En busca de los 1001
Le he vuelto a coger el gusto a lo de trasnochar, ya sea quedándome hasta las seis conectado a Internet bajando y buscando música perteneciente a los “1001 discos”o para bajar a tomar algo aunque siga volviendo temprano.
La música está empezando a monopolizar el tiempo que antes monopolizaba el cine.
Hoy no he hecho nada más que bajar música desde que salí de currar hasta las nueve de la noche que quedé con Alex, Marta y Sonia en “El Tequeño”. Alex se fue pronto, el resto fuimos a la Rochester donde volví a caer en la tentación de las Guiness. Estaba llena de un grupo de británicos, hablaban tan rápido que veo que las clases de inglés seguirán siendo necesarias. Luego aparecieron Lucia y Marian con sus amigos con derecho a roce pero ya estaba tan cansado que al salir me fui para casa, algo ciego, lo suficiente para no poder dormir y pasarme un par de horas conectado.
La música está empezando a monopolizar el tiempo que antes monopolizaba el cine.
Hoy no he hecho nada más que bajar música desde que salí de currar hasta las nueve de la noche que quedé con Alex, Marta y Sonia en “El Tequeño”. Alex se fue pronto, el resto fuimos a la Rochester donde volví a caer en la tentación de las Guiness. Estaba llena de un grupo de británicos, hablaban tan rápido que veo que las clases de inglés seguirán siendo necesarias. Luego aparecieron Lucia y Marian con sus amigos con derecho a roce pero ya estaba tan cansado que al salir me fui para casa, algo ciego, lo suficiente para no poder dormir y pasarme un par de horas conectado.
No comment