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viernes, junio 03, 2005 

Vagancia o cansancio

Llevo solo tres días con el nuevo horario y se está haciendo un poco duro. Despertarse una hora antes no es problema, me cuesta más quedarme dormido tan temprano por la noche que levantarme. Pero estoy entrando en una fase de letargo que no me gusta nada, comprendo que hacer el mismo trabajo en menos horas es más intenso y cansa mucho más pero lo de quedarse tirado en el sofá después de comer viendo estupideces en la tele me parece demasiado grave. Además, cuando se suponía que podría aprovechar mejor las tardes pierdo el tiempo tontamente y no hago el deporte que hacía en invierno (se supone que debería hacer más ahora).Ya he sacado del armario y de debajo de la cama la ropa de verano y al probármela me he dado cuenta que el deporte me ha hecho perder unos cuantos kilos (la diferencia entre llevar 9 años sin hacer nada y estar los nueve meses anteriores recuperando las formas salta a la vista).Sin embargo no he ido casi nada al gimnasio en el último mes y de hecho esta tarde preferí volver al CGAI que ya tenía “mono” de cine. La película que echaban era Moolaadé de Sembene Ousbane. Una coproducción de varios países africanos francófonos y árabes como Senegal, Marruecos o Túnez).Ya había oído hablar de ella no sólo por su calidad cinematográfica si no desde el punto de vista social ya que trata la mutilación genital o ablación de las jóvenes y la lucha por acabar con esta tradición que causa tantas muertes inútiles. Me lo pasé muy bien, la risa y el llanto me asaltaban por momentos pero la rabia contra el poder de la religión y sus dogmas era lo que más sentía. Una vez más la interpretación de los libros sagrados convierten o mantienen unas tradiciones que atentan contra la dignidad misma del ser humano sea hombre o mujer, así como queda demostrado que los mayores enemigos de las mujeres son ellas mismas. Salí con ganas de cambiar el mundo y esperanzado por los pequeños pasos que se dan día a día.

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