Conciertos,cine,cafés y fútbol.
Lo primero de todo decirle a Inercia que no me convence y que ya era hora de que diese señales de vida.El resto, la crónica semanal muy cargadita.
El jueves, como tenía previsto,fui algimnasio,al fútbol y al concierto aunque no cené donde pensaba.El partido fue un monólogo sevillista hasta la última media hora que jugaron los mediocentros que deberían y creamos alguna ocasión.Hasta ese momento ellos jugaban al billar y nosotros ni creábamos ni destruíamos.Lo mejor fue ver a T. en el descanso.Nada más salir fui directo al Playa porque había visto tres horas distintas de comienzo del concierto y no era plan equivocarse.
Iba solo pero enseguida coincidí con la peque, acompañada del franchute, antiguo compañero de instituto como muchos de los presentes.Incluso estaba una profe de la universidad y dos ex-vecinos por cuyo equipo de música y las ventanas abiertas descubrí a Los Enemigos (y también a La Polla, desgraciadamente).
Podría decir todo el repertorio del concierto pero como no recuerdo el orden y me extendería demasiado me limitaré a decir que duró hora y media,con dos bises,cayeron casi todos los temas de sus dos discos en solitario (faltaron que yo recuerde "Borrico" y "Buonanotte Fiorellino") y una versión, el clásico "Walkin' The Dog" de Rufus Thomas.Estuvo divertido, la banda que le acompañaba debutaba y eran muy buenos (se marcaron unos solos geniales) y acabé afónico, acostándome a las dos pero la peque siguió de marcha con ellos (se conocen pero no recuerdo de qué) hasta las seis pero Josele y compañía continuaron.Muy grandes.
El viernes estaba bastante cansado por lo que me metí una doble sesión de cine patrio, como compensación de haberme perdido por primera vez en muchos años Días de cine, por el maldito cambio de emisión se me pasó.La primera sesión fue en el Cgai a las ocho y media con el que me quita el sitio a mi lado.Era "El Ciclo Dreyer" de Álvaro del Amo.
El cine y la religión mezclados en un triángulo de cuatro (o cinco vértices) que nos muestra el amor apasionado al cine y a los demás.Recuerdos de filmoteca que quizás alguien reproduzca dentro de unos años sobre los años vividos en el Cgai, el templo al que nos dirigimos a cumplir la penitencia.La obsesión por el cine me ha llevado a los extremos de desechar relaciones personales y buscar gente de mi misma religión viendo ángeles donde sólo había demonios.La película está genial, firme candidata a incluir en mi colección aunque ciertos diálogos suenen ridículos y a los actores televisivos, que se suponían con más tablas, se los coma la que hace de fantástica proyeccionista.
De camino a casa, justo cuando voy a entrar en el portal, recuerdo que no tengo nada de cenar,acercándome al Puerto a por falafel.Cuando regreso veo pasar un bus y me acuerdo de la película del Fórum,todavía llego a tiempo a la de las once.Se trata de "La Silla" de Julio D. Wallovits.Como la película de las ocho era para cinéfilos pero no la podía ver cualquiera.Hay que ser muy cinéfilo para soportarla.Es muy inteligente,demasiado abstracta y supone una prueba de fuego que superamos la decena de personas que asistimos a la proyección.Salvo uno que se puso a roncar, el resto permanecimos sentados en nuestras incómodas butacas.Retrata el consumismo exacerbado que desquicia y deshumaniza creando necesidades e insatisfación en el individuo.Los escasos momentos humorísticos de los secundarios aportan cierta normalidad a la complejidad del film.Excelente reparto, que incluye al televisivo "petróleo" de la cantera de la serie "Mareas Vivas" de la tvgaita.
Un paseo hasta casa y a dormir.Así pude aprovechar el día de ayer bastante bien, aunque otros me superaron.Por la mañana fui al gimnasio completando las tres veces semanales soñadas y también a la plaza y al super.Después a comer a casa de mis tíos y de camino a casa me compré El País.Me había llamado Bea para ver cómo quedábamos para ir al concierto.Estaba en la terraza del Atalaya en los jardines.Había sido media hora antes pero me pasé por allí y todavía estaban.
Eran cuatro:ella, dos pelirrojos (uno natural y otra artificial) y otra chica, definida por inercia como la copia alargada.Habían quedado a la una para ir de tapas y seguían.El café dio paso a una copa de vino y otra más.Entre muchas risas, pastillas y otras gominolas de vaca y tigre, surgieron las anécdotas y cotilleos varios (recordamos la noche de sanjuan que coincidimos) y quedó una frase de mi cosecha para la posteridad:"de cintura para abajo parece una princesita".Fuimos a La Barra y nos separamos porque Bea y yo nos íbamos al Forum.La cita era con una película francesa de título que me venía como anillo al dedo "No estoy hecho para ser amado" de Stéphane Brizé.Un cincuentón arisco, solitario y aburrido de profesión ejecutor de embargos comienza clases de tango para superar una dolencia cardíaca.A partir de ahí toda su vida se transforma y empieza a intentar mejorar su vida y la de los demás.Vuelve a ser humano.El resto sería desvelar lo mejor de la película.Nos encantó.
Fuimos a cenar algo a su casa.Deliciosa cena preparada en cinco minutos.Me presentó a uno de sus compañeros de piso que me introdujo en el misterioso y musical mundo del oboe.Al filo de la hora bruja bajamos al Playa para ir al concierto del Sr.Chinarro.Mucha gente conocida, media de edad bastante menor que la del de Josele y me sorprendió la cantidad de people que se sabía las canciones de un Antonio Luque demasiado comedido que limitó su repertorio a una hora larga con bis incluido, desgranando los temas de sus dos últimos discos.De los pocos momentos de humor me quedo con su cara cuando probó el garrafón del Playa.
Continuamos la noche por el Puticlú donde nos esperaban el pelirrojo y la alargada que habían seguido bebiendo sin tregua.Entre la abarrotada gente me topé con Fer y su trouppe, con amigas de littlesister (buscando la barra de churi) y los que pretendían haber quedado conmigo esa tarde, lord T y el exiliado lugués.
Tras dichas visitas, volví al trío que ya era dúo.Tocaba cambiar de aires y en la puerta nos cruzamos con la hermana de inercia, dedidimos ir al 14.Allí galería de conocidos y conocidas,fotologs a punta pala y sorpresas como una de amarillo, mito histórico de la época santiaguesa de mis amigos que conocía al chico zanahoria.
Cayeron unas cuantas estrellas y miradas furtivas.Empecé a bailar con los hits planetarios y el recordado por las desaparecidas Pam&Polly "a cualquier otra parte" y piqué al de gadis con un tema (el sónico Phsyco) que me volvió loco, sobre todo por lo que vino después.El pelirrojo se fue entre abrazos y un poco más tarde acompañé a Beoki hasta su coche y de paso recoger mi periódico y la invitación para la inauguración de la exposición de Branda.Volví al 14 y me incorporé al grupo cocinita, hasta subí a la tarima a bailar el "Suspicious Minds" pero no entero porque la proyección de Galáctica me hizo recordar tiempos de niñez.Encendieron las luces y bajamos hasta Puerta Real a los taxis con caída incluida del perfilgriego.Yo caminé hasta casa cruzándome con todas las pintas del Marítimo, habrá que visitarlo de nuevo.
Hoy nada particular, fui a comer con mi padre y mi hermano sin resaca y después a Riazor a ver la victoria in extremis del Depor al Osasuna.Casi estamos salvados.
Luego periódicos y fútbol, limpieza casera,falafels en el Puerto y más periódicos y fútbol en el Marfil hasta las once y pico.
El jueves, como tenía previsto,fui algimnasio,al fútbol y al concierto aunque no cené donde pensaba.El partido fue un monólogo sevillista hasta la última media hora que jugaron los mediocentros que deberían y creamos alguna ocasión.Hasta ese momento ellos jugaban al billar y nosotros ni creábamos ni destruíamos.Lo mejor fue ver a T. en el descanso.Nada más salir fui directo al Playa porque había visto tres horas distintas de comienzo del concierto y no era plan equivocarse.
Iba solo pero enseguida coincidí con la peque, acompañada del franchute, antiguo compañero de instituto como muchos de los presentes.Incluso estaba una profe de la universidad y dos ex-vecinos por cuyo equipo de música y las ventanas abiertas descubrí a Los Enemigos (y también a La Polla, desgraciadamente).
Podría decir todo el repertorio del concierto pero como no recuerdo el orden y me extendería demasiado me limitaré a decir que duró hora y media,con dos bises,cayeron casi todos los temas de sus dos discos en solitario (faltaron que yo recuerde "Borrico" y "Buonanotte Fiorellino") y una versión, el clásico "Walkin' The Dog" de Rufus Thomas.Estuvo divertido, la banda que le acompañaba debutaba y eran muy buenos (se marcaron unos solos geniales) y acabé afónico, acostándome a las dos pero la peque siguió de marcha con ellos (se conocen pero no recuerdo de qué) hasta las seis pero Josele y compañía continuaron.Muy grandes.
El viernes estaba bastante cansado por lo que me metí una doble sesión de cine patrio, como compensación de haberme perdido por primera vez en muchos años Días de cine, por el maldito cambio de emisión se me pasó.La primera sesión fue en el Cgai a las ocho y media con el que me quita el sitio a mi lado.Era "El Ciclo Dreyer" de Álvaro del Amo.
El cine y la religión mezclados en un triángulo de cuatro (o cinco vértices) que nos muestra el amor apasionado al cine y a los demás.Recuerdos de filmoteca que quizás alguien reproduzca dentro de unos años sobre los años vividos en el Cgai, el templo al que nos dirigimos a cumplir la penitencia.La obsesión por el cine me ha llevado a los extremos de desechar relaciones personales y buscar gente de mi misma religión viendo ángeles donde sólo había demonios.La película está genial, firme candidata a incluir en mi colección aunque ciertos diálogos suenen ridículos y a los actores televisivos, que se suponían con más tablas, se los coma la que hace de fantástica proyeccionista.
De camino a casa, justo cuando voy a entrar en el portal, recuerdo que no tengo nada de cenar,acercándome al Puerto a por falafel.Cuando regreso veo pasar un bus y me acuerdo de la película del Fórum,todavía llego a tiempo a la de las once.Se trata de "La Silla" de Julio D. Wallovits.Como la película de las ocho era para cinéfilos pero no la podía ver cualquiera.Hay que ser muy cinéfilo para soportarla.Es muy inteligente,demasiado abstracta y supone una prueba de fuego que superamos la decena de personas que asistimos a la proyección.Salvo uno que se puso a roncar, el resto permanecimos sentados en nuestras incómodas butacas.Retrata el consumismo exacerbado que desquicia y deshumaniza creando necesidades e insatisfación en el individuo.Los escasos momentos humorísticos de los secundarios aportan cierta normalidad a la complejidad del film.Excelente reparto, que incluye al televisivo "petróleo" de la cantera de la serie "Mareas Vivas" de la tvgaita.
Un paseo hasta casa y a dormir.Así pude aprovechar el día de ayer bastante bien, aunque otros me superaron.Por la mañana fui al gimnasio completando las tres veces semanales soñadas y también a la plaza y al super.Después a comer a casa de mis tíos y de camino a casa me compré El País.Me había llamado Bea para ver cómo quedábamos para ir al concierto.Estaba en la terraza del Atalaya en los jardines.Había sido media hora antes pero me pasé por allí y todavía estaban.
Eran cuatro:ella, dos pelirrojos (uno natural y otra artificial) y otra chica, definida por inercia como la copia alargada.Habían quedado a la una para ir de tapas y seguían.El café dio paso a una copa de vino y otra más.Entre muchas risas, pastillas y otras gominolas de vaca y tigre, surgieron las anécdotas y cotilleos varios (recordamos la noche de sanjuan que coincidimos) y quedó una frase de mi cosecha para la posteridad:"de cintura para abajo parece una princesita".Fuimos a La Barra y nos separamos porque Bea y yo nos íbamos al Forum.La cita era con una película francesa de título que me venía como anillo al dedo "No estoy hecho para ser amado" de Stéphane Brizé.Un cincuentón arisco, solitario y aburrido de profesión ejecutor de embargos comienza clases de tango para superar una dolencia cardíaca.A partir de ahí toda su vida se transforma y empieza a intentar mejorar su vida y la de los demás.Vuelve a ser humano.El resto sería desvelar lo mejor de la película.Nos encantó.
Fuimos a cenar algo a su casa.Deliciosa cena preparada en cinco minutos.Me presentó a uno de sus compañeros de piso que me introdujo en el misterioso y musical mundo del oboe.Al filo de la hora bruja bajamos al Playa para ir al concierto del Sr.Chinarro.Mucha gente conocida, media de edad bastante menor que la del de Josele y me sorprendió la cantidad de people que se sabía las canciones de un Antonio Luque demasiado comedido que limitó su repertorio a una hora larga con bis incluido, desgranando los temas de sus dos últimos discos.De los pocos momentos de humor me quedo con su cara cuando probó el garrafón del Playa.
Continuamos la noche por el Puticlú donde nos esperaban el pelirrojo y la alargada que habían seguido bebiendo sin tregua.Entre la abarrotada gente me topé con Fer y su trouppe, con amigas de littlesister (buscando la barra de churi) y los que pretendían haber quedado conmigo esa tarde, lord T y el exiliado lugués.
Tras dichas visitas, volví al trío que ya era dúo.Tocaba cambiar de aires y en la puerta nos cruzamos con la hermana de inercia, dedidimos ir al 14.Allí galería de conocidos y conocidas,fotologs a punta pala y sorpresas como una de amarillo, mito histórico de la época santiaguesa de mis amigos que conocía al chico zanahoria.
Cayeron unas cuantas estrellas y miradas furtivas.Empecé a bailar con los hits planetarios y el recordado por las desaparecidas Pam&Polly "a cualquier otra parte" y piqué al de gadis con un tema (el sónico Phsyco) que me volvió loco, sobre todo por lo que vino después.El pelirrojo se fue entre abrazos y un poco más tarde acompañé a Beoki hasta su coche y de paso recoger mi periódico y la invitación para la inauguración de la exposición de Branda.Volví al 14 y me incorporé al grupo cocinita, hasta subí a la tarima a bailar el "Suspicious Minds" pero no entero porque la proyección de Galáctica me hizo recordar tiempos de niñez.Encendieron las luces y bajamos hasta Puerta Real a los taxis con caída incluida del perfilgriego.Yo caminé hasta casa cruzándome con todas las pintas del Marítimo, habrá que visitarlo de nuevo.
Hoy nada particular, fui a comer con mi padre y mi hermano sin resaca y después a Riazor a ver la victoria in extremis del Depor al Osasuna.Casi estamos salvados.
Luego periódicos y fútbol, limpieza casera,falafels en el Puerto y más periódicos y fútbol en el Marfil hasta las once y pico.
