« Home | No time to sleep » | Noite meiga e outro mes » | Bienvenidas » | Tarde aprovechada » | Temos o que merecemos » | Planes trastocados » | Sensibilidad y conciencia » | Cafés y esperanzas electorales » | Cumpleaños, visitas,abalorios y asturies » | Encuentros de compras » 

sábado, junio 25, 2005 

A una butaca pegado

Me encanta cuando te levantas dos días después de una resaca brutal y el cuerpo te vuelve a responder lleno de energía. Voy por el pasillo y sorpresa, la cama de mi hermana está vacía todavía no ha llegado de juerga y son casi las once. Ante el posible pánico de mi madre decido cerrar la puerta de la habitación y mandarle un sms a Luci para que de señales de vida y yo tranquilice a mamá. Me dice que está bien y que ya le había mandado otro mensaje al mamamóvil. Comemos los tres en casa y salgo de casa casi a las seis para ver más películas de las que pensaba. Para empezar un doblete de dobles sesiones en el CGAI. La primera compuesta por cine francés con un corto de tipo documental La Villa Santo Sospir de Jean Cocteau que nos enseña una casa con una decoración muy particular que acompañada por los comentarios del director se hace algo pesada y más propicia a cerrar los ojos sin que se dejen apreciar sus indudables cualidades artísticas. Como segundo plato degustamos La Bataille Du Rail de Rene Clement que cuenta las actividades saboteadoras en los ferrocarriles durante la ocupación alemana por parte de la resistencia francesa y los propios ferroviarios. Ponía los pelos de punta la frialdad con la que actuaban sin miedo a ser descubiertos, sabían que unos minutos de retraso en el transporte de suponía un pequeño avance de los aliados y merecía la pena arriesgarse por la ansiada libertad. Se suponía que iba a tener casi una hora de descanso hasta la otra sesión pero debí de calcular mal porque al salir ya estaban esperando en la cola Lens, Javi y Alex (por fin sé su nombre).Aún así tuve tiempo de ir al Gadis a coger un botellín de agua y respirar un poco de aire puro. Nos sentamos juntos, yo en mi sitio (Lens ya conocía mis pugnas con su hermano por el mismo sitio y se pusieron en mi fila).El motivo de esa atípica reunión era que se proyectaban dos obras del asturiano Ramón Lluis Bande con presentación previa, pero no era por él si no por la música que los acompañaba. En su corto L’aire les castañes supuestamente la música era de Nacho Vegas aunque solo salía un tema instrumental en los títulos de crédito, retrataba la crisis social asturiana con el entierro sin familiares de una madre mientras el marido sigue en la aldea y su hija tiene un trabajo basura en la ciudad que le impide llegar a tiempo. El plato fuerte y más esperado de la jornada cinéfila era Divina Lluz. Mientras se hacía en el disco de Mus se creaba un documental que alternaba ensayos del grupo y una historia paralela sirviéndose de las letras de las canciones. Como idea parecía genial pero el resultado no nos acabó de convencer aunque en el coloquio posterior el director se encargó de sacar referencias y detalles de su creación. El debate fue sin duda lo mejor, éramos pocos y nos costó soltarnos pero fue interesante tocando aspectos sociales (crisis naval y minera), musicales (Xixon Sound) y puramente cinematográficos. Al salir tenía la oportunidad de seguir con ellos de marcha pero el frío y una llamada de mi padre me dirigieron hasta casa, quedé en verles de madrugada. Como había visto en las noticias un tiroteo que hubo en Logroño donde estaba Marta examinándose decidí llamarla para preguntarle si lo presenció y saber cuando regresaba. Me contestó que ya había vuelto y que pasó justo en la calle donde estaba su hotel. Me dijo que se iba con Alex al cine a las doce a ver Batman Begins de Christopher Nolan a los Equitativa, tenía ganas de verla (la película y a Marta) iba a ser un empacho de cine. Me pasaron a recoger y tomamos unas tapas en Casa Pilar. Me sorprendió gratamente el film, el aspecto psicológico del personaje aportaba criterio pero las peleas y diálogos vulgares con humor absurdo quitaban puntos. Para terminar la noche nos tomamos una en el Cachivache donde me encontré a Servando (otro exiliado en Londres) que me dio su email y teléfono para Álvaro. Marta y Alex siguieron al Orzán pero yo estaba cansado eran las tres y media y el plan no era para dar saltos así que me fui para casa.

Powered by Blogger
and Blogger Templates