Estoy en el CGAI

Comenzaré a relatar la crónica santiaguera en cuanto coja la soltura necesaria para escribir estas líneas intentando superar la cada vez más habitual resaca dominical.Me desperté pasadas las cuatro y reforzé las paredes estomacales con una dosis de junkfood seguidas de café y acuarius que refrescaron mi mente y paladar mientras me leía todos los periódicos y suplementos disponibles y veía de reojo el empate a unos del Depor en Huelva.Por cierto, en la lectura descubrí que "salgo" en la portada del suplemento del País, como muchos de vosotros no llego ni a mileurista.El resto de la tarde dedicada a tareas del hogar y ahora subí a la casamaterna a por un taper de caldiño, cayendo en la tentación de cenar un plato.

Ya estoy preparado para relatar los hechos compostelanos.
Salimos en coche a la hora acordada, llegamos a la sala Nasa cuando Meu acababan la prueba de sonido.Acompañar al cantante de Junkfood y a un profesor de batera experto en sonido y master en no parar de hablar hizo que la rubia y yo pareciéramos miembros del staff del grupo.Resultó un privilegio estar en la prueba de sonido y comprobar que no es tan fácil como parece.Quedaba una hora y salimos a cenar algo atravesando la helada y desierta zona de putas del Pombal y encontrando un bar, el Trisquel digno de ser recordado.Ante la imposibilidad de hacernos unas raciones optamos por los bocatas de lomo.Empezaron a llegar platos con dos bocatas cada uno pero resultó que cada plato de media barra de pan partida en dos era un solo bocata.Estaban buenos y lo mejor fue al pagar:una caña, un tremendo bocata de lomo y queso y un chupito de licor café para calentar a gorxa por sólo 3.60 y pensar que los amigos emigrantes alojados en grandes urbes se sorprenden de lo barata que es mi ciudad si vieran ésto no darían crédito.
Volvimos a la Nasa donde ya habían llegado el resto de amigos.El concierto de Junkfood estuvo bien pero al compararlos con los de Meu se notaba un abismo en calidad y sobre todo, tablas. Unos son novatos y los otros por experiencia casi maestros.Lo pasamos en grande, las nuevas composiciones prometen mucho y la traca final de versiones de Meu resultó casi apoteósica.

Finalizado el concierto fuimos al backstage (otro privilegio) y luego comenzó la desorganización que nos llevó a diferentes lugares a una trouppe de casi veinte personas.Unos a casa, otros al Camalea o al Reixa.De camino al Camalea pasamos por delante de la sidrería y estiré el cuello para ver si la veía desde fuera.Entre las muchas elecciones que tenía que hacer una era llamarla o dejarlo al azar que tan buen resultado nos dió.Poco a poco fueron llegando los demás pero resultó practicamente imposible reunirnos de nuevo entre locales repletos (A Reixa, Bar Tolo, Curruncho) y sin cobertura pero acabamos entrando en un sitio que no recuerdo su nombre pero cabíamos todos.Los que me trajeron en coche ya habían vuelto a Coruña como también todos menos uno de los de Meu.Las oportunidades de verla iban menguando y ya era muy tarde para llamarla.Si me quedaba a dormir la llamaría al día siguiente.Dejarse llevar por el azar y estar de invitado hace que aceptes los deseos de los otros dejando de lado los propios.

Nos pusimos a andar y vimos que no nos seguían.Decidimos recordar viejos tiempos yendo a la Nao el resto desapareció y quedamos cuatro artistas, tres chicas y yo.Encima la Nao parecía de ambiente y cerraba quince minutos después de haber entrado.El irish y yo pretendíamos irnos para la estación ante las informaciones que nos llegaban del Ruta vacio y tecnoide pero uno que sabe bastante de música nos convenció y resultó como lo recordaba, el nivel técnico de la conversación disponible me dejaba fuera de lugar y bailé un poco, permanecí al margen escuchando la música controlando la gente que llenaba el local por si la veía.Llegó la hora de cojer el primer tren para todos los que no teníamos casa propia allí preferimos no aceptar la hospitalidad de los amigos (la mía en forma de sillón del que me llamó Toño).Entre las muchas anécdotas me quedo con una expresión "hacerse un mani", vocabulario privado cosecha de la parte no gallega de Junkfood.Fue un placer compartir la velada con tan buena gente, aunque de la mayoría no me pudiera despedir.

Dormimos la hora larga del viaje y luego seguí durmiendo en casa hasta las cuatro que me desperté, me comí un bocata y cogí un bus para los caminos de san diego.El primero de los cuales consistía en ver en el Forum "El Camino de San Diego" casi una roadmovie de no ficción del viaje entusiasta de un pobre admirador del diez argentino.Su encuentro con el camionero carioca de lo mejor del filme. Mi maltrecho cuerpo me pedía eliminar toxinas y lo hice yendo al otro camino de san diego, el complejo deportivo del mismo nombre que presentaba un aspecto casi vacío, perfecto para la hora de cardio que tenía por delante.Como quedaba una hora para el cierre y no tenía planes nocturnos me bajé a la pista echar unas canastas, algo que no hacía desde hace más de una década.Fue muy estimulante a pesar de mi puntería.

Encendí el móvil al salir y tenía unas cuantas llamadas perdidas, recibí una de Inercia para bajar cuando iba en uno de los nuevos buses de colores.Pasó a recogerme y estuvimos de charleta en el Marfil y Soho.Luego hicimos el doblete del Pata y 14 volviendo a ver a caras del día anterior y a el clan cocinita.No quise hacer como otras veces dejando a inercia solo y me mantuve al margen del resto.Las copas fueron cayendo y fuimos al Mardi donde ya perdí la noción del tiempo y soporté la admiración de una pareja estradense por mi camiseta del barrio.Salimos de allí hacia el Rus, estaba ya algo ciego pero pude apreciar que aquel antro era un puto infierno. Hace unas semanas alguien veneró este sitio en esta bitácora y ahora ya puedo decirle que no volveré si no estoy muy ciego.