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domingo, diciembre 17, 2006 

Magia y armas

El viernes me lo fundí en plena armonía empresarial y etílica. Comenzamos con la comida en la Cabaña del Pescador donde gané la competición de la copa de la casa (macedonia, tres o cuatro bolas de helado, mucha nata y barquillos).Se alargó tanto que nos dio tiempo a tomar dos copas (de las otras).Después una ronda más en el Bitácora, cuando ya se habían producido las primeras deserciones (éramos 18 en total). Luego la locura del karaoke se prolongó hasta la medianoche, más de tres horas desafinando y bebiendo a cuenta de la empresa.
Quedamos siete y a pesar de tener cuatro coches salimos tan ciegos que tuvimos que coger dos taxis para volver a la city. Repusimos fuerzas tomando unas raciones en La Abadía e intentamos superar el bajón, ya solo cinco, en el Orzán pero había sido tan fuerte la cosa que nos tomamos una en el Retro (la primera vez que iba) y a eso de las tres nos retiramos (bueno hubo dos que siguieron con sus pandillas).

Ayer me desperté fatal y con el tiempo justo para ir a comer en familia. Volví a casa hasta casi las cinco que salí para el Forum a ver “Workingman's Death” de Michael Glawogger, documental que cuenta la situación de algunos trabajadores en lugares tan dispares del planeta como Ucrania, Indonesia, Nigeria, Pakistán, China o Alemania. La divide en seis partes independientes identificándolas con un título cada una. Podría explayarme en los detalles de cada episodio pero me limitaré a enumerarlos:
1º Héroes: Minas de carbón de Donbass (Ucrania) mezclando imágenes actuales con las soviéticas stajanovistas predominando el blanco y negro carbonífero.
2º Fantasmas: Minas de azufre de Kawah Ijen (Indonesia) donde los turistas impávidos se hacen fotos mientras se cruzan a los porteadores cargados de más de 70 kilos.
3º Leones: Matadero y quemadero de Port Harcourt (Nigeria) del que la falta de higiene y los gritos de las cabras degolladas que parecen bebés llorando estremecen.
4º Hermanos: El cementerio de barcos de Gaddani (Pakistán), parece fácil el desguaze de una mole como el Prestige superando los cuarenta grados.
5º Futuro: Complejo siderúrgico de Liaoning (China), temblad que vienen los chinos!
6º Epílogo: El Leisure Park de Duisburg (Alemania) antigua fábrica de hierro ahora convertida en un parque temático.
En su conjunto resulta muy impactante aunque se aprecia el distanciamiento del punto de vista global y occidental que aporta el director llenando de cierto exotismo irónico el relato. No debemos olvidar que para que nosotros gocemos del bienestar tiene que haber otra gente que se encargue del trabajo sucio y duro, antes los hacíamos nosotros pero ahora lo hacen inmigrantes o simplemente los países menos desarrollados. Todos ellos se dejan la piel y la vida para únicamente subsistir, la resignación les domina y es muy aprovechada por los sectores religiosos para ganar adeptos a la causa. El único atisbo de felicidad nos llega con los títulos de crédito que se superponen a imágenes relajadas de los protagonistas de cada episodio en sus escasos momentos de descanso.
Compartí película con la novia del genio decorativo de las lámparas, chica de cuyo nombre solo diré que acaba en “une” porque nadie sabe como se escribe el principio.
Seguro que los que sí que lo saben son sus paisanos del Athletic de Bilbao que media hora más tarde nos volvieron a ganar en casa por 0-2, la cosa pinta muy mal para el Depor. Al salir del fútbol improvisé una rápida cena y sin pasar por casa fui a la Rochester a jugar a los dados y tomar una Guiness con la sección fliker. Luego una parada en el Lenda para un descafeinado y seguimos nuestro periplo alcohólico-didáctico jugando al Trivial en el Baobar. A continuación bajamos al 14 sin comprender lo dicho por un tal Jenaro, tiene sus defectos pero cutrada nada, es un nuevo traje pero mantiene la esencia que es lo importante. No sé si fue por estar mal acostumbrado pero los servicios me parecieron inmensos, con un puntillo narcisista por los espejos (es la primera vez que me la veo reflejada cuando meo) y un grifo que me costó ponerlo a funcionar. La gente habitual y alguna cara conocida no vista desde la lejana playa del verano. Los flikers se fueron y dando saltos me incorporé al grupo cocinita que duda sobre la ubicación de su séquito en el nuevo local. Hubo momentos grandiosos del de blanco (verlo sin rayas y de frente se hace raro) como cuando nos volvimos sónicos o el popurrí planetario. Finalizando la velada charlando de pieles con el chico Small y la chica Súper. El quórum de la salida estableció que los que seguíamos nos íbamos al Inox donde aguantamos lo suficiente como para hacer una pirámide y perder a la chica Súper dejándome sin saber quién ganó nuestra apuesta. Como buenos caballeros nos fuimos dejando a una chica sola pero a más de uno no le hubiera importado quedarse pero nos lo dejó bien claro y nos piramos con la cabeza agachada por la lluvia.

Hoy poco que contar, resaca monumental consecutiva, comida familiar en el restaurante de la tía de S. y un cafetito con periódicos interrumpido por el saludo de otra chica rubia de la que no sabía nada desde el verano. Una siesta de media hora en casa y momento mágico de domingo viendo en el Rosalía el espectáculo "Armas baixo control" do Mago Antón para concienciarnos de la campaña del mismo nombre de AI. Volví a sonreír y abrir los ojos como un niño y me llevé de recuerdo las caras de los infantes y un cinco de picas lanzado desde el escenario a una velocidad vertiginosa. Después lo de siempre, visita al hogar materno, recogida del tuper correspondiente y escritura de todo esto.

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