Nuevos retos
Debido a la futura marcha de mi compañera Montse, se han producido cambios en la empresa y he asumido nuevas funciones que me dan un poco más de independencia y responsabilidad. He dejado a un lado todo lo relacionado con la facturación y me voy a centrar en el control de stocks del almacén, no sólo las entradas y salidas como hasta ahora sino comenzar a aplicar tareas relacionadas con el control de calidad para evitar perder dinero y tiempo porque nos caduquen productos o los envíos de mercancía tengan errores. Estoy contento porque estaba asumiendo muchas tareas sin descargarme de las anteriores y comenzaba a acumular muchas cosas pendientes. Ahora podré ponerlas al día y centrarme más específicamente en la misma sección. Por lo demás al salir de currar quedé con Tóni y Sergio en el Universal (que raro tanto tiempo sin quedar entre semana más de un día), me putearon un poco porque les dije que iba al CGAI diciéndome que yo buscaba a alguien no era posible que me gustara tanto el cine, se ve que aún no me conocen tanto y no saben las veces que quería ir durante estos años y las clases u otras obligaciones me lo impedían o tenía que ir casi en secreto, y desde que puedo ir no voy a desaprovecharlo. Efectivamente, me fui y había doble sesión con un mediometraje y un largo. Llegué me senté en “mi sitio” a pesar de que había otro tío en el asiento de al lado. Enseguida comprobé que me sentía incómodo, la distancia era demasiado corta para ser un desconocido. Menos mal que apareció Lucía (que pensó que el otro era amigo mío) y me cambié de sitio sentándome a su lado. El primero era Le Rideau Cramoisi de Alexandre Astruc, duraba casi 45 minutos se podría considerar un largo porque la historia no necesitaba ni un minuto más ni menos, la mirada del amor furtivo y secreto entre dos huéspedes de una pensión en la oscuridad y silencio de muchas noches. Demostraba lo que se vería ampliado más tarde, el poder del amor y la capacidad superior de la mujer para manejar el arte de la seducción en las relaciones hombre-mujer haciéndole creer a él que es el seductor y no el seducido. Como fiel exponente de todo esto estaba la segunda película Et Dieu... Créa La Femme de Roger Vadim con Brigitte Bardot haciendo y deshaciendo a su antojo la voluntad de los muchos hombres que la rodean y demostrando que las guapas se pueden llegar a sentir solas rodeadas de gente. Cuando acabo la película descubrí que la sala estaba llena y por lo tanto el calor soportado no solo provenía del filme sino que también el ambiente estaba algo cargado. Me despedí de Lucía en la puerta que le estaba esperando su novio y me piré para casa asimilando porque se convirtió en un mito erótico BB.
