Sobres injustos
Recuperado de los excesos comencé la semana trabajando y por la tarde fui al gimnasio.Luego quedé con ella, esta vez sí que pude hacerle caso. Estuvimos en O’Corno.
El martes se supone que no íbamos quedar pero nos dieron plantón por separado. Yo tenía como alternativa al plantón ir al cine a los Filmax a ver “La fille coupée en deux” de Claude Chabrol en VOSE y se apuntó.
La película tenía muchos alicientes. El primero era ver de lo que era capaz la familia Chabrol esta vez. El segundo era la propia historia en sí de un escritor de éxito, casado, maduro y seductor que atrae y es atraído por una pícara adolescente (reconozco que por unos instantes imaginé un futuro lejano e incierto donde me pasará algo similar).
La tercera razón eran dos debilidades (físicas):Ludivine Sagnier (musa desde que la vi en “Gotas de agua sobre piedras calientes” de Ozon) y Benoit Magimel (el descarado alumno de “La Pianista” de Haneke).Con esos alicientes la posibilidad de que me defraudara esa casi nula. Me gustó y mucho (sobre todo porque a ella también).
Luego cenamos en La Bottega y se fue para casa que a la mañana siguiente comenzaba su nuevo trabajo.
El miércoles deseché ir al gimnasio por un dolor de cuello, me llegó el palo de la factura de la luz de cuatro meses pero subí a Villaprimor a comer tortilla y ensalada a cambio de mi entrada para Iván Ferreiro,sonaba Facto Delafé en la tienda en la que compro la fruta y la verdura,la Penya pasó de fase,no pararon de llegarme fotazas del FDN y mi prima tuvo un niño. Me tomé unas cervezas en la Rochester con una amiga que necesitaba consejo y luego conseguí quedar con inercia tras unos cuantos plantones mutuos y aunque suspendieron el maribingo jugamos al bingo en el antiguo Mama África y me dio tiempo a ver los penalties de la final de la Champions. Me gustó que fuera ese caballero galés llamado Ryan Giggs marcara el penalti decisivo del United aunque me hubiera gustado más que ganara el Chelsea.
El jueves fue ella la que decidió qué hacer una vez yo hube terminado de preparar la bolsa para el finde. Fuimos al teatro al Forum a ver “Deprimidos ao río” de Willy Eter representada por Manicómicos entre los que estaba una amiga de una amiga que la última vez que hablé con ella estaba agobiada porque hacía dos masters al mismo tiempo. No sabía que hacía teatro. La obra era muy divertida. Lo pasamos bien.
El viernes, lamentando mi ausencia en conciertos varios,entre rayos y centellas pasamos la jornada laboral reducida de 8 a 3 porque teníamos retiro espiritual en destino desconocido para celebrar la reunión de ventas 2008 que en realidad era una excusa para celebrar la certificación de calidad.
Salimos en una ridícula caravana de ocho coches para una veintena de personas y nos llevaron al balneario de Guitiriz. El reparto de habitaciones dobles en las cuales había un kit de polo, chubasquero y visera del color y talla correspondiente a los tres equipos que se habían formado para las actividades.
Bajo la lluvia hicimos carreras de orientación con gps, jugamos al paintball (mi objeción de conciencia militar quedó eclipsada por las ganas que tenía de pegarle bolazos a ciertas personas).Empapados y molidos, algunos intentamos reponernos en las piscinas del balneario con chorros que salían (y llegaban) por todas partes. Luego tocaba la cena en el reservado. Las bromas varias llegaron hasta los postres, momento elegido para analizar los resultados y dar los premios. En ellos siguieron las bromas y sorpresas pero poco a poco comprendimos que todo era una farsa que todas las horas extras y el sacrificio de diciembre y enero serían premiados atendiendo a criterios personales y no de trabajo.
A la mañana siguiente supe que a pesar de dedicarme medio año largo a la calidad hasta que me cesaron, era el que había cobrado menos “sobre”, ni cubría la totalidad de las horas extras realizadas. Hubo una persona que cobró una gratificación menor pero fue porque estuvo de vacaciones cuando algunos nos machacamos doce horas diarias.
Estaba tan hecho polvo que la comida en Betanzos la pasé en silencio y cuando llegué a casa me tiré en el sofa hasta las nueve que bajé a casa de mi madre a ver cómo perdía mi Penya. Después de este otro palo evidentemente no tenía el cuerpo para cumpleaños ni eurovisiones y menos para crónicas de conciertos a los que no pude ir.
Intenté animarme buscando su consuelo, cenamos unas tapas en el Paradise, me enseñó su casa y bajamos al Loft 36 donde poco después llegó un grupo de gente entre los que estaban la chica del cumple de mi tía, la que me puso a Alejandro Sanz en su habitación.Como yo estaba bien acompañado no vino a saludarme. Yo tampoco quise saludarle pero a ella le conté todo por si acaso venía. Tras dos rondas decidimos que ya era hora de pasarse por el 14 a ver a los demás (y felicitar).
Se fueron marchando al rato de llegar y nos quedamos con la que quiere saber elfo con quien fuimos al Playa.En la Nordic la montó (de nuevo) Javi Becerra y puso cuatro seguidas de Los Planetas seguida de una de Family (la planetaria no se lo creía).Fue un gustazo salir del Playa cuando era totalmente de día.
Nos fuimos para casa y en mitad de la mañana se cayó el perchero, fue mayor el susto del golpe y las risas que los sudores y la sangre derramada.
Unas pizzas para reponer fuerzas y el cansancio nos condujo de nuevo a la cama hasta que llamó el amigo con el que me iba a Pontevedra para ver a Cocorosie.
Llegamos con media hora, el tiempo justo para tomar algo y vender la entrada que nos sobraba.Le preguntamos a la del “merchandaisin” cuánto duraba el show y nos dijo en inglés que dos horas (los dos currábamos al día siguiente temprano).
Tenían dos teloneros, primero “Rio en Medio” una chica de Nuevo Méjico con sólo un ukelele que nos deleitó y fascinó sobre todo con el aparatito grabador con el que fue pegando pedazos de sonidos que se repetían como bucles.Después tocó Quinn Walker un multiinstrumentista con pinta de homeless que también nos gustó mucho.
Saltaron a escena las hermanas acompañadas de un spiker-mc que la montó,era tan bueno que a mitad de actuación le dejaron unos minutos de gloria.Montaron un gran espectáculo de baile,luces,proyecciones y música recomendado para todo tipo de gente incluso los que no les conozcan.Casi al final salieron a bailar dos chicas, la que estaba en topless era la chica del merchandaisin.El primer bis fue uno de los momentos más esperados por algunos,cuando tocaron la maravillosa “Good Friday”.Ya estábamos todos puestos en pie y aún tocaron otros tres temas.Imprescindibles.
El viaje de vuelta fui durmiendo y la hora de actualización no se corresponde con la que regresamos a la ciudad, fue pasada la una y media (cenamos algo allí antes de volver).
El martes se supone que no íbamos quedar pero nos dieron plantón por separado. Yo tenía como alternativa al plantón ir al cine a los Filmax a ver “La fille coupée en deux” de Claude Chabrol en VOSE y se apuntó.
La película tenía muchos alicientes. El primero era ver de lo que era capaz la familia Chabrol esta vez. El segundo era la propia historia en sí de un escritor de éxito, casado, maduro y seductor que atrae y es atraído por una pícara adolescente (reconozco que por unos instantes imaginé un futuro lejano e incierto donde me pasará algo similar).
La tercera razón eran dos debilidades (físicas):Ludivine Sagnier (musa desde que la vi en “Gotas de agua sobre piedras calientes” de Ozon) y Benoit Magimel (el descarado alumno de “La Pianista” de Haneke).Con esos alicientes la posibilidad de que me defraudara esa casi nula. Me gustó y mucho (sobre todo porque a ella también).
Luego cenamos en La Bottega y se fue para casa que a la mañana siguiente comenzaba su nuevo trabajo.
El miércoles deseché ir al gimnasio por un dolor de cuello, me llegó el palo de la factura de la luz de cuatro meses pero subí a Villaprimor a comer tortilla y ensalada a cambio de mi entrada para Iván Ferreiro,sonaba Facto Delafé en la tienda en la que compro la fruta y la verdura,la Penya pasó de fase,no pararon de llegarme fotazas del FDN y mi prima tuvo un niño. Me tomé unas cervezas en la Rochester con una amiga que necesitaba consejo y luego conseguí quedar con inercia tras unos cuantos plantones mutuos y aunque suspendieron el maribingo jugamos al bingo en el antiguo Mama África y me dio tiempo a ver los penalties de la final de la Champions. Me gustó que fuera ese caballero galés llamado Ryan Giggs marcara el penalti decisivo del United aunque me hubiera gustado más que ganara el Chelsea.
El jueves fue ella la que decidió qué hacer una vez yo hube terminado de preparar la bolsa para el finde. Fuimos al teatro al Forum a ver “Deprimidos ao río” de Willy Eter representada por Manicómicos entre los que estaba una amiga de una amiga que la última vez que hablé con ella estaba agobiada porque hacía dos masters al mismo tiempo. No sabía que hacía teatro. La obra era muy divertida. Lo pasamos bien.
El viernes, lamentando mi ausencia en conciertos varios,entre rayos y centellas pasamos la jornada laboral reducida de 8 a 3 porque teníamos retiro espiritual en destino desconocido para celebrar la reunión de ventas 2008 que en realidad era una excusa para celebrar la certificación de calidad.
Salimos en una ridícula caravana de ocho coches para una veintena de personas y nos llevaron al balneario de Guitiriz. El reparto de habitaciones dobles en las cuales había un kit de polo, chubasquero y visera del color y talla correspondiente a los tres equipos que se habían formado para las actividades.
Bajo la lluvia hicimos carreras de orientación con gps, jugamos al paintball (mi objeción de conciencia militar quedó eclipsada por las ganas que tenía de pegarle bolazos a ciertas personas).Empapados y molidos, algunos intentamos reponernos en las piscinas del balneario con chorros que salían (y llegaban) por todas partes. Luego tocaba la cena en el reservado. Las bromas varias llegaron hasta los postres, momento elegido para analizar los resultados y dar los premios. En ellos siguieron las bromas y sorpresas pero poco a poco comprendimos que todo era una farsa que todas las horas extras y el sacrificio de diciembre y enero serían premiados atendiendo a criterios personales y no de trabajo.
A la mañana siguiente supe que a pesar de dedicarme medio año largo a la calidad hasta que me cesaron, era el que había cobrado menos “sobre”, ni cubría la totalidad de las horas extras realizadas. Hubo una persona que cobró una gratificación menor pero fue porque estuvo de vacaciones cuando algunos nos machacamos doce horas diarias.
Estaba tan hecho polvo que la comida en Betanzos la pasé en silencio y cuando llegué a casa me tiré en el sofa hasta las nueve que bajé a casa de mi madre a ver cómo perdía mi Penya. Después de este otro palo evidentemente no tenía el cuerpo para cumpleaños ni eurovisiones y menos para crónicas de conciertos a los que no pude ir.
Intenté animarme buscando su consuelo, cenamos unas tapas en el Paradise, me enseñó su casa y bajamos al Loft 36 donde poco después llegó un grupo de gente entre los que estaban la chica del cumple de mi tía, la que me puso a Alejandro Sanz en su habitación.Como yo estaba bien acompañado no vino a saludarme. Yo tampoco quise saludarle pero a ella le conté todo por si acaso venía. Tras dos rondas decidimos que ya era hora de pasarse por el 14 a ver a los demás (y felicitar).
Se fueron marchando al rato de llegar y nos quedamos con la que quiere saber elfo con quien fuimos al Playa.En la Nordic la montó (de nuevo) Javi Becerra y puso cuatro seguidas de Los Planetas seguida de una de Family (la planetaria no se lo creía).Fue un gustazo salir del Playa cuando era totalmente de día.
Nos fuimos para casa y en mitad de la mañana se cayó el perchero, fue mayor el susto del golpe y las risas que los sudores y la sangre derramada.
Unas pizzas para reponer fuerzas y el cansancio nos condujo de nuevo a la cama hasta que llamó el amigo con el que me iba a Pontevedra para ver a Cocorosie.
Llegamos con media hora, el tiempo justo para tomar algo y vender la entrada que nos sobraba.Le preguntamos a la del “merchandaisin” cuánto duraba el show y nos dijo en inglés que dos horas (los dos currábamos al día siguiente temprano).
Tenían dos teloneros, primero “Rio en Medio” una chica de Nuevo Méjico con sólo un ukelele que nos deleitó y fascinó sobre todo con el aparatito grabador con el que fue pegando pedazos de sonidos que se repetían como bucles.Después tocó Quinn Walker un multiinstrumentista con pinta de homeless que también nos gustó mucho.
Saltaron a escena las hermanas acompañadas de un spiker-mc que la montó,era tan bueno que a mitad de actuación le dejaron unos minutos de gloria.Montaron un gran espectáculo de baile,luces,proyecciones y música recomendado para todo tipo de gente incluso los que no les conozcan.Casi al final salieron a bailar dos chicas, la que estaba en topless era la chica del merchandaisin.El primer bis fue uno de los momentos más esperados por algunos,cuando tocaron la maravillosa “Good Friday”.Ya estábamos todos puestos en pie y aún tocaron otros tres temas.Imprescindibles.
El viaje de vuelta fui durmiendo y la hora de actualización no se corresponde con la que regresamos a la ciudad, fue pasada la una y media (cenamos algo allí antes de volver).
