más, mi situación laboral era tan incierta que me estaba planteando no acudir a trabajar el lunes porque no estaba oficialmente contratado. Una simple tontería como la derrota del Depor ante el Barça hubiera podido aumentar aún más el desasosiego pero era tal que ni me afectó. Lo mejor era dormir y a la una ya estaba durmiendo.
Pero doce horas más tarde alguien me devolvió la sonrisa, estaba viendo una exposición de carteles propagandísticos de la guerra civil cuando Ana me saludó. Habían pasado los años para los dos pero seguía tan radiante como entonces. Fue nuestra profesora de geografía e historia en tercero de B.U.P. Comenzamos a hablar de los viejos tiempos y de cómo nos iba la vida. Ella tenía una hija más, ya eran tres, pero no habría otras era lo que habían pactado. Seguía dando clases pero ya de forma rutinaria porque sus hijas le restaban el tiempo necesario para evolucionar y actualizar sus conocimientos. Esperaba poder hacerlo cuando fueran algo más mayores. Le conté como nos iban las cosas al resto (Xurxo, Álvaro, Santos y David) se acordaba de todos, luego nos pusimos a analizar el futuro de mi generación y acabamos soñando con una nueva revolución. Sigue viviendo en el barrio y lleva a sus hijas al colegio laico y público de nuestra zona.La conversación apenas duró varios minutos pero parecieron horas.
Con ánimos renovados me fui a comer con mi padre y mi hermano parando a la vuelta en “La Rigueira” para un nuevo capuchino y una sesión de periódicos bajo la dulce y atenta mirada de la camarera de ojos grandes y marrones.

sábado, marzo 04, 2006 

Al este de la guerra

De nuevo la lluvia me esperaba al salir del Forum. Aunque cogí un bus acabé de nuevo empapado. Me apetecía tomarme algo caliente y escogí un chocolate en el Macondo.
Mientras lo degustaba leí una entrevista deliciosa con Paul Auster que me recordó que tenía que pasar por la librería Colón la próxima semana para comprar su nuevo libro.
Algo más calentito y seco me dirigí al Cgai para ver “Jenseits des Krieges” de Ruth Beckermann. Se trataba de un documental realizado con las improvisadas respuestas y manifestaciones de los asistentes a una exposición titulada “Guerra de Exterminación”, que muestra los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial en el frente del este por la Wehrmacht austriaca. Las posturas de los asistentes, muchos eran antiguos combatientes se debaten entre la negación de lo ocurrido o su justificación como hechos aislados y la postura contraria de arrepentimiento y desolación por lo que hicieron sus compañeros.
Es una película dura, impensable de realizar en nuestro país donde la dictadura y la transición frenaron cualquier atisbo de reconciliación como se puede ver estos días con la polémica surgida sobre lo ocurrido durante el golpe de estado del 23-F.

 

A las cinco de la tarde

Podría haber elegido otro momento para ver “Panj é asr” de Samira Makhmalbaf pero me hizo gracia que el título en castellano coincidiera con una de las horas de proyección en el Forum por lo que hice frente al viento y la lluvia para plantarme allí totalmente empapado a la hora señalada.
Cuenta la historia de una mujer que quiere llegar a ser Presidenta de su país, Afganistán, una vez recuperado el derecho a la educación suprimido por los derrotados talibanes. La nueva situación sembró de sueños y esperanzas a las mujeres pero es difícil que las cosas cambien mucho cuando ciertos pensamientos continúan muy arraigados en las conciencias del propio pueblo afgano.
Impresionan las imágenes de fastuosos edificios en ruinas por las continuas guerras que han asolado el territorio y la persistencia del burka frente al velo que representa la lucha de las mujeres por estudiar en las escuelas laicas.
La desolación del padre por los valores de su sociedad le lleva a huir con sus hijas por el desierto buscando algún lugar donde pueda recuperar los valores religiosos perdidos con la derrota talibán. La película comienza y acaba de la misma forma tan desoladora y dolorosa recitando, de fondo y en persa, los versos del poema “La Cogida y La Muerte” de Lorca pertenecientes al Llanto por la muerte de Sánchez Mejías.Como anécdota final pongo el enlace de la web de la saga familiar de los Makhmalbaf que me resultó muy curiosa (http://www.makhmalbaf.com/).

viernes, marzo 03, 2006 

Cayo Largo

La cortina de humo cinéfila duró poco, de hecho, decidí pasar por casa para dejar la bolsa que cargo todos los días y estuve a punto de no regresar para la siguiente sesión.
Pero me bastaron dos minutos en casa para darme cuenta que necesitaba otras horas de evasión porque si no empezaría a gritos con mi madre por tonterías.
Todo lo anterior no era excusa para dejar de ver “Key Largo” de John Huston, era lo mejor que podía hacer, una sesión de cine negro. De un clásico como éste no sería necesario contar su argumento pero yo mismo sé que hay muchos de los llamados clásicos del cine que no hemos visto por diferentes circunstancias.
En los cayos de Florida, de los que casi somos expertos gracias a C.S.I., regentan un hotel un viejo en silla de ruedas y su nuera, joven viuda de guerra. De repente un día se presenta ante ellos un excombatiente, compañero del soldado fallecido. Ha llevado una vida errante desde que acabó la guerra, sin ataduras que lo retengan en ningún sitio.
El momento de rendir cuentas con su pasado no es el más indicado puesto que una banda de gángsteres controla el hotel a la espera de la llegada de sus compinches para culminar un negocio. Podría intentar algo pero actúa con inteligencia para buscar la mejor manera de minar la resistencia del rival, un capo expulsado que quiere volver a tiempos pasados de la ley seca.
La difícil situación es complica aún más con la llegada de un huracán que los tiene recluidos al borde de la destrucción. Finalmente, cuando la tormenta se calma y el negocio se completa, la banda improvisa su huída hacia Cuba en una barca donde el antiguo soldado es obligado a ejercer de timonel. Solo tendrá una oportunidad para deshacerse de ellos y no la puede desaprovechar.
Hasta aquí el demasiado detallado argumento, pero cuando le ponemos voz y rostro a los personajes la película se hace aún más grande. Se hace difícil escoger entre las grandes estrellas participantes: Edward G. Robinson, Claire Trevor, Lionel Barrymore y el dúo formado por Humphrey Bogart y Lauren Bacall. De todas ellas me quedo con las miradas apasionadas de Lauren Bacall que revelan un amor tan grande por Humphrey Bogart que se hace difícil separar la realidad de la ficción. Buscaré dicha mirada en los ojos de otras mujeres.

Cuando iba de camino a casa, una chica que llamaba por teléfono desde una cabina me saludó con la mano. Es curioso pero ahora las cabinas solo las utilizan los inmigrantes o alguien que tenga una emergencia. En principio no la reconocí, por mi miopía y porque había cambiado el corte de pelo, pero después la volví a ver pasar cuando entré en “La Bombilla” para coger una croqueta (aperitivo de cena ligera) aunque desapareció. Supongo que nos veremos un día de éstos y me aclarará porqué usaba una cabina (me imagino que sería para llamar al extranjero) y si tenía algún motivo secundario para cambiar de “look” (la gente cambia de imagen para dejar atrás una etapa que olvidar).

 

Por Dios y por la Patria.

Hoy he acabado mi contrato. Se supone que firmaré uno nuevo pero no me han comentado nada formalmente. Me temo que voy a pasarme un fin de semana muy introspectivo, de mal humor y sin quedar con nadie; utilizando el cine como vía de escape para no estar dándole vueltas al incierto futuro.
Para ello nada mejor que una doble sesión de cine para empezar. Ante un más que probale desfallecimiento por saturación se hacía necesario un capuchino en “La Rigueira” (por fin me decidí a apuntar el nombre de la cafetería).
Cumplido el trámite del falso entusiasmo provocado por la cafeína, me acerqué al Cgai para ver “Ich gelobe” de Wolfgang Murnberger, desconocido director que inicia el ciclo de cine dedicado a la última década del desconocido cine austriaco.
Una aventura que en otras circunstancias hubiera desechado porque cuando el interés por conocer la producción actual de un país cuya trayectoria es desconocida, incluso dentro del propio círculo cinéfilo europeo, alcanza el esnobismo.Cuenta la experiencia vital que supone para un joven recluta cumplir el servicio militar en plena adolescencia. No conozco la legislación austriaca pero por lo que pude ver parece que se trataba de algo obligatorio. Mi convicción antibelicista quedó aún más arraigada cuando terminó la película sin que supusiera un aliciente para emitir una crítica favorable a la misma. De hecho la primera parte del film no me acabó de convencer pero poco a poco fueron surgiendo detalles (ciertas secuencias, parte del argumento y algún recurso técnico) que me llevaron a salir con una ligera satisfacción.

jueves, marzo 02, 2006 

El Tiempo del Lobo

Apurando mis últimos días de becario con la incertidumbre del futuro contrato, sigo disfrutando de parte de mis tardes acercándome al Cgai. Previamente pasé por la tienda de Adolfo Domínguez en busca de alguna ganga en los últimos días de rebajas. Podría decirse que la encontré porque me llevé un pantalón por 12 euros cuyo precio inicial rondaba los descabellados 80.
Ante la posibilidad de una próxima lluvia se hizo necesario pasar por casa para dejar semejante trofeo y aprovechar la ocasión para cenar algo ligero. Esta situación de cenar sobre las ocho es cada vez más habitual, alcanzando ya el grado de costumbre dentro de mi rutinaria vida.
Ahora sí, vuelta al cine. La sesión propuesta era “Le Temps du Loup” de Haneke, la penúltima del ciclo y de su trayectoria antes de la esperada y multipremiada “Caché”.Una familia llega a su casa de campo con la intención de refugiarse del caos reinante que les rodea. No sabemos qué ha pasado ni porqué pero comprendemos que la única forma de salvarse consiste en huir buscando un sitio seguro.
Los hechos desencadenan una huída hacia ninguna parte donde prima el individualismo y el instinto animal sobre la solidaridad y el intento de crear unas reglas que intenten reorganizar la nueva sociedad surgida de una especie de Apocalipsis. Hay momentos en los que el argumento y los hechos nos sirven como ejemplo para sobrevivir dentro de una sociedad caótica resultado de, por ejemplo, una hipotética epidemia de gripe aviar.
Este trabajo de Haneke, sin embargo, no alcanza las altas cotas precedentes quedando como una obra menor dentro de su trayectoria, si eso es posible.

miércoles, marzo 01, 2006 

Adiós al carnaval

Comenzamos mes dejando atrás el carnaval. Estaba ya harto de tanto petardo y chicos vestidos de obrero molestando, por no decir nada de la maldita orquesta que me tuvo ayer hasta las dos de la mañana con un ojo abierto y otro cerrado.
Esta mañana había más gente por la calle, parece que mis últimos días de becario en la empresa se presentan duros, ya hemos quedado para hacer más horas extras durante la semana. Hice una escapada un momento para buscar otro número uno, el del periódico gratuito “ADN” pero no lo pude coger.
Nada más salir de currar he pasado por casa a dejar la bolsa y he salido hacia “La Bottega” donde quedé con Sergio y Tóni. Nueva puesta al día, unas miradas muy precisas a las chicas de las mesas cercanas nos hicieron ver que nuestros, ya cada vez más habituales, fines de semana solitarios y caseros se merecían un descanso. Pero en lugar de quedar para salir puede que hagamos alguna excursión de un día durante el próximo sábado (sí lo nuestro ya no tiene solución).
Les propuse ir a un nuevo local que han abierto en el barrio. No sé como se llama, está cerca del Konsum, en la puerta pone “Cantina” y antes era un estudio de fotografía. No abría hasta las ocho, por lo que para hacer tiempo (nos faltaban quince minutos) fuimos al súper aprovechando que Tóni tenía unas cosas que comprar.
Volvimos a probar y sí estaba abierto.Nos gustó la decoración y la música, estábamos solos y como hecho inaudito en mi ciudad nos pusieron una tapa gratis. Merece la pena visitarlo aunque se notaba que estaban empezando. Tengo la duda de si será el mismo local al que han ido guille y su trouppe por la foto de su lady, me parece que sí aunque lo llaman de otra forma.
Tampoco he podido ir a la otra película de Haneke hoy, menos mal que la ponen otra vez mañana. No faltaré.

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