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martes, junio 28, 2005 

Esplendor

Han perdido y llueve, puede que sean las lágrimas de los de siempre que no comprenden lo que les viene encima. Tantos años esperando este momento, elección tras elección, pesadilla tras pesadilla para conseguir ver una mínima victoria. No pude celebrarlo la madrugada de ayer porque me levantaba temprano. Se notó la calma tensa durante la semana, como que daba miedo celebrar que otra derecha caía, conociendo sus redes y manipulaciones esperábamos que se sacaran algún as de la manga pero parece que ni con esas lo pueden conseguir. Nunca la lluvia de verano me supo tan bien.
Comida familiar en O’Alpendre por la despedida de mi hermana (vuelve a Londres) y la celebración de mis santos anticipada. Hacía tiempo que no comíamos casi todos juntos sin que acabáramos discutiendo. Paseo hasta casa sonriendo porque en mi ciudad puede llover y salir el sol durante todo el día alternándose .Puedes pasear con un paraguas bajo el brazo mientras la gente está en la playa o puedes estar en bermudas y chanclas y ponerse a llover a cántaros; a la gente no le gusta tanto cambio pero a mí me encanta, (como decía aquel patético anuncio “este país es así…. espléndido”).
Para completar la jornada una cita imprescindible en el CGAI para ver American Splendor de Shari Springer Berman y Robert Pulcini. Por una vez no me sentí raro, estaba lleno de frikis dentro y fuera de la pantalla. Se disfruta cada fotograma aunque no seas un experto en cómics o en jazz, salvando las distancias habla de una vida normal de una persona del montón que no destaca ni por su atractivo físico ni por su dinero ni por su inteligencia, por lo cual podría verse reflejado cualquiera. Se centra demasiado en el estilo de vida estadounidense pero al tratar situaciones cotidianas solo es necesario “cambiar el decorado”. El personaje solitario, pesimista, obsesivo compulsivo de música y cómics, con un trabajo basura encaja con la vida de muchos jóvenes de hoy en día. Si a esto le unimos el formato que mezcla la realidad y la ficción en tres ejes: la película, la vida real y el cómic y que la caracterización de los personajes es perfecta, son clavados a los de la vida real (cásting difícil supongo) nos deja una sensación esplendorosa.
Me ha hecho reflexionar acerca de mi diario sobre si debo censurar algo que me haya ocurrido por respeto de la intimidad de las otras personas o de la certeza de que habrá por ahí alguien que decidirá hacer una película basándose en uno de ellos o convertirlo en cómic (lo del libro ya ha pasado).

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