« Home | Mando Diao en el Playa » | Aún más reencuentros » | Last Life in the Universe » | 75 años de ilusión » | Fragmentos ferroviarios » | En tren hacia Alicante » | Inside Deep Throat » | Volver al almacén » | Los comienzos de un proyecto » | Caché » 

jueves, abril 27, 2006 

Difícil elección: concierto, películas o exposición

En esta ciudad la agenda cultural interesante resulta muy paradójica, unos días no hay nada que merezca la pena y otros se juntan varias propuestas a la misma hora. Hoy fue un auténtico quebradero de cabeza tener que decidirse.
Tenía tres alternativas y elegí una cuarta. Después de pasarme la tarde haciendo descartes la cosa se fue aclarando.
La primera opción descartada fue el Campus Rock 06. Empezaba a las ocho y media y duraba hasta pasadas las dos de la mañana. Obviamente lo tuve que desechar porque no me gusta dejar algunas cosas a medias y como mañana me levanto a las siete no podría verlo entero. Tocaban tres grupos coruñeses, Pech Blenda, TAB y Meu y otro invitado, los madrileños SPAM, además se emitía en directo para Radio 3 con Jesús Ordovás al frente. Continua, pues, mi maldición con Triángulo que de todas las veces que han tocado en mi ciudad siempre pasa algo que me lo impide, siempre me quedará poner la “maqueta moqueta”. Espero poderlos ver el 13 de Mayo con el Sr.Chinarro en el Playa
(Álvaro sé que llegas ese día pero no conseguirás convencerme para que cambie de planes como pasó con Cooper).
Las otras dos opciones eran sendas películas en el Fórum y en el Cgai.
En el primero ponían “Gente di Roma” de Ettore Scola, una de las indispensables del año pasado. En el segundo una triple sesión documental y bélica de John Huston con “Report from the Aleutians”, “The Battle of San Pietro” y “Let There Be Light”.Aún no sé porque, sería la pereza pero decidí optar por lo más cercano, ir al Cgai.
Mientras resolvía mis dudas me llamó Marta para decirme que Bea le había propuesto ir a la inauguración de una exposición de un amigo suyo, un tal Héctor, en el Casino del Atlántico y que al ser un Casino era necesario llevar el DNI o similar. Mismo horario que todos los planes anteriores y en principio, descartada.
De tanto pensar se me pasó el tiempo volando y salí corriendo hacia el Cgai. Llegué tan justo que no me fijé en la nota del tablón, menos mal que el chico sonriente que ejerció de taquillero ocasional me avisó del cambio de sesión, ponían “Freud, pasión secreta”.Tenía claro que no iba a entrar pero no sabía que opción tomar en su lugar. Seguía descartado el concierto y a la película del Fórum no llegaba, la amenaza de lluvia y el cabreo de tanto plan frustrado me conducían a casa.
Efectivamente, fui a casa, pero cambié de opinión y cogí mi carnet de conducir (único documento identificativo que poseo desde que perdí mi cartera hace casi dos años y me quedé sin DNI mientras pueda seguiré sin él como último gesto de rebeldía anarquista). Llamé a Marta que me esperaba en la puerta. Nunca había estado, la sala estaba muy bien colocada, haciendo las veces de hall y pasillo hacia las mesas de juego para que los compradores de arte también entraran a jugar.
Bastante gente, escasez de bebidas y pinchos cutres pero en las mesas había pequeños recipientes llenos de deliciosos sugus y cantaba jazz Paula Martins y su grupo. Ni rastro de Bea ni Loli ni sus amigos. Así que, vaso de agua en mano nos dispusimos a ver los cuadros. La muestra estaba formada por 14 acrílicos de medio y gran formato en los que muestra su talento mezclando paisajes coruñeses con símbolos de la cultura popular como los clips y el logo de Estrella Galicia con un estilo limpio pero lleno de detalles. No me importaría tener alguno pero como sabemos nuestros límites pecuniarios ni nos dignamos a ver los precios que había sobre la mesa. Fueron llegando conocidos amigos de Bea como Arturo y Jose o Roberto y compañía. Cambiamos el agua por vino. Me gustaba mirar y ser observado mientras conversabas y de fondo se escuchaba la dulce voz de Paula Martins que se atrevía con la bosanova. Nos agenciamos alguno de los catálogos que repartían aunque luego descubriríamos que fue un esfuerzo en vano cuando llegaron Bea y Loli que nos dijeron que los habían diseñado ellas y que tenían guardados unos cuantos. Llevábamos más de dos horas allí y apareció más gente como Pablo, el vecino de Bea, que hacía siglos que no lo veíamos. El artista se llamaba Héctor Francesh y era un chico bajito y barbudo con el que finalmente no cruzamos ni una sola palabra. La gente se fue marchando y nos quedamos Marta, Arturo y yo.
Al salir se nos unieron Pablo y Bea que había quedado con el resto en el “Recuncho de Maite”. Como era inevitable cayeron unas tapas y continuamos en “A Nova Pataca” sin comer, eso sí. Me pasé hablando con Arturo la mayor parte del tiempo, solo nos hemos visto tres veces pero me cae genial. Le conté que Cris estaba por aquí pero no sabíamos si la íbamos a llegar a ver y nos pasamos casi todo el tiempo hablando de pisos y alquileres, empiezo a estar desesperado e intento conocer como andan las cosas a los que viven de alquiler.
Finalmente, rozando la una de la mañana llegué a casa, vi el final de Días de Cine y me acosté sabiendo que otro día más no recuperaré las horas de sueño que me debo.

Powered by Blogger
and Blogger Templates