Papeleo familiar
Hoy he tenido un día tranquilo en el curro, de aquellos en los que podías tomar el café sin prisas o archivar alguno de los montones de papeles que se van acumulando sobre la mesa.He comido en casa de mi madre con mis hermanos y me he pasado la tarde (y la noche)arreglando papeleo familiar pendiente.
Hice una pausa para ir al Cgai a las seis a ver "Syndromes and a Century" del famoso director tailandés de nombre impronunciable Apichatpong Weerasethakul.Cuenta la historia de unos médicos en un hospital(podrían ser sus padres)que se me hizo familiar.Está llena de planos tan largos como bellos y momentos de evasión con los sonidos de la naturaleza de fondo.Era tan bucólico,lento y romántico que se me cayó la cabeza un par de veces por lo que casi me pierdo el hilo argumental.Es lo malo que tiene dicho estilo que tanta belleza produce cierta relajación que induce a las seis de la tarde y a oscuras,al sueño.
Ayer no me quedé dormido en el cine, más bien al contrario, la tensión de la jornada laboral me hizo estar muy acelerado y por la tarde tuve tiempo de ir al super, a la FNAC a por los descuentos del día de la música, al gimnasio y cruzarme toda la ciudad para estar a las ocho y cuarto sentado en la butaca de los Yelmo viendo "The Good German" de Steven Soderbergh.
Una vez más, este director hace lo que quiere, no llega a la variedad temática del inglés Michael Winterbottom pero casi.Esta vez se ha empeñado en hacer una película en blanco y negro cuando las potencias victoriosas se repartían el botín alemán(ya fuera incorporando a los científicos nazis para su investigación militar o tejiendo ejes con países limítrofes a la Alemania ocupada).
No es un peliculón pero se deja ver, sobre todo para disfrutar de una Cate Blanchett que se sale o mirale a los ojos a George Clooney antes de que se los operara y le quedaran tan mal.De camino a casa momento idóneo para hacer unas llamaditas que a la gente opositora la tengo un poco abandonada, tanto que hubo una que aprobó y no lo sabía.
Hice una pausa para ir al Cgai a las seis a ver "Syndromes and a Century" del famoso director tailandés de nombre impronunciable Apichatpong Weerasethakul.Cuenta la historia de unos médicos en un hospital(podrían ser sus padres)que se me hizo familiar.Está llena de planos tan largos como bellos y momentos de evasión con los sonidos de la naturaleza de fondo.Era tan bucólico,lento y romántico que se me cayó la cabeza un par de veces por lo que casi me pierdo el hilo argumental.Es lo malo que tiene dicho estilo que tanta belleza produce cierta relajación que induce a las seis de la tarde y a oscuras,al sueño.
Ayer no me quedé dormido en el cine, más bien al contrario, la tensión de la jornada laboral me hizo estar muy acelerado y por la tarde tuve tiempo de ir al super, a la FNAC a por los descuentos del día de la música, al gimnasio y cruzarme toda la ciudad para estar a las ocho y cuarto sentado en la butaca de los Yelmo viendo "The Good German" de Steven Soderbergh.
Una vez más, este director hace lo que quiere, no llega a la variedad temática del inglés Michael Winterbottom pero casi.Esta vez se ha empeñado en hacer una película en blanco y negro cuando las potencias victoriosas se repartían el botín alemán(ya fuera incorporando a los científicos nazis para su investigación militar o tejiendo ejes con países limítrofes a la Alemania ocupada).
No es un peliculón pero se deja ver, sobre todo para disfrutar de una Cate Blanchett que se sale o mirale a los ojos a George Clooney antes de que se los operara y le quedaran tan mal.De camino a casa momento idóneo para hacer unas llamaditas que a la gente opositora la tengo un poco abandonada, tanto que hubo una que aprobó y no lo sabía.
