Volver al almacén
Finalizada la visita de calidad he vuelto a currar al almacén. Para mi sorpresa nadie ha hecho la mayor parte de mi trabajo durante estos dos días, tengo mucha mercancía acumulada que controlar. Viendo estas actitudes me va a resultar difícil poder dedicarle seis horas al día a la calidad. Mis colegas de almacén sí que son más comprensivos con mi nueva tarea y no me crearán problemas, los veo receptivos porque saben que hacen falta ciertas mejoras en nuestra zona de trabajo en particular. Le he mandado mi primer correo a mi instructora de calidad agradeciéndole su colaboración y sus consejos y me ha respondido por mail y por teléfono. Es un encanto de persona.
Mi madre estaba de santo, bueno en realidad no tiene santo pero siempre lo celebra el viernes anterior a Semana Santa, por eso salí a comer con ella, mi hermano y su novia a Casa Saqués. Por la noche tenía fiesta en casa con sus amigas y vecinas, variante de la habitual timba de cartas de los viernes.
Como mañana me voy de viaje tenía muchas cosas pendientes que hacer después de salir del curro. He quedado con Marta para que me pasara mi flamante mp3 y fuimos a tomar algo al Tequeño con Toña y su marido, Pepe que me pareció un gran tipo.
Regresé a casa y me puse aprobar mi mp3 Bluesens que cubre todas mis necesidades al tener 1 giga de memoria, llave USB, radio e incluso grabadora. Me valió diez veces menos que un ipod que no deja de ser un capricho cool.
Estuve preparando la maleta y salí a devolver los libros a la biblioteca porque lo intenté por teléfono pero era imposible.
Mi madre estaba de santo, bueno en realidad no tiene santo pero siempre lo celebra el viernes anterior a Semana Santa, por eso salí a comer con ella, mi hermano y su novia a Casa Saqués. Por la noche tenía fiesta en casa con sus amigas y vecinas, variante de la habitual timba de cartas de los viernes.
Como mañana me voy de viaje tenía muchas cosas pendientes que hacer después de salir del curro. He quedado con Marta para que me pasara mi flamante mp3 y fuimos a tomar algo al Tequeño con Toña y su marido, Pepe que me pareció un gran tipo.
Regresé a casa y me puse aprobar mi mp3 Bluesens que cubre todas mis necesidades al tener 1 giga de memoria, llave USB, radio e incluso grabadora. Me valió diez veces menos que un ipod que no deja de ser un capricho cool.
Estuve preparando la maleta y salí a devolver los libros a la biblioteca porque lo intenté por teléfono pero era imposible.
