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sábado, agosto 13, 2005 

Conjuntos disjuntos

Manteniendo las buenas costumbres del mediodía veraniego salí a correr nada más levantarme. La tarde despejada presagiaba playa aunque no nos pusimos de acuerdo y Tóni prefirió irse con Sergio a Canabal (incluso como alternativa elegían la cala de Sabón antiguamente contaminada). El resto fuimos As Lapas, Santos y yo juntos andando. Llegamos los primeros, Santos eligió sitio y se puso al lado de Lucía pero yo no me di cuenta hasta después de la siesta cuando llegaron David y María. Los últimos eran Raquel y Álvaro. Estábamos rodeados de un grupo de gente con niñas que tenían todas unos nombres muy peculiares: Sheila, Jessica, Úrsula y Chenoa. No podíamos creerlo. Me metí un buen baño y al salir forcé la vista intentando ver como los demás agitaban sus manos borrosas para que regresara a nuestro sitio. La natación me dejó con sed y me ofrecí a ir a por unas aguas al kiosco. Seguimos la placentera tarde de playa mientras cerca de nosotros aparecía más gente conocida como las hermanas Cuba y otra chica más de su grupo, me llamó la atención que se ponían todas separadas a unos metros de cada una, pero lo más sorprendente fue ver llegar al fotógrafo de Foto Artús seguido de una pareja de novios vestida de boda para hacer allí el reportaje. A estas alturas solo quedábamos Álvaro, Raquel y yo que, pudimos observar la actuación de un padre maltratador de su hijo amenazándole y dándole alguna patada ante la pasividad de su madre, lo más patético es que se trataba de gente de nuestra edad. Improvisando el camino de vuelta caímos en la tentación del pulpo del Fiuza cuando pasábamos por delante. Momento de degustación aprovechado para ver un poco del partido del Depor contra el Nacional de Montevideo dirigido por Martin Lasarte ex jugador deportivista con canción propia (saca el machete Lasarte saca el macheeete). Vuelta a casa para acabar de ver el partido, cenar y ducharse. Ante la avalancha nocturna de conocidos deseché hacer una escapada al Felipop para ver a La Costa Brava y volverme, pero no pude evitar pasarme el tiempo restante escuchando sus canciones.
Quedamos a las once en el Bristol pero avisé de que llegaría un poco tarde. Me crucé con Santos que ya iba hacia el Soho, el otro punto de encuentro, y con Ricardo que me acompañó a saludar a los que estaban en la terraza del Bristol. El primer grupo lo componían David Ago, los dos Sergio, Tonecho, Tóni, Carlos y Marta, Jose Leo y yo. Nos reunimos con parte del resto tras pasar por el Bombilla y la Codorniz a comer algo y tomarnos una copa en el Canal St donde hicimos una foto multitudinaria con PJ y Sergio 2 como espectadores. Espero poder colgarla cuando me la pasen. Hacía muchos años que no nos veíamos tanta gente junta: David Ago, Sergio, Tonecho, Tóni, Carlos y Marta, Jose Leo, Santos, David y María, Iria y Jordi, Carol y Manuel, y yo mismo. Pero eso no fue nada porque en un Patachím algo vacío nos esperaban Raquel y Álvaro que estaban con Pepi, Manel, David Saavedra, otra Iria y Cristóbal (que como yo tampoco fue al Felipop). Parecía un monográfico de conocidos que completaron Iván y una Koko sorprendentemente vestida de blanco. Me sentía como una abeja de flor en flor, de conversación en conversación. Encima Raquel me pidió su canción y casi tuve que arrodillarme ante Juanjo para que la pusiera. Comenzaron las huidas al Velvet, mientras esperaba que pusieran el tema para cumplir mi promesa y dar las gracias correspondientes. Del grupo inicial quedaba Carol con una nueva incorporación a la trouppe, su amiga Anita. Con tanta gente no sé muy bien con quién estuve ni con quién hablé en el Velvet, pero si que tuve una patética (por halagadora) charla musical con David Saavedra que me recomendó dos discos que no consigo recordar y me auto-presenté a la chica que le acompañaba, que se llamaba Iria y la conocía de vista pero me pareció que esa noche tenía un brillo especial con unos ojos sorprendentes. Al salir con Manuel, Carol y Anita nos cruzamos con Álvaro y Raquel que se iban para casa. Anita también se fue y cogimos un taxi en Puerta Real y me dejaron en el Playa. Ya iba algo ciego porque me colé en la Boite sin importarme que el portero fuera esa especie de “Mr.Proper con esteroides” esperando encontrarme al resto en la sesión electrónica. Fui al servicio, di unas cuantas vueltas, bailé un rato pero no los vi ni me vieron. Estuve a punto de preguntarle a las Cuba pero preferí seguir buscando en el Playa donde Dj Flashback estaba con su repertorio habitual, me puse a bailar en la tarima para que me vieran éstos, me intenté suicidar con los cinco putos temas de su admirada Raffaella Carrá (el Dj llevaba una camiseta rosa con su nombre en letras brillantes) y el “Y.M.C.A” de Village People pero le perdoné todo cuando puso “Laura” de Scissors Sisters que canté con todo mi ser. Tras mucho sudar y dispararme con el dedo, bajé hacia Dani y Miri luego de un intercambio de sms con Jordi que me dijo que se iban al Gado Gado. Me despedí de Miri que se marcha a Gales después de rogar un agua en la barra cerrada pero la camarera cómplice visual de mis bailes me la dio igual. Otra vez buscando a la gente cuando llegué al Gado Gado, me iba a marchar pero me crucé en la salida con Iria y Jordi lo justo para decirnos adiós y “call me this week”. Como fin de una jornada grandiosa pero inabarcable, recién amanecido desayuné en Bonilla y me compré La Opinión para ser el primero en leer mi publicado cuento antes de acostarme.

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