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domingo, marzo 18, 2007 

Futbolistas cinéfilos y la octava pinta

El viernes me metí un empacho en toda regla.Primero de cine con sesión doble.A las seis en el cgai "Shock Corridor" de Samuel Fuller.La historia de un periodista que se hace pasar por paciente en un psiquiátrico para investigar un asesinato y acaba descubriendo al culpable pero volviéndose loco.Muy interesante.De lo más destacado la utilización de breves secuencias en color como imágenes mentales cuando el resto era en blanco y negro.
Tras salir del cine y renovar unos préstamos en las bibliotecas (por cierto: No al Canon) fui al Macondo donde me esperaba la totalmente repuesta.Tomamos algo, me contó las bondades de la fisio (algún día me atreveré a soltar la pasta por una sesión de ésas) y fuimos al Puerto de Ocio donde nos esperaba una pareja para ir al cine, bueno en realidad él se fue porque trabajaba.
Cogimos las entradas y nos tomamos una cena rápida a base de quesadillas en el Fosters Hollywood.No hubo tiempo para el postre, no resarcimos más tarde, como veréis unas líneas más bajo.En la cola para entrar en los Filmax estaban tres del Depor (el 2, el 16 y el 25).Viendo la cartelera y usando los tópicos consideraba probable que vieran "Gol 2", la de Eddie Murphy o "Epic Movie".Se me quedó cara de idiota cuando los ví entrar en nuestra sala.También venían a ver "La vida de los otros" de Florian Henckel Von Donnersmarck, película alemana ganadora del osacar.Tenía miedo a su duración, casi dos horas y media, pero me gustó mucho y no me resultó pesada ni lenta.Entre los magníficos actores me sonaban algunas caras que trataré de revisar para ver en qué películas los había visto.Trata sobre la maquinaria de control y espionaje del gobierno de la RDA sobre su pueblo.No desvelaré nada más del argumento.Al acabar había hambre y sed, tras el empacho de cine tocaba el de comida.Fuimos al Vips a tomarnos unas tortitas(eran tres y me costó acabar la última).Nos recogieron y nos llevaron al Baobar en donde una ronda de mojitos puso fin a la noche.

De camino a casa le mandé un sms a una amiga común que andaba por el Siglo,no me respondió hasta que ya tenía el móvil apagado.Ayer cuando fui a la plaza y encendí el móvil recibí sus cuatro sms con el itinerario seguido por ella.No había terminado de asimilar tal cosa cuando me llamó y me contó que había dormido seis horas pero no tenía resaca y se sorprendió de que yo fuera a ver los partidos de rugby, dijo algo así como:"de verdad te gusta el rugby, es tan hetero que no te pega nada".Volvemos a las andadas con mi ambigüedad.

Efectivamente ayer el rugby monopolizó la tarde e indirectamente, la noche.Tal y como preveía en la Mathew's el ambiente fue fabuloso porque además concidía con San Patricio, el patrón irlandés.El primer partido, aplastante victoria de Irlanda en Italia tuvo un final agridulce.La ambición y el corazón pudieron más que la cabeza y los irlandeses en vez de tirarla fuera para que el árbitro pitara el final, fueron a por el ensayo y perdieron el balón, consiguiendo siete puntos los italianos que reducían la diferencia de goles de los irlandeses en su lucha por el torneo.Los peores presagios se cumplieron y en el siguiente partido Francia venció a Escocia en el último minuto (con ensayo polémico que no vimos por un fallo de la señal) por la diferencia necesaria para llevarse el torneo y dejar contentos a un francés y una francesa.
La decepción era palpable en los rostros, ya fueran de aquí, argentinos o de la numerosa parroquia irlandesa (unos treinta).Momento más propicio para canjear seis de las siete pintas de Guiness por tres gorros verdes conmemorativos del patrón irlandés.Uno de los cuales se lo regalé a la novia de un amigo de mi hermano que aparecieron por allí y era la primera vez que veían un partido de rugby.
Los otros dos gorros me los llevé a La Bottega donde quedé con los T y el exiliado lugués.Como dos de aquellos estuvieron de cumpleaños le di los gorros.Segundo café para bajar las cervezas y continuamos en el OCM. Allí tuve que cumplir con el proceso de vaciado y en el servicio el interruptor no tenía tapa.Como me meaba (iba a poner me orinaba pero resulta ridículo) y estaba un poco alegre, saqué los tres cables (azul, blanco y negro) y me puse a unirlos para encender la luz.La primera vez no pasó nada, la segunda soltó un chispazo que me hizo desechar la tercera.Finalmente conseguí mi objetivo a oscuras.Volví a la mesa y les conté mi hazaña.Se partieron de risa cuando se dieron cuenta de que mi chispazo era lo que había fundido la luz a todo el local unos instantes.Tras ese momento glorioso lo dejamos allí.
De camino a casa se me ocurrió volver a la Mathew's.Me faltaba otra pinta para conseguir otro gorro y quería saber cómo habían quedado ingleses y galeses.Entre los habituales estaba la francesa y un irlandés que me había presentado el amigo de mi hermano.Allí me dirigí, ya con la pinta en la mano.Esta vez sí que saqué mi repertorio.Al chico solo le pregunté por el resultado y me lamenté del último ensayo italiano que acabó siendo clave.Pero realmente me interesaba la chica,mezclando francés e inglés conversamos un buen rato, ella pensaba que yo era italiano por mi forma tan apasionada y gestual de ver los partidos.La cosa iba bastante bien pero tuvo que llegar otra francesa, que sorprendentemente no había aparecido siendo habitual de los partidos, y se me cortó el rollo.Además no me quedaba dinero y tenía hambre.Supe que siendo lectora en la universidad no se marcharía de aquí pronto (pensé que sería una erasmus) por lo que busqué una excusa para irme y quedamos en vernos después u otro día.Llegué a casa un poco dando tumbos, eso que apenas me separaban cien metros de la cervecería.Puse una lavadora y subí hasta casa de Marta para cenar y ver una película.Elegimos "Cargo", rodada por aquí.Pero no me acuerdo de nada porque me quedé dormido, no fue la típica sobada tras borrachera pero casi.
Volví para casa y me metí en la cama pero a las tantas me desvelé y estuve viendo la Fórmula 1, lo que me impidió despertarme hoy a tiempo para ir al Rosalía para ver bailar a los de Donaire con Alex al frente.Sí que pude comer en casa de mi madre y ver la victoria agónica del Depor en Riazor (por 1-0 al Getafe).De vuelta del campo paré a tomarme un chocolate delicioso y un acuarius en el Marfil.Punto final de un post demasiado largo que me ha costado horrores intentar acortarlo.Un gorro verde para quien llegue hasta el final sin parpadear.

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