Nueva compañera
Esta mañana se ha incorporado a la empresa una nueva compañera, se llama Marian, es madrileña y como primera impresión encaja bastante con la descripción de pija. Se va a sentar a mi lado en la mesa libre aunque poco estaremos juntos porque me paso casi todo el tiempo en el almacén, sobre todo si son días completitos como éstos.
Ante las estresantes mañanas que mejor que dos días de playa seguidos. No soy muy playero si bajo solo, como máximo dos horas (boca arriba siesta boca abajo lectura).No me gusta como grita la gente y tener que escuchar conversaciones que no me interesan, además te pongas donde te pongas siempre habrá alguien que pase a tu lado y te llene de arena. Estaba sobado cuando sonó el móvil, era Tóni que había quedado con Sergio en el Dog Bollock’s a las 7. Como estaba muy cómodo y aún faltaba tiempo me quedé un rato más, subí a ducharme y cambiarme pero se me hizo un poco tarde, eché una carrera para llegar antes de que se acabaran todo como me pasa siempre.
Otra vez que no coincidí con Pepe, amigo mío y socio de aquel bar, casualmente me había llamado la semana anterior para que me pasara por allí. Transcurrió la charla variada entre anécdotas, noticias de actualidad y miradas de reojo a las chicas que pasaban por la calle con comentario posterior. Breve pero preciado encuentro y vuelta para casa que la noche es corta y el sueño aprieta.
Ante las estresantes mañanas que mejor que dos días de playa seguidos. No soy muy playero si bajo solo, como máximo dos horas (boca arriba siesta boca abajo lectura).No me gusta como grita la gente y tener que escuchar conversaciones que no me interesan, además te pongas donde te pongas siempre habrá alguien que pase a tu lado y te llene de arena. Estaba sobado cuando sonó el móvil, era Tóni que había quedado con Sergio en el Dog Bollock’s a las 7. Como estaba muy cómodo y aún faltaba tiempo me quedé un rato más, subí a ducharme y cambiarme pero se me hizo un poco tarde, eché una carrera para llegar antes de que se acabaran todo como me pasa siempre.
Otra vez que no coincidí con Pepe, amigo mío y socio de aquel bar, casualmente me había llamado la semana anterior para que me pasara por allí. Transcurrió la charla variada entre anécdotas, noticias de actualidad y miradas de reojo a las chicas que pasaban por la calle con comentario posterior. Breve pero preciado encuentro y vuelta para casa que la noche es corta y el sueño aprieta.
