Noche de Boogaloo y periodistas
He dedicado el día a hacer limpieza y ver Metrópolis, Redes y Días de Cine. Como si fuera una forma de hacer lo imposible por todas las cosas que tiré el otro día, he cogido un buen montón de revistas y seleccioné las cosas que me interesaban reduciendo el montón a la mitad mientras escuchaba música, alternándolo con diversas lecturas de comics y libro. No sé si fue todo este papeleo o estar un día entero sin respirar aire puro lo que me ha dejado un incesante dolor de cabeza. La liga perdida por el Madrid me ha animado un poco y me preparé para ir al concierto del Playa. Por el camino vi unos fuegos artificiales por la zona de La Domus (supongo que serían por el Barça) y tuve tiempo de mandarle un mensaje a María para felicitarle desde la distancia por su treinta cumpleaños (me respondió al momento que se iba para casa que llevaba de fiesta desde la hora de comer).En el Playa mucha patilla larga suelta (sentí nostalgia de mis antiguas patillunis creo que me las voy a volver a dejar) y media entrada. Estaba claro, era unos de esos grupos semidesconocido pero con fieles seguidores, el aforo también reflejaba que habían tocado el día anterior en Santiago con Juan De Pablos de posterior Dj en la Capitol. Eran los escoceses The Boogaloo Investigators. Confié en mi instinto sesentero y me puse en primera fila para admirar esos viejos instrumentos con ese sonido tan particular. No me defraudaron, era lo que me esperaba con repertorio que alternaba entre lo desconocido y alguna versión (Goldfinger o Chuck Berry).Había visto a Iago en una esquina y esperaba la oportunidad de ir hacia él cuando lo perdí de vista y de repente me lo encuentro a mi lado (sería telepatía).Disfrutamos de lo que quedaba del concierto y me tomé un copazo que enseguida me recordó porque siempre tomaba cerveza en el Playa. Llevado por la euforia me compré el Cd (un poco caro 15 euros), me quedé casi sin pasta y no había bajado la tarjeta. Entre las diversas alternativas decidimos ir al Soho y por el camino se encontró a un tal Rubén que me sonaba de vista (luego nos presentamos entre nosotros).En el Soho estaban recogiendo y aún no eran las 3.Rubén planteó ir a un sitio nuevo de un amigo suyo el KGB & CIA, tenía buena pinta aunque ver la bandera yanqui no me gustó nada y el repertorio era muy variado (mucho años 80) como intentando atraer al público pero sin abusar de lo comercial.
Salimos con rumbos distintos, Rubén al Rock’n’roll y nosotros al Bar Egeo donde había quedado Iago que hablaba por el móvil con Iván que estaba en el Festival do Norte en Vilagarcía. Llegamos y me presentó a tres chicas Ana, Cris y Oliva. La única que me sonaba era Cris. Intenté integrarme en el nuevo grupo aprovechando la música para bailar un poco. Después volvimos al Playa conseguimos entrar gratis (menos mal porque no tenía pelas).Una vez más acabamos entre dos mundos pegados al cristal de la Nordic hablando mientras una música diferente entraba por cada oído (que tendrá esta zona que le encanta a la gente).Me enteré que Ana y Cris eran periodistas y trabajaban en el “Qué” (ahora me fijaré todas las mañanas en quién firma los artículos).Por este punto intermedio empezó a pasar gente conocida: Seco todo ciego que me dio unos besazos (fase aguda de exaltación de la amistad) , Adrián el hermano de Carlos o Arturo Lezcano que se paró a hablar con las chicas (veo que últimamente sale mucho por lo que unido a que veo mucho a Carmela por el CGAI debieron de cortar).Me paré a hablar y felicitar a Javi y Lens (estaban los Nouvelle Cuisine al completo) por su sexto puesto en el concurso de maquetas. Cuando volví al grupo Cris y Oliva se habían ido porque estaban discutiendo y el resto nos fuimos despidiéndonos por el camino. Cerca de casa volví a ver a las chicas que estaban hablando, parecían más calmadas y habían llorado (debió de ser fuerte). Me limité a despedirme, no me pareció que correcto meterme en sus problemas sin que me lo pidieran.
Salimos con rumbos distintos, Rubén al Rock’n’roll y nosotros al Bar Egeo donde había quedado Iago que hablaba por el móvil con Iván que estaba en el Festival do Norte en Vilagarcía. Llegamos y me presentó a tres chicas Ana, Cris y Oliva. La única que me sonaba era Cris. Intenté integrarme en el nuevo grupo aprovechando la música para bailar un poco. Después volvimos al Playa conseguimos entrar gratis (menos mal porque no tenía pelas).Una vez más acabamos entre dos mundos pegados al cristal de la Nordic hablando mientras una música diferente entraba por cada oído (que tendrá esta zona que le encanta a la gente).Me enteré que Ana y Cris eran periodistas y trabajaban en el “Qué” (ahora me fijaré todas las mañanas en quién firma los artículos).Por este punto intermedio empezó a pasar gente conocida: Seco todo ciego que me dio unos besazos (fase aguda de exaltación de la amistad) , Adrián el hermano de Carlos o Arturo Lezcano que se paró a hablar con las chicas (veo que últimamente sale mucho por lo que unido a que veo mucho a Carmela por el CGAI debieron de cortar).Me paré a hablar y felicitar a Javi y Lens (estaban los Nouvelle Cuisine al completo) por su sexto puesto en el concurso de maquetas. Cuando volví al grupo Cris y Oliva se habían ido porque estaban discutiendo y el resto nos fuimos despidiéndonos por el camino. Cerca de casa volví a ver a las chicas que estaban hablando, parecían más calmadas y habían llorado (debió de ser fuerte). Me limité a despedirme, no me pareció que correcto meterme en sus problemas sin que me lo pidieran.
