« Home | Maribingo y padel » | Vinos, niños y palabras » | November rain » | Dietas de lluvia, fabada y tarta » | Laberintos y faunos » | Cara de susto » | Vips sin suerte » | Haciendo números » | Y van tres » | Verde burocracia » 

domingo, diciembre 03, 2006 

Finde Pata

Apesadumbrado por una etapa que se cierra y cansado por una resaca de dos días salgo de casa a estas horas para rendir visita a mi madre preocupada porque no acudí a Riazor a ver al Depor y acudo a mi cita con esta bitácora.
La lluvia que no para convirtió el viernes en un monólogo casero solo interrumpido por la comida familiar y por la cita de madrugada del concierto de Cooper en el Playa.Tras casi una hora de retraso saltaron a escena desgranando para comenzar dos temas del E.P. "Días de cine" y poco a poco fueron cayendo la mayoría de los temas de "Retrovisor" y los otros dos temas del E.P. presentado incluida "Where I Find My Heaven", la versión de los Gigolo Aunts, canción descubierta por Cooper en una anterior visita por estos lares. También cayeron algunos temas del "Fonorama" pero ni los dos bises consiguieron arrancarle una de Los Flechazos.Por lo menos el sonido fue bueno y estuve bien acompañado por una de las chicas del sector arquitectura - aparejadores que monopolizó parte de la compañía del fin de semana. Luego fuimos al Pata, primero de los dos días de despedida regado con clásicos y demasiadas cervezas.
La resaca mañanera de ayer me dejó dormido y llegué tarde a comer a casa de mis tíos. Evitando una probable siesta me fui al Forum a ver "El chico que conquistó Hollywood"de Nanette Burstein y Brett Morgen, excelente documental sobre la vida y milagros de Robert Evans, guaperas actor mediocre que se convirtió en un avispado productor.
El resto de la tarde de nuevo en casa, recuperandome para una posible gran noche. El plan era ir al concierto de Submarine y Junkfood en el Mardigras pero el temor a comenzar a beber tan pronto me hizo cambiarlo por el Dublín y el Baobar donde me decidí en una de las rondas por el sacrilegio de un mojito sin alcohol.
Casi a la una y media bajamos al Pata a cerrar una etapa. Se notaban muchas ausencias tanto personales como musicales pero poco a poco la cosa mejoró y logró acabarse arriba como se merecía. Hubo muchos momentos inolvidables, abarrotado de gente pero algunas personas se fueron antes de tiempo. Me subí dos veces recordando viejos tiempos, la primera solo y sin ningún tipo de repercusión y la siguiente supuso mostrar uno de los intantes por los que los años del Patachím han sido mágicos. Cuatro de los genuinos representantes de lo que ha sido el local esta década, subidos a la tarima bailando al ritmo del "New York,New York" con la complicidad de los presentes desde abajo. Fue un momento cumbre casi superado por "la casita de papel" y el imprescindible "Récord".
La nostalgia nos hizo no querer salir primero y quedarnos fuera parlamentando ante la puerta cerrada y un destino incierto.Finalmente quedamos tres para tres pero los números no casaron y la (no) visita al Rus fomentó la disolución del grupo improvisado entre bolsas de Cheetos y un cambiazo de carátulas con autógrafo que finalmente no se hizo efectivo porque las risas ya eran suficientes y esos amables seres no se merecían aquel trato aunque consiguieran que dos para dos ganara a un tres para tres.

Powered by Blogger
and Blogger Templates