A todas horas
Seguimos con el ritmo infernal de trabajo y esta semana nos hemos superado aún más, el motivo sacrificarse unas horas para conseguir librar el finde.
Así el lunes salí unos minutos antes de las ocho y el bus me dejó con el tiempo justo para llegar a los Filmax a ver en versión original "La Batalla de Hadiza" de Nick Broomfield.No soy devoto del cine bélico,más bien al contrario, pero por motivos laborales tengo una etapa australopiteca, me da por ver películas de este tipo para intentar olvidarme de lo que me rodea viendo que otros están peor.La película nos cuenta lo ocurrido hace algo más de dos años en Hadiza (Iraq) cuando estalla una bomba al paso de un convoy de marines estadounidenses que sometidos a una presión constante no reprimen su cólera por la muerte de sus compañeros y deciden buscar a los culpables casa por casa matando a todos los que se cruzan sin importarles que sean mujeres,niños o viejos,ridículo eufemismo con el que siempre se trata de disculpar las muertes de los que tienen edad de combatir diciendo que no se mata a los civiles.Pero en la era virtual todo se sabe y sus superiores se ven obligados a lavar conciencias,olvidar las medallas prometidas y someterl a juicio a unos jóvenes que no deberían estar allí, haciendo algo para lo que les adiestraron y antes de realizarlo les concedieron autorización.
El martes salimos a las tres porque tuvimos la comida de empresa.Posiblemente sea mi última.Duró hasta las seis y media con las risas por los discursos de los novatos se hizo más llevadera.la mayoría siguieron por santa cristina yendo a los bolos y al karaoke pero yo no estaba para fiestas y prefería disfrutar ese tiempo “extra” en casa de mi madre viendo a mi hermana.Estaba durmiendo pero pudimos hablar un rato.Luego fui hasta el Dublín y el Pata con Inercia que llevábamos tiempo sin vernos.
El miércoles volvimos a salir a horas intempestivas, a las 20:50 y me quede sin afrontar el peligro de ir al cine acompañado por el deseo.Al menos conseguí una estufa con la que descongelar mi casa.Estaba en casa de mi tía y era de mi padre,no tiene regulador de temperatura ni programación, es antigua pero calienta y eso me basta.
Ayer jueves, algunos batimos un récord saliendo de la oficina un poco más 14 horas después de haber entrado,yo fui uno de los que no salió de allí ni para comer.Estamos tan desquiciados que a eso de las siete de la tarde nos da la risa floja o nos da por gritar.Normalmente se impone el sentido del humor.Me perdí una cena por ello y tampoco pude ir al cine.
Hoy se supone que saldremos pronto pero seguramente no podré hacer de Rey Mago en San Diego.Entre que mi barba no es blanca ni marrón,que soy ateo y republicano, que me pondría de los nervios el afán cosumista de los niños y que unos seguirían pidiendo juguetes bélicos y otras muñecas, casi es mejor quedarse trabajando y no acudir a la cita.
Así el lunes salí unos minutos antes de las ocho y el bus me dejó con el tiempo justo para llegar a los Filmax a ver en versión original "La Batalla de Hadiza" de Nick Broomfield.No soy devoto del cine bélico,más bien al contrario, pero por motivos laborales tengo una etapa australopiteca, me da por ver películas de este tipo para intentar olvidarme de lo que me rodea viendo que otros están peor.La película nos cuenta lo ocurrido hace algo más de dos años en Hadiza (Iraq) cuando estalla una bomba al paso de un convoy de marines estadounidenses que sometidos a una presión constante no reprimen su cólera por la muerte de sus compañeros y deciden buscar a los culpables casa por casa matando a todos los que se cruzan sin importarles que sean mujeres,niños o viejos,ridículo eufemismo con el que siempre se trata de disculpar las muertes de los que tienen edad de combatir diciendo que no se mata a los civiles.Pero en la era virtual todo se sabe y sus superiores se ven obligados a lavar conciencias,olvidar las medallas prometidas y someterl a juicio a unos jóvenes que no deberían estar allí, haciendo algo para lo que les adiestraron y antes de realizarlo les concedieron autorización.
El martes salimos a las tres porque tuvimos la comida de empresa.Posiblemente sea mi última.Duró hasta las seis y media con las risas por los discursos de los novatos se hizo más llevadera.la mayoría siguieron por santa cristina yendo a los bolos y al karaoke pero yo no estaba para fiestas y prefería disfrutar ese tiempo “extra” en casa de mi madre viendo a mi hermana.Estaba durmiendo pero pudimos hablar un rato.Luego fui hasta el Dublín y el Pata con Inercia que llevábamos tiempo sin vernos.
El miércoles volvimos a salir a horas intempestivas, a las 20:50 y me quede sin afrontar el peligro de ir al cine acompañado por el deseo.Al menos conseguí una estufa con la que descongelar mi casa.Estaba en casa de mi tía y era de mi padre,no tiene regulador de temperatura ni programación, es antigua pero calienta y eso me basta.
Ayer jueves, algunos batimos un récord saliendo de la oficina un poco más 14 horas después de haber entrado,yo fui uno de los que no salió de allí ni para comer.Estamos tan desquiciados que a eso de las siete de la tarde nos da la risa floja o nos da por gritar.Normalmente se impone el sentido del humor.Me perdí una cena por ello y tampoco pude ir al cine.
Hoy se supone que saldremos pronto pero seguramente no podré hacer de Rey Mago en San Diego.Entre que mi barba no es blanca ni marrón,que soy ateo y republicano, que me pondría de los nervios el afán cosumista de los niños y que unos seguirían pidiendo juguetes bélicos y otras muñecas, casi es mejor quedarse trabajando y no acudir a la cita.
