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sábado, septiembre 23, 2006 

Nuevas tareas

Ha llegado el otoño, la lluvia por fin. Eso supone muchos cambios, adiós terrazas y tardes de playa, tapas y cañas. El bolsillo comienza a tener agujeros, es hora de contar el dinero. La vida emancipada te obliga a compartir y organizarte, hacer pequeñas compras de cosas aparentemente ridículas e innecesarias que van sumando a la cuenta.
Esta semana tocaba limpieza general, fuente de posibles conflictos.Fue bien salvo un incidente con el cubo de la fregona. Dar las gracias al señor T. y el turista tunecino que me dieron apoyo moral en la Bottega una hora antes para templar los nervios.
Regreso a las tareas del hogar, algunas recordadas y habituales en el hogar familiar como hacer la cama, pasar el aspirador o poner y quitar la mesa. En cambio otras suenan lejanas en el tiempo y están casi olvidadas como poner una lavadora y, sobre todo, planchar.
El cine comienza a entrar por mis venas de nuevo, la semana ha sido irregular con películas buenas y otras simplemente aceptables. Comencé las proyecciones el martes con “Vers le Sud” de Laurent Cantet acompañado de la agradable pero fugaz visita del “chino” y su chica. La película retrata el turismo sexual femenino, tan desconocido pero creciendo. Una vez más las mujeres adoptan lo mejor del comportamiento masculino, lo pueden disfrazar de lo que sea pero no deja de ser compañía a cambio de dinero.
Continué dos días después, el jueves, que fui a ver “El viento que agita la cebada” de Ken Loach a la nueva sala de V.O.S. con acidisco. Llegamos por los pelos ya que se me olvidó una cosa a mitad de camino y tuve que volver. La película me pareció buena, me gusta el director pero sinceramente no parece suya. Su habitual lucha de clases y punto de vista de izquierdas (algo dogmático) lo veía no como un defecto sino como aliciente para ver sus irregulares películas. El asunto irlandés siempre me ha interesado, no solo por ciertos paralelismos geopolíticos con mi tierra, si no por lo que representa; dejando a un lado la faceta religiosa del enfrentamiento para no cargar mis tintas contra todo tipo de iglesias y salirme por la tangente. La reconstrucción histórica parece bien hecha y los matices de los acentos se perderían en la versión doblada. Me dolió, una vez más, que las luchas internas de la izquierda lleven al fracaso la consecución del objetivo común de derrotar al poderoso. Me despedí de mi amigo deseándole un feliz viaje a Madrid, ciudad y amigos que deseo visitar pero este momento no era el oportuno.
Ante un fin de semana casero, la noche del viernes fui al cine a ver “La Herencia” del danés Per Fly que retrata como le cambia la vida a un hijo cuando debe dejar todo atrás para ocuparse de la empresa heredada de su padre. Me sentí algo identificado con la situación porque trabajo en una empresa familiar de la que mi padre posee un 25% más o menos. Me ha cambiado la vida desde que trabajo allí, fue una decisión difícil de tomar pero visto el mercado laboral era necesario aprovecharla, no me arrepiento aunque se haga duro por momentos enfadarte con parte de tu familia.
Nada más volver, a eso de la una me metí en la cama, durmiendo nueve horas, una hazaña que no se repetía desde hace meses. He pasado la mañana comprando en la plaza y en tiendas varias cosas para casa. Luego me he tomado una tapa de callos en el Gasógeno y he comprado unos pasteles en Berna para llevar a casa de mi abuela donde he comido con ella y mi madre.
Tenía pensado seguir de compras por la tarde con mi compañera de piso pero hubo cambio de planes y he ido al Cgai a ver “Loulou” de Maurice Pialat dentro del ciclo decicado a Isabelle Huppert, en la que destacaba poderosamente Gerard Depardieu, todo un fenómeno de la naturaleza en un papel que parecía hecho a medida.
La noche lluviosa se presenta tranquila, mi intención es subir a cenar a casa de mis tíos para regresar a poner una lavadora (la tarifa nocturna obliga) y acostarme pero pude que baje a tomar algo, aún no lo sé.
Como podéis observar en esta temporada tocan menos posts pero más extensos, cuando tenga internet en casa volveré a actualizar más a menudo. Por cierto, hoy se cumple un nuevo mes de bitácora, aniversario que coincide con la muerte del poeta, Neftalí Reyes. Los que conocéis este nombre ya sabéis a quién me refiero.

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