Tarde aprovechada
La resaca electoral va a continuar unos cuantos días con el recuento del voto emigrante, me huele mal y creo que la tortilla va a dar la vuelta. Nada como volver al trabajo y a la playa para intentar olvidar. Ayer estaba a punto de apoyar mi toalla en el Orzán cuando sonó mi móvil, era Tóni que iba hacia As Lapas con Sergio pasarían a recogerme al lado del hotel. Cuando recogía todo me encontré con Susana Vidal, buena amiga compañera de instituto y carrera, que estaba me presentó a su novio Mike (es de esas chicas que siempre tiene novio y cuando acaba hay alguien que se te adelanta y te das cuenta que seguiréis como hasta ahora). Me contó que estaban una semana de vacaciones y volvían a Ámsterdam. Le puse al día de la gente de la carrera que me había encontrado durante este año y me dio dos correos electrónicos para mantener y expandir los contactos. Me entretuve demasiado y cuando subí estaba el coche esperándome. Era la primera vez que íbamos este año a la playa de As Lapas, buen momento para buscar los cambios que le concedieron la bandera azul (no los encontramos).Apreciaron mis kilos perdidos y vimos a Susana (la novia de Oriol) que se puso a hablar con Tóni mientras Sergio y yo dormitábamos. De repente bajó la niebla y se jodió la tarde, apenas una hora en la playa. Decidimos ir al Roma II a tomar algo y seguíamos dándole vueltas a las votaciones. Antes de las siete ya estaba en casa, una ducha fresquita y al CGAI. Era una cita imprescindible (tenía pensado haber ido el sábado pero el cambio de planes me lo impidió, echaban Old Boy de Park Chan-wook que relata la historia de una venganza que lleva a un hombre a estar secuestrado durante quince años en una habitación sin saber porqué y su liberación para que descubra la causa y completar la venganza contra él. Con el simple visionado de esta película te das cuenta que el cine oriental es el que tira del carro mundial ante la crisis de ideas del americano (abundan los remakes) y tantas coproducciones europeas donde escasea la frescura.
