Estoy en el CGAI

El sábado fue un día para olvidar, primero una resaca monumental atenuada por una agradable comida familiar en Santa Cristina en un día soleado. La cosa se torció de forma definitiva con el Derbi, un Depor - Celta donde debutó como público la novia alemana de mi hermano ante la sorpresa de los familiares presentes. Fue un partido donde nosotros dominamos pero ellos marcaron los goles. Cuando nos metieron el 0-2 a cinco minutos del final me fui del estadio para no ver perder en casa y como festejan la victoria los vecinos del sur.
De camino a casa, contesto a la perdida de Patricia, hablamos, los dos estamos algo cansados y no estamos para resolver dilemas que se convierten en problemas por lo que quedamos en vernos mañana. Continúo la ronda de llamadas hablando con Alex que está en Alicante y con Marta que también decide quedar mañana conmigo. Estoy muy solicitado últimamente. Ceno algo y me voy a la cama.
Ayer mi madre estaba enferma con gripe pero como solo estaba empezándole me fui a comer a la aldea con mi padre, mi hermano y mis tíos. Volvimos casi a las seis y mi madre no tenía mucha fiebre por lo que aproveché la magnífica para quedar con Tóni, Sergio y Tonecho. Desechada la opción del Portiño por abarrote, optamos por sendas rondas dobles en El Quindío y en la Green Street. Pasadas las nueve volvía para casa y como no me había llamado ni Patricia ni Marta las llamé y quedamos para mañana (otra vez).

Cerca de la una salimos hacia el Pata, cruzándonos con Lens, Dani, Alex y compañía que iban camino del Baobar. Iago había quedado en el Galeón estuvo yendo y viniendo toda la noche hasta que se fue. Nos quedamos Patricia y yo, hablando y bailando. Fue llenándose de conocidos como Lens y compañía o Iván, Alba y un tal Pablo. Patricia y yo nos turnábamos para ir a la barra y casualmente hacíamos lo mismo, pedíamos y nos poníamos a hablar con Juanjo. Así seguimos hasta que cerraron, bueno yo me subí a la tarima unas cuantas veces, el alcohol causaba estragos.
Se produjo una esperpéntica situación entre Juanjo, Patricia y yo porque Juanjo quería vernos después y no tenía nuestros números, no sabía que nombre ponerme y le propuse Pablo Tarima. Estaba claro que acertaría.
Patricia y yo nos fuimos paseando al Playa, momento aprovechado para ejercer de consultor sentimental medio ciego y cuando íbamos a entrar me fijé que tenía cuatro llamadas perdidas de Juanjo. Le llamamos y cogimos un taxi hacia el Velvet.
Llegamos y estaba con Antón de TAB y una pareja (creo que el chico también tenía un grupo, puede que fuera de Jiménez Del Oso). Conversación musical muy interesante que no se alargó porque ya estaban cerrando. Cogimos un nuevo taxi hacia el Playa Juanjo, Patricia y yo. Cuando llegamos también estaban cerrando con lo que volvimos a pillar otro taxi que nos llevó a casa. Tres taxis en media hora, récord absoluto.

Salimos del cine riéndonos de los comentarios de las viejas que se apuntan a un bombardeo y salen heridas e indignadas. Intentamos analizar porqué nos ha gustado mientras caminamos. En la Calle de la Torre nos separamos Marta se va para casa y yo para el Mardigras a ver a DA, el grupo paralelo de Dani Garuz, integrante de un movimiento lleno de talento e ilusión musical llamado “Costabravísmo”.
Está casi vacío. En el claroscuro del fondo veo a Patricia con un chico pero no me acerco hasta que no me lo pide, no es chulería si no simplemente que tres son multitud. Me integro enseguida, nos sentamos a charlar. El chico es majo, tiene un acento peculiar (creo que de Carballo), me sonaba de vista y tiene fotolog donde quizás entré de rebote de favoritos en favoritos y como siempre he olvidado su nombre. La conversación se centra en la música y los fotologs, paso de contarle que tengo blog porque tampoco quiero que lo sepa Patricia. Intento mantener el tema sin descubrir mi secreto, en un grado de cinismo superlativo, pero peor sería decir que no tenía ni puta idea de lo que eran los blogs y fotologs.
Patricia me cuenta las novedades del Cgai, esa tarde han echado a Jose Luis Cabo, el director y ha sido un drama para todos los demás. La política del bipartito ha estado por encima de la independencia del organismo. El PSOE nombrará a Antonio Simón, uno de los suyos, afín al sector coruñés. Espero que dicho cambio no suponga un traslado a Santiago para la mole de la Cidade da Cultura porque supondría el fin de mi blog (ya veríamos si creaba uno nuevo pero con otro nombre) pero al menos tendría un montón de horas libres para dedicarlas a otras pasiones como la música o los libros pero no sería lo mismo mi vida sin el Cgai.
En plena conversación aparece Dani Garuz en escena y se pone a cantar en acústico y sin presentarse “Claro que sí”. Parece bajito y muy frágil como si fuera un hermano pequeño, dan ganas de abrazarlo. Se le une la banda y van tocando “Como tú quieras”, “Círculos polares” (que les sale mal), “Una mujer y un gato” y con “Para siempre” la cosa empieza a animarse. Siguen con “El futuro más acá”, “Media hora antes de las 8 horas”.Empezamos a saltar con “Todo puede ser” y “Mi chica está en coma” (versión del tema de los Smiths).Patricia sale fuera a buscar a su hermano Iago. El concierto va llegando a su punto álgido y en un momento dado nos reparten unas gafas de 3D que nos vamos intercambiando y consiguen la complicidad necesaria del escaso público. No recuerdo cuando fue pero sí sé que baile con ellas puestas “Sopa y Gazpacho” y seguí jugando con unas y otras en “La música, las drogas, el láser, las minifaldas” (de La Costa Brava) que se salió. Me las quité porque todo me daba vueltas y para disfrutar de la traca final con “Velocidad absurda” “Tigres vegetarianos” y “A tomar el sol”.
Todos nos merecíamos un bis pero no esperábamos que fuera la increíble “Suspicious Minds” del denominado “rey de las caderas” Elvis Presley. Fue una versión tan buena que acabé dejándome llevar, bailando y cantando lo que me supuso terminar la improvisada coreografía de rodillas en el suelo. Nos dejó tan flipados que le insistimos para que tocaran otra y ante la falta de repertorio se sacaron la espinita clavando en la toma dos “Círculos polares” con la que culminaron el concierto.
El chico de Carballo se marchó a ver a Ainara Legardon al Playa, nosotros estuvimos hablando con Dani Garuz un rato, nos dijo que iba a salir con gente de aquí. Lo que no sabía es que tenía como maestros de ceremonias a un grupo de cuarentones comandado por algún componente de Los Dramáticos, mítico grupo coruñés de las pasadas décadas.
Nuestra noche también comenzaba.

Conocía bastante la trayectoria del director Tsai Ming-liang por un ciclo que le dedicaron el año pasado en el Cgai del que faltaba esta película por ser demasiado reciente. En sus películas parece que no pasa nada interesante pero si las visionas en su conjunto, como un todo, te das cuenta de que lo que nos muestra consigue enfatizar indirectamente esas ideas que nos quiere transmitir. Estaba familiarizado con sus marcas de fábrica y actores fetiche, conocía sus miedos o su sentido del humor y además habían dado una publicidad inusitada en los telediarios a esta película como para pensar que no me iba a sorprender pero sí que lo hizo.
La escena más comentada y utilizada para dichos reportajes ocurría en los primeros minutos de metraje y juntaba a una pareja disfrazada de médico y enfermera en una cama con sexo y una sandía de por medio.
Viendo solo esa parte y las promociones en los medios nos centraríamos en la polémica causada por las escenas de sexo muy explícito que suceden en la película. No estoy diciendo que no sean fuertes, que lo son, incluso algo excesivas pero no censurables, la cuestión es saber encuadrarlas dentro del argumento. Ahí si que tienen su sentido y buscan el objetivo contrario al que pretenden mostrar. Es sexo sin tapujos, porno amateur que choca con la soledad y aislamiento en un mundo desestabilizado por la falta de agua, metáfora perfecta de la sequía de sentimientos de la sociedad actual.
Separando esa realidad social amarga y silenciosa están las parodias musicales, auténticas explosiones de colorido y sonrisas que ya estuvieron presentes en alguna de las anteriores películas del director afincado en Taiwan.
Como también estaban presentes los dos protagonistas, que ya salieron en “What Time Is It There?” intentando acabar lo que no habían podido comenzar en dicho film, una atracción vital tan sensual que contrasta con la brutalidad con que nos muestra el porno aunque finalmente las dos historias se funden en una brutal secuencia final.
Es difícil explicar porqué la recomendarías sin desvelar parte de su magia. Destrozar algo que tiene que verse globalmente para ser comprendido resaltando momentos cómicos o desagradables (cada uno tiene sus gustos) sería ser injusto. Simplemente, vete y luego me cuentas, no sabrás porqué pero te gustará.

Llegamos al Fórum, me llevo una sorpresa grandísima cuando veo que ya no ponen “Gente di Roma” de Ettore Scola que pensaba ver mañana. Me informan de que debió pasar algo en la proyección de ayer.
Están metiendo la pata cada vez más y uno de los que me pone de los nervios es el nuevo que corta las entradas. De hecho esta vez se las apliqué, con el bochorno y la risa subsiguiente de Marta que no comprendía que fuera tan freak.
El tema es que uno conserva cierto fetichismo para las entradas y se topa con un personaje que tiene la habilidad de romperla por el único sitio posible para que te quedes con un unas míseras letras del título y la cifra del año. Se lo hago saber y encima me suelta que las tiene que romper así para que el trozo que me llevo me sirva para una posible reclamación. Imaginad el típico boleto o rifa con dos partes, en cada una de las cuales aparece el mismo número identificativo; pues bien, el sujeto debería de partirlas por el medio de forma que cada uno se quedara con su número pero no, lo hace mal y encima intenta explicarte que lo hace bien para que yo me quede con el número. Pero le enseño mi parte y no aparece por ningún lado. Finalmente cojo la otra parte de su mano y me llevo el trozo que me corresponde que ya pegaré con fiso cuando vuelva a casa.
Me quedó tan extenso el tema de la entrada que se merecía un post aparte de la película que paso a comentar en uno nuevo.

Me desperté tarde y llegué con casi media hora de retraso a trabajar, menos mal que los viernes suelen tardar algo más en llegar mis superiores. Fue una de las jornadas más horribles en los dos años que llevo trabajando aquí. Alguien abrió la “caja de pandora” de los marrones laborales y siempre pagaba yo el pato. Primero fue una bronca por las caducidades cuando apenas llevo medio año controlándolas y arrastro fallos cometidos hace muchos años. Después fueron surgiendo más temas relacionados indirectamente con mi trabajo que avisé de que ocurrirían pero no me hicieron caso y tuve que resolverlos urgentemente con mucha imaginación e improvisación (tenía que mandar por fax un certificado que no teníamos firmado por alguien que no estaba y aproveché mi facilidad para escribir para intentar colar una carta que creo que colará).
El último marrón fue por culpa de la tecnología. Como ya tengo cierta experiencia me voy adelantando a los acontecimientos y para conseguir un material para una futura intervención con antelación envié un correo hace unas semanas al fabricante. Le llamo para saber cuando lo tendrán y me dice que no recibió el mensaje y que la mercancía tiene que pedirla al extranjero y tardará unas semanas. Puede que sea demasiado tarde.

Menos mal que casi al salir, un simple sonido consigue quitarme algo del estrés que llevo encima. Recibo un sms de Marta que está por la zona y quedamos para tomar algo.Le llamo y la espero en un café de la Gaiteira, del que no recuerdo el nombre. Mientras me llama Carol al móvil pero no la oigo porque estoy escuchando a DA en el mp3.
Cuando viene Marta salgo a llamar a Carol. Era para informarme que cierran los cines Equitativa donde habíamos quedado para ver hoy “La Casa de Mi Abuela” algo que se me olvidó por completo. Quedamos en llamarnos el domingo o el lunes.
Vuelvo con Marta y vamos caminando hasta el centro. La convenzo para que se venga al cine conmigo a las ocho a ver “El Sabor de la Sandía”. Acepta y hacemos planes, ella quedará con Toña mientras yo voy hasta casa a coger unos libros y devolverlos a la biblioteca de la Diputación. Cumplido el trámite me reúno con ellas en la librería Colón
Después Marta y yo vamos al Bombilla a cenar unas tapas y cogemos el bus para ir al Fórum. De camino nos cruzamos con mi prima y su novio. Últimamente cada vez que voy por la calle con una chica me cruzo con algún familiar mío o suyo con lo que ya está listo el cotilleo de rigor.

En esta ciudad la agenda cultural interesante resulta muy paradójica, unos días no hay nada que merezca la pena y otros se juntan varias propuestas a la misma hora. Hoy fue un auténtico quebradero de cabeza tener que decidirse.
Tenía tres alternativas y elegí una cuarta. Después de pasarme la tarde haciendo descartes la cosa se fue aclarando.
La primera opción descartada fue el Campus Rock 06. Empezaba a las ocho y media y duraba hasta pasadas las dos de la mañana. Obviamente lo tuve que desechar porque no me gusta dejar algunas cosas a medias y como mañana me levanto a las siete no podría verlo entero. Tocaban tres grupos coruñeses, Pech Blenda, TAB y Meu y otro invitado, los madrileños SPAM, además se emitía en directo para Radio 3 con Jesús Ordovás al frente. Continua, pues, mi maldición con Triángulo que de todas las veces que han tocado en mi ciudad siempre pasa algo que me lo impide, siempre me quedará poner la “maqueta moqueta”. Espero poderlos ver el 13 de Mayo con el Sr.Chinarro en el Playa
(Álvaro sé que llegas ese día pero no conseguirás convencerme para que cambie de planes como pasó con Cooper).
Las otras dos opciones eran sendas películas en el Fórum y en el Cgai.
En el primero ponían “Gente di Roma” de Ettore Scola, una de las indispensables del año pasado. En el segundo una triple sesión documental y bélica de John Huston con “Report from the Aleutians”, “The Battle of San Pietro” y “Let There Be Light”.Aún no sé porque, sería la pereza pero decidí optar por lo más cercano, ir al Cgai.
Mientras resolvía mis dudas me llamó Marta para decirme que Bea le había propuesto ir a la inauguración de una exposición de un amigo suyo, un tal Héctor, en el Casino del Atlántico y que al ser un Casino era necesario llevar el DNI o similar. Mismo horario que todos los planes anteriores y en principio, descartada.
De tanto pensar se me pasó el tiempo volando y salí corriendo hacia el Cgai. Llegué tan justo que no me fijé en la nota del tablón, menos mal que el chico sonriente que ejerció de taquillero ocasional me avisó del cambio de sesión, ponían “Freud, pasión secreta”.Tenía claro que no iba a entrar pero no sabía que opción tomar en su lugar. Seguía descartado el concierto y a la película del Fórum no llegaba, la amenaza de lluvia y el cabreo de tanto plan frustrado me conducían a casa.
Efectivamente, fui a casa, pero cambié de opinión y cogí mi carnet de conducir (único documento identificativo que poseo desde que perdí mi cartera hace casi dos años y me quedé sin DNI mientras pueda seguiré sin él como último gesto de rebeldía anarquista). Llamé a Marta que me esperaba en la puerta. Nunca había estado, la sala estaba muy bien colocada, haciendo las veces de hall y pasillo hacia las mesas de juego para que los compradores de arte también entraran a jugar.
Bastante gente, escasez de bebidas y pinchos cutres pero en las mesas había pequeños recipientes llenos de deliciosos sugus y cantaba jazz Paula Martins y su grupo. Ni rastro de Bea ni Loli ni sus amigos. Así que, vaso de agua en mano nos dispusimos a ver los cuadros. La muestra estaba formada por 14 acrílicos de medio y gran formato en los que muestra su talento mezclando paisajes coruñeses con símbolos de la cultura popular como los clips y el logo de Estrella Galicia con un estilo limpio pero lleno de detalles. No me importaría tener alguno pero como sabemos nuestros límites pecuniarios ni nos dignamos a ver los precios que había sobre la mesa. Fueron llegando conocidos amigos de Bea como Arturo y Jose o Roberto y compañía. Cambiamos el agua por vino. Me gustaba mirar y ser observado mientras conversabas y de fondo se escuchaba la dulce voz de Paula Martins que se atrevía con la bosanova. Nos agenciamos alguno de los catálogos que repartían aunque luego descubriríamos que fue un esfuerzo en vano cuando llegaron Bea y Loli que nos dijeron que los habían diseñado ellas y que tenían guardados unos cuantos. Llevábamos más de dos horas allí y apareció más gente como Pablo, el vecino de Bea, que hacía siglos que no lo veíamos. El artista se llamaba Héctor Francesh y era un chico bajito y barbudo con el que finalmente no cruzamos ni una sola palabra. La gente se fue marchando y nos quedamos Marta, Arturo y yo.
Al salir se nos unieron Pablo y Bea que había quedado con el resto en el “Recuncho de Maite”. Como era inevitable cayeron unas tapas y continuamos en “A Nova Pataca” sin comer, eso sí. Me pasé hablando con Arturo la mayor parte del tiempo, solo nos hemos visto tres veces pero me cae genial. Le conté que Cris estaba por aquí pero no sabíamos si la íbamos a llegar a ver y nos pasamos casi todo el tiempo hablando de pisos y alquileres, empiezo a estar desesperado e intento conocer como andan las cosas a los que viven de alquiler.
Finalmente, rozando la una de la mañana llegué a casa, vi el final de Días de Cine y me acosté sabiendo que otro día más no recuperaré las horas de sueño que me debo.

Llevaba escuchando sus dos discos en mp3 durante las últimas semanas (antes no sabía quienes eran, me sonaba el nombre y punto). Iba dispuesto a pasármelo en grande, tras muchas escuchas estaba enganchado y me habían convencido.
La entrada ponía que abrían a las diez pero conociendo el retraso habitual me fui directamente a la cafetería para ver el final del Villareal- Arsenal donde tenía el corazón dividido. Hasta que llegó el penalti y Riquelme falló, el salto que pegué y la alegría del final me demostró que realmente siempre quise que pasara el Arsenal, pudo más el “gunner” que llevo dentro que la nacionalidad. Esperaba que los suecos estuvieran viendo a su compatriota Ljunberg y el concierto se retrasara lo suficiente para poder coger un buen sitio pero fue imposible.
En el Playa no cabía un alfiler cuando entré pero seguían vendiendo entradas. Era un auténtico infierno que me hizo recordar viejos abarrotes en la década pasada como aquel concierto de las efímeras Elástica o las últimas visitas de los Planetas.Dejé el chaquetón y el chaleco en el ropero para ponerme cómodo y conseguir abrirme paso entre la gente. Pasados veinte minutos ya me había bebido dos aguas, pensaba que me iba a marear del calor y no había avanzado ni cinco metros desde la cabina del pincha.
El público era variopinto, apenas pude distinguir gente conocida salvo caras habituales del Soho donde había una fiesta pre y post concierto. Predominaban las chicas jóvenes y gente pija, lo más in de la city; también estaba la sección “somos indies somos cool” o los universitarios y erasmus que se apuntan a lo que sea con tal de salir entre semana.

Finalmente, cerca las once y cuando la gente comenzaba a impacientarse (llegaron a gritar “hijos de puta” medio en broma medio en serio) saltaron a escena. El típico saludo en macarrónico spanish y comenzaron el repertorio ante los gritos y saltos de sus fans.
Abrieron con “Paralyzed” dejando claro que Gustaf (el guaperas moreno) era todo postureo y le quedaba poca voz. Después vino “Down In The Past” que causó los primeros estragos demostrando Björn (el rubio) que posee más talento vocal pero le falta ese savoir faire de su incansable compañero de micrófono.Sorprendentemente, con solo dos temas y el público como loco, pegaron un bajón para cantar uno de sus temas nuevos cuyo título desconozco.
Retomaron el vuelo alternando los cantantes con “Annie’s Angle”, “Lauren's Cathedral”, “You Can't Steal My Love” y “White Wall”.Para recuperarse tocaron otro tema que no me sonaba y pasaron a la traca final con “God Knows” y “Sheepdog”.
Repertorio justito cercano a una hora que culminaron, tras hacerse bastante de rogar, con un bis de tres canciones. La primera con Gustaf en plan acústico y con harmónica puede que fuera una versión porque me sonaba de algo. Dejaron un gran sabor de boca con sus dos últimos hits “Clean Town” y “The Band”, aunque se tornó algo agridulce al ver el encendido de las luces y escuchar la música de la sala que nos dejaban sin un posible segundo bis y nos invitaban a marcharnos.

Resumiendo, se podría decir que cumplieron las expectativas con su música: tocaron muchos hits y presentaron algún avance de su nuevo álbum aunque se dejaron temas imperdonables en el camerino (aprovecho para pedir disculpas por si me he olvidado de alguno y pido la corrección oportuna).Pero también debemos recordar sus fallos de sonido y voz, sus ataques de ego y sus posturitas, sus elogios al sudoroso respetable y a la ciudad, su escasa hora. Sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, era lo esperado por su trayectoria y por como funciona este negocio.

Satisfecho por mi elección y porque acabó a una hora prudente me fui para casa, lo que me permitiría no tener que lamentarlo cuando sonara el despertador a las siete de la mañana para irme a trabajar (sobre las doce y cuarenta ya estaba en la cama).

Últimamente no doy a basto con tanta gente que vuelve a estar cerca de mí. Esta tarde fueron los chicos quienes me llamaron para tomar algo. Pasé por casa para dejar las cosas y salí hacia el Quindío donde me reencontraría con Tóni (recién llegado de su crucero por el Mediterráneo), Sergio y Tonecho.
No me dieron tiempo ni para pedir, eso que apretaba el calor y de camino solo esperaba llegar para tomarme algo fresquito, y cogimos el coche sin rumbo fijo y acabamos en el “Green Street” buscando algo de sombra y una camarera. Tomamos varias rondas ya que al rato llamó y apareció David Ago que nos deleitó con un repertorio de anécdotas sobre sus vacaciones en Torremolinos o las hazañas de sus alumnos de ocho a diez años (nos quedaremos para siempre con un nombre: Damián). Finalmente salimos de allí con el dulce “hasta luego” de la guapa camarera incluido, quedando para vernos más veces ahora que el sol ha vuelto a lucir.
Me quedaban dos horas para el concierto de Mando Diao y acababa de comenzar el partido del Villareal – Arsenal, la vuelta de semifinales de Champions. Lo más lógico era buscar un sitio donde cenar algo y ver el partido pero preferí devolverle la llamada de esta tarde a Marta y quedar con ella, previo paso por casa para prepararme para el concierto. Fui a buscarla a su casa, cruzándome con Cris que por señas quedó en que nos llamaríamos un día de éstos. Recogí a Marta y nos fuimos a tomar unos sándwiches vegetales a la hamburguesería “La Torre” mientras nos poníamos al día de los últimos acontecimientos. Después le acompañé hasta su portal y por ser amable perdí el bus y tuve que coger un taxi hasta el Playa.

Primer lunes en mucho tiempo que voy al cine. Posiblemente también sea la primera vez que veo una película tailandesa, no recuerdo ahora si “Las Lagrimas Del Tigre Negro” era tailandesa. La cita con el Cgai era para ver “Ruang rak noi nid mahasan”de Pen-Ek Ratanaruang más conocida por su título en inglés “Last Life in the Universe”.
Cuenta la historia de un chico japonés que vive en Bangkok y trabaja en una biblioteca. Tiene el perfil adecuado para el puesto, es un lector empedernido y le gusta tanto el orden que desarrolla un TOC (trastorno obsesivo compulsivo) lo mismo que tiene David Beckam. Pero esa forma de vida no le llena por completo e intenta suicidarse una vez más. El azar como tantas veces se cruza en su camino y es su hermano quien aparece en su casa para impedir su muerte.
Las cosas cambian a su alrededor pero continúa con sus intentos de suicidio. Pero un día todo dará un giro, estando a punto de tirarse desde un puente una chica intenta impedirlo y es atropellada. Su naturaleza le obliga a ayudar a quien le ayuda y decide acompañar al hospital a la hermana de la muchacha atropellada.
La espera en dicho centro les une y acaban marchándose juntos a la aldea, dejando a la herida recuperándose en el hospital. Esa nueva casa representa todo lo que detesta, está sucia y desordenada pero al mismo tiempo comienza a sentir algo por la chica que le acompaña.
Podría seguir con el argumento pero ya es lo bastante interesante como para verla sin necesidad de desvelar más detalles. Destila humor negro y surrealismo en cada plano y está contada con una estética muy cuidada y un ritmo pausado y romántico aunque de vez en cuando usa algún flashback rompiendo la temporalidad.
Los actores hablan en tres idiomas: japonés, tailandés e inglés demostrando que con ciertas miradas no son necesarias las palabras.

La obsesión por el orden, los libros y la soledad del personaje me han hecho sentirme identificado dándole un punto irónico y personal a la película que me ha hecho valorarla muy positivamente.

Hoy el día ha estado marcado por el 75 aniversario de la I República. El resto de situaciones cotidianas de las nubosas vacaciones carecen de importancia, era el momento de leer todos los periódicos y ver todos los programas de televisión que ofrecieran algún reportaje.
Desde mi convencimiento de llegar a ver una III República lamenté no haber podido estar en mi ciudad para participar en los actos organizados por el Ateneo y otras organizaciones similares.

Ahora más que nunca

¡¡¡ Viva la III República !!!

Crónica de un viaje en tren desde Coruña hasta Alicante.
Soy de los que suele ser bastante tranquilo antes de cada viaje, incluso demasiado, lo hago todo con tanta calma que hoy casi pierdo el tren que salía a las nueve ante la desesperación de mi madre. A continuación reproduzco párrafos enteros que he ido escribiendo en el transcurso de mi viaje.

“Llevo dos horas y media de viaje. Acabamos de llegar a Ourense. El vagón ya está lleno y hace calor. A mi lado tengo a un niño de unos 12-14 años fiel exponente de los chavales de hoy: va vestido con vaqueros y sudadera con capucha, lleva gafas de miope marca puma, está jugando a una consola portátil y antes estuvo escuchando su mp3.
Parece hijo único, su madre está al final del vagón. El corte de pelo es normal, nada extravagante por lo que deduzco que no ha empezado esa fase rebelde.
El resto del vagón lo llenan personas mayores, alguna madre o abuela con sus hijos o nietos incluidos un par de bebés que no paran de dar la lata y algún que otro adolescente embutido en sus cascos.
De las chicas destaco a dos. Una estudia económicas porque los libros de contabilidad que ha sacado no me suenan de nada, tiene discman y también lee el Jueves, lleva el pelo largo y está muy pendiente de su bolsa. La otra se ha subido en Santiago, lleva estética redskin-mod, una bolsa de la nueva tienda pop “A Reixa”, camiseta tipo Nice Trip o Rei Zentolo, pantalones Levi’s y lee el Tentaciones mientras escucha música.
He pasado estas horas repasando mentalmente si me había olvidado algo: el cepillo de dientes (nada grave).De leer me he traído la “Trilogía de N.Y.” de Paul Auster y de música he cargado el mp3 con un poco de todo: Mando Diao, Belle & Sebastian, Seu Jorge, Beatles, Hard-fi, Artic Monkeys y Fleetwood Mac y de apuntes cargo con el RD sobre legislación de productos sanitarios.
Estoy preparado para ese vuelco al corazón y primer ataque de morriña que se produce cuando dejo Galicia por la incertidumbre de si me pasará algo que me impida volver.

El niño y sus padres se han bajado en Zamora a las dos y media. Ya he comido fiambre y pan, he leído, he chapado, he mirado por la ventana, he dormido, he paseado…no sé qué hacer y aún me quedan ocho horas.
La otra chica se ha bajado en Medina del Campo donde he aprovechado para llamar a mi padre, por lo visto hace sol y se están comiendo un cocido en casa de mi primo.
Me he tomado un café asqueroso y el paisaje ha cambiado. Sigue siendo verde pero ahora sin apenas vegetación salvo algunos olivares. El cielo ya no está cubierto y luce el sol.

Ávila.16:20.He visto toros de lidia bellos y libres, ajenos a su terrible fin, esa matanza cruel llamada fiesta nacional.

Queda una hora y ya no aguanto más. Estoy harto, hasta me he tragado una película infumable de Dennis Quaid y Scarlett Johanson para pasar el rato.
Al final somos casi como una familia tras once horas de viaje, recordaré a René, un auténtico terremoto de unos doce años que no ha parado en todo el día de hablar con todo el mundo e ir de aquí para allá. Por lo visto le conocen en la televisión como “el pequeño bola” después de aparecer en Riazor varias veces en “El Día Después” volviendo locos a los guardas de seguridad.”

Me vienen a recoger mi primo, mi padre y mi hermano, cenaremos en casa del primero y luego iremos a dormir a la Residencia para mutualistas médicos y farmacéuticos donde pasaré una semana que algunos dicen santa.

Me voy de vacaciones una semana. Libro los tres días no festivos y aprovecho para irme a pasarlos a Alicante donde ya me esperan mi padre, mis hermanos, mi tía y mis primos.Como tenía pánico a la T4 voy en tren. Salgo a las nueve y son trece horas.
Tengo cosas pendientes que actualizar y puede que tampoco pueda hacerlo allí así que tendréis que aguantar unos días.

Cuando llegaron los vecinos habituales y amigos de mi madre para la cena decidí dejarles tranquilos y me fui al Forum a ver el documental “Dentro de Garganta Profunda” de Randy Barbato y Fenton Bailey. Se trata de la historia que rodeó al estreno y la repercusión posterior de uno de los mitos del género porno “Garganta Profunda”. Evidentemente, como la mayoría de los integrantes del sexo masculino, he visto alguna película de dicho género pero sin ninguna intención cinéfila y entre las mismas no se encontraba esta mítica cinta. Visto lo visto en el documental puede que intente conseguirla para completar el reportaje dejando para otra ocasión el puro pasatiempo fisiológico y hormonal. Me imagino que intentar conseguirla en v.o. con subtítulos será una auténtica hazaña digna de un futuro documental.
Volviendo a la cinta vista esta noche, indicar que a parte de los comentarios de los protagonistas del rodaje incluyen manifestaciones de personajes relevantes del ámbito científico como la sexóloga Erica Jong o la escritora Camille Paglia y de gente del mundo del cine como Warren Beatty, John Waters o Wes Craven o de las revistas para adultos como Hugh M. Hefner o Larry Flynt. Todos ellos aportan su punto de vista a esta historia paralela de censura, moda e hipocresía que siguió al estreno de la película.
En líneas generales está muy bien estructurada aunque la parte final decae un poco viendo como acabaron todos y cómo las estrellas del porno desconocen o incluso no han visto la película que lo cambió todo.
Entre los asistentes y compañeros de sala estaban bastantes conocidos como unas hermanas y su trouppe donde la mayor volvía con su peinado blaxplotation que tanto me gusta, gente habitual del cgai o incluso de mi parada de bus así como aquellas chicas que coincidieron conmigo en el concierto a domicilio de LCB en julio.

Finalizada la visita de calidad he vuelto a currar al almacén. Para mi sorpresa nadie ha hecho la mayor parte de mi trabajo durante estos dos días, tengo mucha mercancía acumulada que controlar. Viendo estas actitudes me va a resultar difícil poder dedicarle seis horas al día a la calidad. Mis colegas de almacén sí que son más comprensivos con mi nueva tarea y no me crearán problemas, los veo receptivos porque saben que hacen falta ciertas mejoras en nuestra zona de trabajo en particular. Le he mandado mi primer correo a mi instructora de calidad agradeciéndole su colaboración y sus consejos y me ha respondido por mail y por teléfono. Es un encanto de persona.
Mi madre estaba de santo, bueno en realidad no tiene santo pero siempre lo celebra el viernes anterior a Semana Santa, por eso salí a comer con ella, mi hermano y su novia a Casa Saqués. Por la noche tenía fiesta en casa con sus amigas y vecinas, variante de la habitual timba de cartas de los viernes.
Como mañana me voy de viaje tenía muchas cosas pendientes que hacer después de salir del curro. He quedado con Marta para que me pasara mi flamante mp3 y fuimos a tomar algo al Tequeño con Toña y su marido, Pepe que me pareció un gran tipo.
Regresé a casa y me puse aprobar mi mp3 Bluesens que cubre todas mis necesidades al tener 1 giga de memoria, llave USB, radio e incluso grabadora. Me valió diez veces menos que un ipod que no deja de ser un capricho cool.
Estuve preparando la maleta y salí a devolver los libros a la biblioteca porque lo intenté por teléfono pero era imposible.

Una nueva etapa laboral va tomando forma. Estos dos últimos días he recibido la visita de una compañera valenciana de nuestros socios del grupo. Es la responsable de calidad de su empresa y ha venido para echarme una mano con las normas ISO. Yo llevaba desde noviembre con el tema, muy poco tiempo pero casi había terminado el Manual de Calidad. Pero hasta que llegó ella no comprendí el reto a que me enfrentaba, lo que ya estaba hecho me serviría como experiencia pero debía empezar de cero.
Sabía que no sería fácil hacerle comprender a mis compañeros que debían trabajar de otra forma sin importar que tuvieran más de diez años de experiencia. Tras unas horas de charla, fuimos a comer con mi jefe (mi primera comida de negocios) y seguimos trabajando unas horas más allá del horario laboral porque faltaba mucho por hacer y solo teníamos día y medio para sentar las bases de mi trabajo de los próximos meses.
Fueron casi diez horas muy productivas a base de mucha conversación y algunas recomendaciones sobre como hacer que mis compañeros colaboren y pueda delegar en ellos ciertas tareas.
Necesitábamos un merecido descanso y antes de acompañarla al hotel la llevé a cenar una ligera ensalada a La Bottega que le encantó, se sorprendió de lo rica que era la lechuga. Encantados de habernos conocido la dejé en su hotel quedando en pasar a buscarla hoy a las ocho de la mañana siguiente para ir hacia la empresa y aprovechar las últimas tres horas antes de que cogiera su avión.
Fue un placer trabajar con ella, me esperan meses muy duros pero estoy preparado para asumir una responsabilidad tan grande por el reto que representa porque mi salario va a ser el mismo. Solo espero que lo acordado con ella se cumpla y pueda dedicar la mayor parte de mi jornada laboral a este proyecto.

La espera mereció la pena. Para una vez que ponían una película interesante en los cines comerciales podría haberla visto hace unos meses pero decidí esperar su estreno en el cgai en versión original como colofón del excelente ciclo del director Michael Haneke.
La película es fabulosa y contiene todas las virtudes del director como narrador. Una vez más nos hace reflexionar con la historia. Su crítica social, sutil pero desgarradora al mismo tiempo, de la vida que envuelve a los protagonistas nos demuestra que para merecer el éxito es necesario saber mirar atrás recordando cómo, cuándo y porqué gozan del status actual. Es necesario no dejar cabos sueltos con un pasado que puede volver en cualquier momento. Una historia compleja que choca con lo más íntimo y profundo del ser humano, dejándonos inquietos e incómodos como espectadores pero acusándonos de cómplices indirectos de lo que les sucede a los protagonistas. Nosotros somos la cámara y decidimos el momento en que pulsamos el botón de stop.

Embriagado de buen rollo y de sudor, tras una rápida sesión de saludos, comentarios y pasos por el baño o el ropero, cogimos un taxi con destino claro: el Patachím.
Tenía miedo de enfrentarme a la vuelta al Pata y encontrármelo todo muy cambiado sin ver a nadie conocido pero sucedió justo al revés. El primer encuentro fue en la misma puerta con Patricia y su hermano. Unos pasos más adentro me topo con Lucía y Eva. Los dos encuentros eran demasiado prematuros como para pararse a hablar así que seguimos hacia el sitio de los Nouvelle. Cuando pude ver por allí rondando al chico de barbas de ingrato encuentro anterior comprendí que la noche sería difícil de olvidar como así fue.
Al rato me sentía como en casa, el repertorio de Juanjo había cambiado ligeramente pero seguía siendo muy apetecible. Comenzaron las idas y venidas de unos y otros entre la barra y el baño. Era inevitable que algún encuentro se repitiese.
Primero estuve un rato con Patricia que sigo sin comprender cómo se le metió en la cabeza que yo sabía italiano porque me presentó a una amiga suya bajita que era italiana, le recordé que me había prometido el dvd de Lomax y nos intercambiamos los teléfonos para ello.
Después le llegó el turno a Eva, hicimos algún pequeño amago de no saludarnos para evitar malos rollos pasados pero comprendimos que no tenía sentido y nos pusimos al día. Habiendo charlado con ella era inevitable la segunda parte, la llegada de Lucía.
También tuvimos dudas pero enterramos el pasado y me contó que se iba a Londres a vivir con su novio, recordé que mi hermana curraba en lo suyo y le comenté que si quería referencias sobre sitios donde poder currar se las daría por ello también nos dimos los teléfonos.
Curiosa coincidencia que dos chicas que conozco desde hace casi dos años hayamos tardado tanto tiempo en darnos los teléfonos cuando hemos estado juntos muchas veces bailando o en el cine y sea precisamente hoy cuando lo hacemos al mismo tiempo.
Pero para finalizar la rentrée había que cumplir cierta tradición: subir a bailar, esperé al momento que me llenara lo suficiente para acometer la tarea y eso sucedió cuando Juanjo puso 33 de LCB. El resto de la noche ya carecía de importancia, aquel era el momento definitivo y lo mejor que podía hacer cuando las luces se encendieran era irme para casa.